Cayley, Sir George (1773-1857).
Hombre de ciencia e inventor británico nacido el 27 de diciembre de 1773 en Brompton Hall (Scarborough, Yorkshire), y fallecido en el mismo lugar el 15 de diciembre de 1857, pionero de la navegación aérea y considerado padre de la aerodinámica.
Obsesionado desde su niñez con volar, recibió sus primeros estudios en diversas escuelas de York y Nottingham. En 1792 realizó sus primeros estudios científicos sobre química y electricidad de la mano de George Cadogan Morgan. Un año más tarde falleció su padre, de quien obtuvo el título de baronet en herencia.
Los primeros experimentos de Cayley sobre aeronáutica los realizó en 1792 utilizando un ornitóptero -especie de planeador de alas batientes- desarrollado por Launoy y Bienvenu en 1784. En 1799 dibujó su primer diseño, un aparato con ala fija, timón, elevador y dos remos que se extendían desde el casco de la nave, de forma abarquillada. En un libro de notas registró cuidadosamente observaciones y conclusiones teóricas sobre el vuelo de muchas especies de pájaros. En 1804 comenzó a estudiar los rudimentos de la aerodinámica, y para ello mandó construir un brazo mecánico que imitaba el batir de alas de los pájaros, por medio del cual aprendió a separar la función de propulsión de la de sustentación. Por entonces comenzó a realizar los primeros modelos de planeadores, formados por una cometa arqueada en forma de cajón sujeta a una barra larga que servía de soporte de la celda y de las alas. El timón era móvil. Gracias a un contrapeso móvil situado en el morro se podía modificar el centro de gravedad del aparato.
Cayley consideró que el problema de suspensión aérea de un objeto más pesado que el aire dependía de la inclinación del plano de sustentación con respecto a la dirección de la corriente de aire, y una cuestión aparte era el desarrollo de un motor de propulsión apropiado, que en definitiva es el esquema que utilizaron los hermanos Wright cien años después. En 1807 publicó un artículo sobre su ingenio de expansión aérea, una máquina de aire caliente que utilizaba una bomba para impulsar aire a través de un pequeño hornillo. Más tarde experimentó con pólvora como sistema de calentamiento. Un año más tarde sus planeadores eran de tal tamaño que para ponerlos en movimiento debió inventar las ruedas finas de radios que se utilizarían más tarde en bicicletas. En sus artículos, aparecidos en la revista Nicholson's Journal of Natural Philosophy, trató la relación entre la velocidad de despegue y la ascensión, las fuerzas o cargas en las alas, los principios del lastre y unos esbozos sobre los motores de combustión interna. Estableció como norma mejorar la aerodinámica de las formas, constatando que por cada kilo de resistencia directa que se eliminase se podrían aumentar 30 de peso adicional.
Hacia 1815 Cayley se interesó por los globos aerostáticos. Trató en sus artículos la relación entre el tamaño y el peso que se puede ascender, la forma deseable del globo para que ofrezca la resistencia mínima en el aire y la necesidad de refuerzos internos. Recomendó la construcción de cámaras separadas de aire y la utilización de recubrimientos impermeables, apostó por la utilización de hidrógeno y aire caliente como gases de sustentación y discutió diversas formas de evitar el incendio del globo.
En 1825 inventó y patentó el tractor de orugas. Creó una cadena sin fin hecha de segmentos anchos y planos que gira alrededor de dos ruedas dentadas. Al utilizar dos de estas orugas el peso del vehículo se reparte sobre una superficie mayor, y así se evita que se hunda en terrenos blandos. En 1833 fue elegido al parlamento inglés, cargo que estuvo ejerciendo dos años y que abandonó para proseguir con sus investigaciones.
Fruto de ellas fueron un sistema automático de señales ferroviarias, un tipo ligero de lanchas de salvamento para buques transatlánticos y diversos motores y sistemas de propulsión, entre los que destacan un rotor con motor de vapor y un motor de hidrógeno. En 1839 fundó el Instituto Politécnico de Regent Street para poder construir con mayor seguridad sus ingenios, y en él realizó estudios teóricos muy variados, entre ellos uno de balística. En 1843 construyó un modelo de helicóptero, llamado convertiplane, equipado con cuatro rotores, dos horizontales y dos verticales, que no llegó a elevarse. Construyó entonces otros dos planeadores, un biplano y un triplano, el último de los cuales, realizado en 1849, logró recorrer una veintena de metros. El aparato estaba ocupado por un muchacho de diez años de edad, y fue lanzado desde un montículo, arrastrado por sus ayudantes por medio de unas cuerdas en dirección opuesta al viento. De este modelo descienden directamente los aeroplanos modernos.
