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ReligiónBiografía

Comboni, Daniel (1831-1881).

Clérigo y misionero italiano nacido en Limone Sul Garda (Lombardía, Italia) el 15 de marzo de 1831, y muerto en Jartum (Sudán) el 10 de octubre de 1881.

Atraído por África, a la evangelización de parte de este continente, "Nigricia" (Sudán), dedicó toda su vida. Tras un primer y breve contacto con África entre 1857 y 1859, concibió en 1864 en Roma un Plan para la Regeneración de África que formase catequistas africanos para evitar la falta de adaptación de los misioneros europeos. Con el objeto de realizar este proyecto recorrió Europa varias veces durante su vida y fundó en 1867 el "Instituto del Buen Pastor" (más conocido actualmente como "padres combonianos"), al que le fue adjudicado el vicariato del África Central (Sudán y tierras próximas). Erigió desde 1871 varias misiones en el país, en torno al Nilo (Jartum, Berber) y en la región interior de Kurdufan (Al-Ubayyd), y en 1877 fue nombrado obispo. Ideó crear varias misiones más en torno al río Congo, pero la responsabilidad fue encomendada a los Padres Blancos. Agotado, murió a los pocos años en Jartum.

Estudios en el Instituto de San Carlos de Verona y vocación misionera

Era hijo de Luis Comboni, guardia rural, y de Dominica Pace. En 1841, con apenas diez años, se sintió llamado al sacerdocio; dado que en su pequeño pueblo natal no había posibilidad de realizar más que estudios primarios, debió marchar a Verona, alojándose en casa de un matrimonio anciano. Dos años después su padre le llevó al Instituto de San Carlos de la misma ciudad que, fundado y dirigido por el P. Nicolás Mazza, acogía a niños de buena capacidad intelectual pero sin medios económicos. Comboni, de fuerte carácter y muy capaz para los estudios, aprendió rápido; a los quince años descubrió su vocación misionera, que vería facilitada por estar el propio Instituto abierto a antiguos esclavos africanos liberados.

La primera experiencia misionera en África (1857-1859)

En 1849 llegó a Verona un misionero del África Central, Ángel Vinco (antiguo estudiante de San Carlos), para solicitar ayuda; Daniel Comboni y algunos compañeros se presentaron voluntarios ante el P. Mazza, que dio su permiso. Sin embargo, aún necesitaba completar su formación, que no terminó hasta 1854, cuando fue ordenado sacerdote el 31 de diciembre. Todavía debió esperar tres años más, pues al extenderse una epidemia de cólera por Verona, se le destinó a la cercana Buttapietra; luego le frenaron los preparativos, lo que le causó una pasajera crisis vocacional.

Por fin, en septiembre de 1857, embarcó con cinco compañeros en Trieste, camino de "Nigricia" (el territorio de la cuenca del Nilo al sur de Egipto: "Nigricia" es término equivalente por su significado a "Sudán"); tras hacer escala en Tierra Santa, remontaron el Nilo desde Alejandría, y llegaron a Jartum en enero de 1858. De allí partieron a la misión de Santa Cruz, a orillas del Nilo Blanco en el sur de Sudán; organizaron la vida en la pequeña comunidad y se dedicaron al estudio de las lenguas nativas, pero tras un año de grandes dificultades por la inadaptación al clima del lugar (era la estación de las lluvias y de la crecida del Nilo) debieron volver a Jartum. Tres de los misioneros habían muerto y Comboni, enfermo, tuvo que regresar a Europa. A finales de año descansaba en Limone sul Garda.

El Plan para la Regeneración de África (1864)

En 1860 recibió el encargo de trasladar a dos de los niños negros del Instituto de San Carlos a Nápoles, y de recoger otro grupo en Adén (Arabia del Sur), en donde desembarcó en enero de 1861, para regresar a Italia con ellos en febrero. Entre 1862 y 1864, para evitar el abandono total de la misión de Sudán, viajó por varios países europeos para estudiar nuevas formas de organización de misiones; así, en septiembre de 1864, estando en oración en la basílica de San Pedro de Roma, ideó el Plan para la Regeneración de África. La esencia del plan consistía en "procurar la conversión de África por medio de África": puesto que los misioneros europeos morían en África, y los nativos africanos no resistían el clima europeo, habría que crear centros de formación en lugares donde europeos y africanos pudieran vivir, educando un núcleo de futuros catequistas que serían enviados a África Central. El plan incluia también la formación de sacerdotes nativos en universidades erigidas con este fin en las costas, y también de religiosas, igualmente nativas.

El proyecto fue aprobado poco después por el cardenal Alejandro Barnabò (prefecto de la Congregación de Propaganda Fide) y por el papa Pío IX. Luego se dedicó a darlo a conocer publicando el escrito y a buscar apoyos, en la propia Italia (con la negativa inicial del Instituto de San Carlos de Verona), Francia (donde obtuvo el del capuchino Guillermo Massaia, misionero de Etiopía, y otras ayudas), Alemania (en donde la "Sociedad para la Infancia Negra" le asignó cinco mil francos anuales), Bélgica, Inglaterra, España. Por fin obtuvo para el Instituto de Verona el vicariato apostólico sobre las tierras entre la orilla izquierda del Nilo y Abisinia (por debajo del Trópico de Cáncer y por encima del Ecuador).

Salida del Instituto de Verona y fundación de la "Asociación del Buen Pastor" (1867)

Comboni marchó a revisar su nuevo destino en noviembre de 1865, pero un nuevo problema surgió cuando en 1866 el Instituto de Verona (dirigido ahora por Joaquín Tomba, pues el P. Mazza habia muerto en agosto de 1865) renunció a su vicariato; sin abandonar, recorrió de nuevo Europa, esta vez llegando hasta Prusia. Al año siguiente, al no encontrar ninguna orden ni institución que acogiese su proyecto, decidió la fundación de un movimiento propio, que crease en Italia dos institutos (uno para misioneros y otro para religiosas) y en las costas africanas centros más pequeños como puerta de entrada en el interior.

En mayo, con ayuda de Luis de Canossa, obispo de Verona, comenzó a funcionar la "Asociación del Buen Pastor" con sede en la propia Verona. Obtuvo la colaboración de tres religiosos camilos, Carcerei, Franceschini y Zanoni, de dos religiosas, y la de varias mujeres negras que hasta entonces residían en el Instituto de San Carlos. A este grupo, Propaganda Fide le permitió marchar a África Central a modo de prueba; en noviembre de 1867 se establecieron en El Cairo. Los dos institutos iniciaron su labor como hospital y comedor, prestando auxilio a esclavos negros liberados; pronto ofreció catequesis y talleres de artesanía.

La difícil consolidación de su obra y los primeros establecimientos interiores en Kurdufan (Sudán central, 1871)

En 1868, Comboni dio un reglamento a la pequeña comunidad, y regresó a Europa para obtener fondos. Escribió para los padres participantes en el Concilio Vaticano I, Mensaje en favor de los africanos; sin embargo, en París recibió la noticia de la supresión de su Instituto veronés por Propaganda Fide y volvió a África dispuesto a trabajar sólo con los institutos africanos. Pero su obra comenzaba a ser conocida y apreciada en Europa, y recibió numerosas ayudas y alabanzas del continente antes de que una serie de crisis (ocupación de Roma por las tropas italianas, guerra franco-prusiana) las detuviera. Una vez más estuvo en Italia y otros países (incluidas Polonia y Rusia) para consolidar su movimiento.

En agosto de 1871 preparó los primeros establecimientos en el interior, eligiendo la región de Kurdufan, enorme llanura del Sudán central, al oeste del Nilo; envió a su capital Al-Ubayyid una expedición al mando de Estanislao Carcerei. Mientras tanto, Comboni redactó en Verona las Reglas del Instituto, y en enero de 1872 inició la publicación de la revista Annali del Buon Pastore ("Anales del Buen Pastor", precedente de Mundo Negro). Este año, presentando numerosos documentos y recomendaciones, obtuvo por fin (quince años después de su primera estancia en África) el decreto de erección pontificia para su Instituto, recibiendo además el cargo de Provicario del África Central (entre Egipto-Libia y el sur de Sudán, entre Etiopía y Níger).

Los trabajos contra la esclavitud y nombramiento episcopal (1877)

A partir de entonces (llegó a Al-Ubayyid en junio de 1873) se volcó en la misión, con importante efecto en la detención efectiva del tráfico de esclavos: obligó a las autoridades locales al cumplimiento de la ley y empleó la mayoría de sus medios económicos en redimir a muchos de ellos. Visitó la comarca de Jibal an-Nuba, al sur de Al-Ubayyid (donde en 1875 intentó abrir una misión), erigió una casa en Berber (a orillas del Nilo, cerca de la quinta catarata), y fundó la congregación "Madres de la Nigricia". En 1876, estando en Roma, las diferencias con su principal colaborador, Carcerei, obligaron a Comboni a defenderse de acusaciones de ineficacia; pero confirmado en su puesto por Propaganda Fide, continuó al frente de su vicariato del África Central, desde julio de 1877 en calidad de obispo.

Nuevos proyectos y agotamiento

Conocedor de importantes personalidades como el periodista estadounidense Henry Morton Stanley o el administrador británico de Sudán Gordon Pashá, se ayudó de ellos para influir en las autoridades musulmanas para consolidar sus misiones; éstas, en verano de 1878 sufrieron el hambre causada por una prolongada sequía, y después algunas epidemias. Comboni perdió muchos de sus misioneros, y él mismo cayó enfermo de agotamiento. Recuperado a fuerza de voluntad, pensó en extender su obra a las tierras centroafricanas de orillas del río Congo, pero las misiones del África Ecuatorial fueron confiadas a la Sociedad de los Misioneros de Argel ("Padres Blancos").

En 1879 debió retirarse a Europa para descansar, en la que sería la última estancia de su vida en este continente; otorgó la dirección de su instituto en Verona al estigmatino Giuseppe Sembianti, y en febrero de 1880 fue nombrado miembro de la Academia de Santo Tomás. En enero de 1881 se encontraba en Jartum; los meses siguientes visitó las misiones de Al-Ubayyd y Jibal an-Nuba, lo que terminó con las pocas fuerzas que le quedaban; no mucho tiempo después murió con apenas cincuenta años, en Jartum, rodeado del cariño de los nativos y la admiración de los europeos. Enterrado en el jardín de la misión, su tumba fue profanada por fanáticos mahdistas en 1885; mientras que los restos que pudieron ser recuperados fueron trasladados a Verona, sobre su antiguo emplazamiento se edificó luego la catedral de Jartum. El 17 de marzo de 1996 fue beatificado por el papa Juan Pablo II.

Enlaces de Internet

http://www.comboni.org; Página oficial de los misioneros combonianos (en italiano).
http://www.combonianos.com/fundador.htm; Página con la biografía de Daniel Comboni (en español).
http://www.mcgill.pvt.k12.al.us/jerryd/sedos/comboni.htm;Página con una breve biografía de Daniel Comboni (en inglés).
http://www.peacelink.it/combonit.html; Página con una breve síntesis sobre lo más característico de la vida y espiritualidad de Daniel Comboni (en italiano, portugués e inglés).

Bibliografía

  • FUSERO, O. Daniel Comboni. (Madrid, Mundo Negro: 1971).

  • TESCAROLI, P.C. ¡África o muerte! (Madrid: 1966).

Autor

  • Bernardo Gómez Álvarez