Comas i Camps, Margarida (1892-1973).
Bióloga y pedagoga española, nacida en Alaior (en la isla balear de Menorca) el 25 de noviembre de 1892, y fallecida en Exeter (en el condado de Devonshire, Gran Bretaña) el 28 de agosto de 1973. Dotada de una viva inteligencia natural y una innata curiosidad científica y humanística, recibió desde niña una formación académica poco frecuente entre las mujeres de su tiempo, y llegó a configurar uno de los curricula profesionales más brillantes de su generación, tanto en su interesante actividad científica como en su plena dedicación pedagógica.
Nacida en el seno de una familia de honda tradición cultural -su padre era un reputado maestro mallorquín que había trabajado en la Institución Libre de Enseñanza-, creció rodeada de un denso ambiente intelectual que le proporcionó las mismas oportunidades en los estudios que a sus hermanos varones (uno de los cuales, Joan Comas i Camps, se dedicó también como ella a la pedagogía y, tras su exilio en México, acabó siendo uno de los antropólogos más sobresalientes del ámbito geo-cultural hispanoamericano). Tras haber recibido los primeros rudimentos de las ciencias y las letras en la escuela pública de su localidad natal, al cumplir los doce años de edad (1904) fue enviada por su padre a Mahón para que cursara los estudios de bachillerato en el Institut General i Tècnic de la capital de la isla, de donde pasó luego a Palma de Mallorca para completar dicha formación secundaria en el Institut de les Balears.
Inmersa en una asombrosa progresión académica, antes de haber cumplido los veinte años de edad (concretamente, en 1911) ya contaba en su haber con el título oficial de Maestra de Primera Enseñanza; pero, antes de dedicarse al ejercicio profesional de la docencia, decidió solicitar una ayuda institucional que le permitiera ampliar sus conocimientos en otros países, por lo que la Junta de Ampliación de Estudios, en vista de su excepcional expediente, le otorgó una beca con la que viajó por diversos centros culturales y pedagógicos de Francia, Bélgica y Suiza. De regreso a España en 1912, Margarida Comas i Camp decidió elevar sus saberes pedagógicos a categoría universitaria y se matriculó en la madrileña Escuela de Estudios Superiores de Magisterio, de donde egresó al cabo de tres años con una nueva titulación en su curriculum.
Fue a partir de entonces cuando comenzó a ejercer la docencia como principal actividad profesional, después de haber obtenido una plaza de profesora en la Escuela Normal de Santander, donde permaneció por espacio de cinco años. Pero en 1920, siempre insatisfecha con el alcance de sus conocimientos, volvió a sentir la necesidad de reciclar saberes y ampliar estudios, por lo que interrumpió su vida laboral para marcharse a Inglaterra y ponerse allí al tanto de los nuevos avances pedagógicas que se estaban produciendo en Europa. Al poco tiempo de haberse instalado en el Reino Unido recibió una nueva beca de la Junta de Ampliación de Estudios para sufragar sus gastos de matriculación y permanencia en el Belford College for Women de la Universidad de Londres, en donde comenzó a especializar sus afanes didácticos en el campo de las ciencias.
Así las cosas, a su vuelta a la Península Ibérica reclamó su plaza de profesora numeraria, que le deparó un nuevo destino en la Escuela Normal de Tarragona, donde se concentró en la formación de futuras maestras hasta que volvió a sentir la urgencia imperiosa de profundizar en sus conocimientos pedagógicos y se matriculó, otra vez, en un centro de enseñanza superior, esta vez -dada su reciente fascinación por el ámbito científico- en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Barcelona, de donde egresó con una nueva licenciatura que, acto seguido, decidió transformar en un doctorado, por añadir un nuevo título a su ya impresionante repertorio académico (tal vez el más deslumbrante entre la población femenina española de la primera mitad del siglo XX). Para ello, volvió a demandar la ayuda de la Junta de Ampliación de Estudios, organismo que autorizó con complacencia la intención de tan brillante erudita de realizar y leer su tesis doctoral en la Sorbona parisina.
Ya doctorada en Francia, Margarida Comas i Camps regresó a España convertida en uno de los mejores exponentes de la pedagogía hispana del momento, por lo que fue llamada a ocupar altos cargos dentro del sistema educativo catalán durante el período de la II República, como el de directora de la Escuela Normal de Tarragona, al frente de la cual se mantuvo desde el verano de 1931 hasta los primeros días de 1933. Al mismo tiempo, desempeñó también labores de elevada responsabilidad en la Escola Normal de la Generalitat y en el Seminario de Pedagogía de la Universidad de Barcelona, institución -esta última- que reclamó los servicios docentes de la humanista menorquina cuando, en dicho año de 1933, incluyó en su programa por vez primera la licenciatura en Pedagogía. Gran conocedora -merced a sus reiteradas estancias de ampliación de estudios en el extranjero- de la teoría y los métodos didácticos de la escuela psicopedagógica de Ginebra (con Édouard Claparède y Jean Piaget a la cabeza), aplicó estos saberes a las relaciones entre biología y psicología y se especializó, en su nueva faceta de profesora universitaria, en la enseñanza e investigación de una materia tan compleja como la BIología Infantil, sin descuidar por ello el estudio de otros terrenos tan resbaladizos -en la época- como el de la educación sexual, en el que se adentró desde una base biológica que le permitía revestir de autoridad y severidad científicas algunas observaciones que, para algunas mentalidades de su tiempo, podrían haber resultado muy escandalosas. En esta línea de trabajo, fue una auténtica revelación para la pedagogía española de los años treinta la aparición de un interesante tratado de Margarida Comas y Gonzalo Rodríguez Lafora titulado La educación sexual y la coeducación de los sexos (1934). Esta obra aunque pronto desapareció de las bibliotecas y librerías españolas especializadas en materia educativa (debido a los penosos acontecimientos bélicos que sobrevinieron poco después de su publicación, y al funesto retroceso moral e intelectual provocado por el desenlace de la contienda), tuvo una enorme difusión en el extranjero y, de forma muy señalada, en tierras hispanoamericanas, donde Margarida Comas i Camps era considerada una de las principales difusoras en castellano de las teorías pedagógicas de la denominada "Escuela Nueva Inglesa" (en Argentina, el libro de Comas y Rodríguez Lafora fue reeditado en varias ocasiones a cargo de Losada).
Parte de este reconocimiento nacional e internacional lo había comenzado a ganar, unos años antes, con la publicación de sus enjundiosos artículos en la Revista de Pedagogía, donde dejó algunos trabajos tan interesantes para el especialista en educación infantil como los titulados "Las escuelas nuevas inglesas" (1930), "El método Mackinder" (1930) y "El método de proyectos en las escuelas urbanas" (1931). Además, alcanzaron gran resonancia dentro y fuera de las fronteras españolas sus logros al frente de la política educativa de la Generalitat de Catalunya durante la República, sobre todo en lo referido a su exitosa iniciativa de las Escoles d'Estiu ("Escuelas de Verano"). Pero, como ocurrió con tantas otras iniciativas loables en el terreno social y cultural, el violento estallido de la Guerra Civil y la subsiguiente victoria de los sectores más reaccionarios de la sociedad española contemporánea, truncaron la brillante carrera intelectual que Margarida Comas estaba realizando en Cataluña y acabaron con todos los logros que hasta entonces había obtenido la culta y laboriosa erudita menorquina. Enemiga de las atrocidades del nuevo régimen franquista, emprendió -como tantos otros españoles ilustres- el camino del exilio rumbo a esas Islas Británicas que había visitado en sus fructíferos años de estudiante, Allí, tras conseguir una plaza de profesora de Biología en la Darlington Hall School de Devon, continuó entregada a su querida vocación docente y a sus labores de investigación, con tiempo para seguir publicando en las revistas especializadas otros artículos y ensayos tan notables como "La enseñanza elemental de las ciencias en Inglaterra", "La enseñanza de las matemáticas", "Las ciencias en la escuela", "Algunos problemas biológicos", "La educación del adolescente en Inglaterra", "Genética y eugenesia" y "L'herència i el medi en l'educació". Ya octogenaria, perdió la vida en Exeter en 1973, sin haber tenido ocasión de volver a afincarse en su país natal.
Bibliografía.
-
MOREU, Ángel C. y VILAFRANCA, Isabel [eds.]. Margarida Comas, pedagoga (1892-1973) (Barcelona: Universidad de Barcelona, 1998).
-
OLIVER, Jaume. Joan Comas i la política educativa de la Segona República (Palma de Mallorca: Universidad de las Islas Baleares, 1985).
-
RIVIÈRE GÓMEZ, Aurora. "Comas i Camps, Margarida", en MARTÍNEZ, Cándida; PASTOR, Reyna; PASCUA, Mª José de la; y TAVERA, Susanna [directoras]: Mujeres en la Historia de España (Madrid: Planeta, 2000), págs. 475-476.
