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HistoriaPolíticaBiografía

Contreras y Román, Juan (1807-1881).

Militar y político español nacido en Pisa (Italia) el 24 de junio de 1807 y muerto en 1881.

Hijo del oficial del ejército español en Italia Antonio Contreras y de Teresa Román. El 26 de mayo de 1815 fue nombrado cadete del regimiento de Caballería del Algarbe. En noviembre de 1819 pasó al regimiento de Caballería de Santiago, con el que luchó en 1823 contra los Cien Mil Hijos de San Luis. El 14 de septiembre de 1823 fue hecho prisionero en Jódar (Jaén), pero a los diez días logró fugarse del depósito de Andújar, al que había sido llevado. Al acabar la contienda, quedó con licencia indefinida, hasta que en mayo de 1831 fue purificado.

Poco después pasó al regimiento de Caballería de León en clase de cadete, aunque se graduó como alférez, grado que pasó a ser efectivo el 12 de noviembre de 1831, y fue destinado a la tercera compañía de Castilla del primer regimiento de ligeros. De la guarnición en Badajoz (entre 1832 y 1833), pasó al ejército de observación, situado en la frontera entre Portugal y Extremadura, con motivo de la guerra civil lusa.

En 1834 tuvo el encargo de perseguir a los carlistas por Castilla la Nueva, y pasó después a Vizcaya y Álava, en plena guerra carlista, distinguiéndose en varias acciones, donde incluso fue herido, por lo que ascendió a teniente el 22 de marzo de 1835. Destinado al cuerpo de Estado Mayor del ejército de reserva, contribuyó a levantar el primer sitio de Bilbao, el 1 de julio de 1835. Después de prestar servicio en una guarnición en Pancorbo, el 13 de octubre de 1835 pasó al ejército del Norte; después, participó en la expedición de Morella y en otras acciones de Levante, por lo que recibió el cargo de comandante. El 22 de abril de 1839 fue hecho prisionero por los carlistas en Cariñena, y fue canjeado el 1 de agosto. Fue condecorado con la Gran cruz de San Hermenegildo el 7 de septiembre de 1839. Acabó la guerra civil de comandante de escuadrón.

En 1841 fue octubrista, por lo que tuvo que emigrar a Francia y fue dado de baja en el ejército. En 1843 regresó a España, reingresó en el ejército, y Narváez le ascendió al cargo de teniente coronel mayor de Caballería, el 30 de junio de 1843. Por su contribución a la derrota de Espartero fue promovido a coronel del regimiento de Numancia, el 4 de agosto de 1843, pasando de cuartel a Vallecas, Vicálvaro y el Pardo. En 1844 tomó parte en la reducción de las sublevaciones de Alicante y Cartagena. Pasó después al regimiento de Lusitania, y a Cataluña, región que recorrió en previsión de que pudiera contagiarse de la insurrección gallega de 1846.

Con motivo de la boda de Isabel II, fue nombrado brigadier, el 23 de octubre de 1846, con antigüedad del día 16. De 1847 a 1849 se empleó en perseguir carlistas, sobre todo por Cataluña. Recibió en este tiempo la cruz de San Fernando de primera clase.

En 1849 regresó a Madrid, y fue ascendido el 16 de junio a mariscal de campo, trasladándose a Barcelona hasta 1855. En septiembre de 1855 fue nombrado segundo cabo de la capitanía general de Puerto Rico, lo cual acaso marcó el comienzo de sus simpatías progresistas, ya que hasta entonces había sido un moderado intachable. En 1865 empezó a ayudar a Prim en sus trabajos conspiratorios, y en enero de 1866 lo hizo ya abiertamente, por lo que tuvo que ocultarse después, aunque continuó la conspiración desde la clandestinidad. El 22 de junio de 1866 fue uno de los dirigentes de la insurrección de los artilleros de San Gil, en Madrid, y, tras el fracaso, logró ponerse a salvo. En 1867 fue uno de los que entró por Aragón, retirándose de nuevo a Francia por Benasque. Tomó parte en la revolución de 1868, tras la cual ocupó la dirección del arma de Caballería.

Fue elegido diputado por Lorca (Murcia) a las Cortes Constituyentes de 1869, con apoyo de los republicanos, y después por Murcia en las legislaturas de 1871 y 1872. Votó contra la candidatura de Amadeo y, una vez elegido, se negó a prestarle juramento, por lo que fue dado de baja en el ejército. Elegido senador por Burgos, fue admitido el 4 de mayo de 1872 y, asimismo, por Santander, el 20 de septiembre de 1872, y por Barcelona, el 25 de septiembre de 1872. Después, representó al distrito de Villacarriedo (Santander), en la Asamblea Nacional de la I República. Con ella, creyendo el gobierno que estaba dispuesto a sublevarse en Madrid en pro del federalismo intransigente, el 11 de febrero de 1873 fue nombrado capitán general de Cataluña, donde los militares eran en su mayoría alfonsinos. Llegó a Barcelona el 25 de febrero, a bordo del Lepanto, organizó los cuerpos francos de la ciudad y, en medio de intensa agitación, se mantuvo en el puesto hasta el 5 de abril de 1873, día en que le exoneró Castelar.

Poco después, el 14 de abril, dio desde Madrid un Manifiesto, sincerando su conducta (publicado por González Sugrañes). El gobierno le ofreció la dirección de la Caballería, pero rehusó. Prefirió presidir en Madrid la Comisión de guerra, nombrada por el Comité intransigente de Salud Pública, a su vez éste presidido por Roque Barcia. La Comisión tuvo listo un plan de insurrección a mediados de junio de 1873. Contreras se puso al habla con Salvochea en Cádiz, y el 12 de julio de 1873 se marchó de Madrid, desde donde llegó a Cartagena el día 13, poniéndose al frente del Cantón murciano, o directorio provisional de la federación española. Allí autorizó a los jefes y oficiales del ejército y de la armada, que no simpatizaban con el federalismo, a abandonar la plaza. Dio un Manifiesto A mis compañeros de armas, que reproduce Puig Campillo. El apresamiento del Vigilante por un barco de guerra alemán, llevó a Contreras a declarar con altivez la guerra a Prusia. Inició una serie de correrías marítimas por la costa, llegando a bombardear Almería y ocupando brevemente Alicante.

Más tarde, ante el golpe de Estado de Pavía, dirigió una proclama a las fuerzas cantonales, que publica también Puig Campillo. Partidario de la resistencia a ultranza, no pudo evitar la capitulación, y en la Numancia fue llevado a Orán. Allí, en marzo de 1874, publicó una Memoria sobre el sitio de Cartagena. Amigos y enemigos elogiaron por igual su valentía y desinterés.

Bibliografía

  • MORATILLA, Bernardo: Estadística del personal y vicisitudes de las Cortes y de los Ministerios de España. (Madrid, 1880.)

  • PÁEZ RÍOS, Elena: Iconografía hispana. (Madrid, 1966; 5 vols.)

A. GIL NOVALES.

Autor

  • Gil Novales.