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PolíticaHistoriaBiografía

Coudenhove-Kalergi, Richard N. (1894-1972).

Filósofo, pensador, escritor y europeísta, considerado parte de la intelligentsia europea, llamada también Generación de 1914 o de la guerra. Nació en Tokio (1894) y falleció en la población austriaca de Schruns (1972). El lejano lugar de nacimiento se debió a la profesión del padre, pues era diplomático. También por línea paterna pertenecía a una de las familias aristócratas más importantes del imperio austro-húngaro. Su madre, de origen japonés, pertenecía a un linaje relacionado con las aristocracias holandesa, noruega, francesa y polaca. Estos orígenes familiares marcaron desde su nacimiento una clara vocación internacional y cosmopolita en el joven Richard.

El impacto de las guerras mundiales

Su infancia trascurrió en la residencia familiar de Ronsperg (Bohemia) y a lo largo de su niñez recibió una educación cultural y cosmopolita. En su juventud ingresó en el Theresianum de Viena, instituto que reunía en aquella época a toda la elite del imperio plurinacional (checos, eslovacos, húngaros, croatas, germanos...); esto supuso un gran cambio en su vida, pues las reglas eran estrictas y el ambiente austero y disciplinado, aparte de las dificultades lingüísticas debido a que el idioma oficial era el alemán. Pese a ello, se graduó en 1913 y, en 1917, consiguió ser doctor en Filosofía. Durante la Primera Guerra Mundial no participó de manera activa en el conflicto por motivos de salud, pero el enfrentamiento bélico marcó profundamente su pensamiento. Quizá fuese éste el motivo por el cual proyectó sus reflexiones hacia el esfuerzo de evitar, ante todo, el horror de una nueva guerra. En 1919 se vio convertido en ciudadano checoslovaco como consecuencia del Tratado de Saint-Germain, que reorganizó tras la guerra el mapa de Europa.

El movimiento Paneuropeo

Sin duda alguna, la unión de sus peculiares características familiares junto a estos acontecimientos influyeron positivamente en el hecho de que, siendo un hombre de frontera, su pensamiento se encaminase hacia la defensa del europeísmo, frente a los nacionalismos radicales que actuaban con fuerza en la época. En este sentido, inició una serie de campañas por toda Europa desde los años veinte, con una actividad exclusiva e incesantes campañas a favor del movimiento creado por él mismo: Paneuropa. Con el mismo nombre publicó su obra más importante en 1921 y puso en marcha una publicación periódica. La época más brillante del movimiento en su conjunto fueron los años comprendidos entre 1922 y 1929, en los que se celebraron congresos anuales en todas las ciudades importantes de Europa, consiguiendo atraer a su causa hombres de gran talla intelectual, política y económica del período. Entre estos podemos destacar a León Blum, Herriot, Ortega y Gasset, Benes y Valéry. Al frente de los Comités nacionales figuraban personajes tan importantes como P. Loebe en Alemania, Seipel en Austria o Loucher en Bélgica. En España, Coudenhove-Kalergi ofreció la dirección del Comité a Primo de Rivera, pero éste no aceptó. Por ello, hasta el año 1928 no se creó un comité paneuropeo en España, dirigido por Eduardo Aunós. El Comité central, del que Coudenhove-Kalergi era presidente, tuvo su sede en Viena, donde se mantuvo hasta que Austria fue incorporada al Reich por Hitler en 1938 (Anschluss). Después se trasladó a Berna, más tarde a Francia y, por último, a Nueva York, donde siguió trabajando por su Paneuropa.

Las claves de su pensamiento las desarrolló en su obra Paneuropa, que tuvo una gran trascendencia sobre todo entre los jóvenes intelectuales del momento, aunque nunca alcanzó el eco popular tan deseado para su proyecto. Sus reflexiones sobre la decadencia de Europa, los orígenes de sus males y las posibles soluciones le hicieron concluir en la necesidad inmediata de unión, proclamando una Europa para los europeos, de la que excluía tanto a Gran Bretaña como a la Rusia soviética. Todo su ideario se concretó en la veintena de artículos que conformaron el informe Paneuropa, realizado y enviado en 1930 a la Comisión de Estudios para la Unión Europea. Su coincidencia temporal con otro proyecto del momento, cuyo autor fue Aristide Briand, provocó que la propuesta de Coudenhove-Kalergi pasase desapercibida y no obtuviera el protagonismo que esperaba. En 1947, cuando regresó de Estados Unidos, creó la Unión Parlamentaria Europea, organismo que no se unió al Comité internacional de Coordinación. Este último organismo trabajaba en pos de celebrar un Congreso Europeo, hecho que se llevó a cabo en 1948 en La Haya, pero al que personalmente Coudenhove-Kalergi prestó su apoyo desinteresado. A pesar de no haber tenido éxito su proyecto, el movimiento Paneuropeo sobrevive en la actualidad a través de la Fundación que lleva su mismo nombre.

Autor

  • Eva Mª De Miguel Ceballos