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PolíticaReligiónBiografía

Cuero y Cayzedo, José (1735-1815).

Político y religioso colombiano, nacido en Cali el 12 de septiembre de 1735 y muerto en Lima el 10 de diciembre de 1815. Fue obispo de Cuenca y Quito (Ecuador), y presidente en dos oportunidades de la Junta Suprema de esta ciudad en los días de la revolución quiteña de 1809-1810. Realizó sus estudios en el seminario de los jesuitas de Popayán. Ordenado sacerdote en esta misma ciudad, se trasladó a Quito, donde entre 1789 y 1791 fue rector interino de la Universidad que se había formado con la unificación de las de San Gregorio y Santo Tomás. Invitado por Eugenio Espejo, en 1793 entró a formar parte de la Sociedad Escuela de la Concordia, fundada para propagar las ideas de la Ilustración en la Audiencia de Quito. Después de gobernar la diócesis de Cuenca durante algo más de dos años, pasó a dirigir la de Quito a partir de 1803. Designado presidente de la Junta Suprema de Gobierno en la revolución del 10 de agosto de 1809, el obispo emitió un juramento "in pectore" obligado por los viejos canónigos realistas, según el cual se acordaba obediencia al rey y al mismo tiempo se le concedía autorización para conformar la Junta. En realidad, el obispo comenzó a secundar los movimientos independentistas, convencido de la justicia tanto de la revolución como de las actividades de la Junta. Cuando, al dificultarse la causa de los rebeldes volvió a hacerse cargo de la Presidencia el Conde Ruiz de Castilla, se llegó a una capitulación, en la cual se prometía, en aras de la paz, no tomar venganza contra los promotores de la revuelta, pero el fiscal Tomás de Aréchaga comenzó muy pronto a perseguir a los próceres, acusando indirectamente al obispo, porque sólo con su presencia en la Junta animaba la revolución. Mientras tanto, el obispo intervino en los acontecimientos del 2 de agosto de 1810 para calmar los ánimos sedientos de venganza por la masacre en los calabozos de la cárcel de Quito de los principales promotores de la revuelta, a manos de las fuerzas del batallón de pardos del Real de Lima. De nuevo el obispo fue invitado a presidir la Segunda Junta formada por el Comisionado Carlos Montúfar en 1811, pero tras la derrota de las fuerzas patriotas en Mocha, entraron los realistas en Quito y el obispo huyó hacia el norte, donde permaneció oculto en la hacienda "El Empedradillo", hasta que, descubierto por el nuevo presidente de la Audiencia, Toribio Montes, fue privado de todos sus bienes, y, reducido a la miseria, desterrado a España. La muerte le sorprendió en Lima, camino del destierro. Sus restos fueron enterrados en la catedral de aquella ciudad.

Autor

  • CCG.