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HistoriaPolíticaBiografía

Catalina de Braganza. Reina de Inglaterra (1638-1705).

Reina consorte de Inglaterra desde el 21 de mayo de 1662 hasta el 6 de febrero de 1685, por su matrimonio con Carlos II. Nacida el Villa Viçosa, Portugal, el 25 de noviembre de 1638 y muerta en Lisboa en la madrugada del 31 diciembre de 1705 al 1 de enero de 1706.

Hija del rey Juan IV de Portugal y de Luisa de Guzmán, Catalina pasó los primeros años de su vida en la corte de su padre, donde recibió una esmerada educación en la que estuvieron muy presentes los valores tradicionales del catolicismo, aunque en opinión de algunos investigadores en dicha educación no se prestó mucha atención al aprendizaje de otros idiomas además del portugués. Aproximadamente cuando ésta contaba con 19 años, en el año 1657, su madre inició las conversaciones para concertar su matrimonio, de este modo con el propósito de mejorar la situación internacional de Portugal entabló negociaciones con el marqués de Sade, para que Catalina contrajera matrimonio con Carlos II, pero debido a la compleja situación de la monarquía inglesa estas fueron interrumpidas y desde 1659 se intentó concertar el matrimonio de la hija del rey de Portugal con Luis XIV de Francia, aunque muy pronto se descartó esta posibilidad en la Corte francesa. Finalmente en el año 1660 se retomaron las negociaciones con Inglaterra y quedó definitivamente sellado el compromiso de Catalina con el mencionado Carlos II, para gran alegría de su padre, el cual obtuvo el apoyo inglés en los enfrentamientos que mantenía con la monarquía española, aunque debía entregar en calidad de dote de su hija 500.000 libras y la soberanía de las plazas de Tánger y Bombay, las cuales fueron ocupadas inmediatamente por los ingleses.

Catalina desde que quedó sellado oficialmente su compromiso dedicó gran parte de su tiempo a aprender inglés, con el fin de integrarse sin problemas en la Corte de su futuro esposo y durante dos años preparó su ajuar. Finalmente a principios del año 1662, tras celebrarse el matrimonio por poderes, fue entregada en Lisboa a una escuadra inglesa que había acudido a Portugal con propósito de conducirla a su nueva patria.

Catalina contrajo matrimonio con Carlos II el 21 de mayo de 1662, en primer lugar y de forma secreta se ofició la boda siguiendo el rito católico, por expreso deseo de ésta, y horas más tarde tuvo lugar la ceremonia siguiendo la liturgia anglicana como imponía el protocolo de la Corte inglesa. El monarca inglés se mostró muy complacido tras conocer a su nueva esposa, puesto que no sólo le agradó el físico de ésta sino también su carácter, pero a pesar de este buen comienzo muy pronto la reina quedó relegada a un segundo puesto, debido a que Carlos II no renunció a la vida disoluta que había mantenido hasta esa fecha y no abandonó a ninguna de sus amantes.

Pero no sólo las infidelidades del monarca dificultaron que Catalina se integrara a su nueva vida en Inglaterra, ya que debido a su condición de católica destacados miembros del Partido Protestante, como es el caso del duque de Bukinghan, le mostraron en repetidas ocasiones la animadversión que sentían hacia ella, lo cual la llevó a tener serias dificultades para practicar su religión y sobre todo para lograr el cariño de los ingleses. La situación de la reina se hizo aún más complicada tras el estallido de la llamada Conjuración Papista, ya que se llegó a acusar a ésta de haber intentado envenenar a su esposo con la intención de restaurar la fe católica en el país. Pero a pesar de los numerosos ataques a los que fue objeto y a que incluso se llegó a rumorear que el rey pretendía divorciarse, ya que no había quedado embarazada tras años de matrimonio, Catalina recibió el total apoyo de Carlos II, que no dio crédito a las acusaciones que se habían emitido en contra de su esposa.

Superada la crisis, durante los últimos meses de vida de Carlos II Catalina estuvo junto a él en todo momento y parece que le ayudó a asumir los principios esenciales del Catolicismo. Así tras enviudar el 6 de febrero de 1685, cuando contaba con 47 años, decidió retirarse de la vida pública y hasta 1692, momento en el que decidió regresar a su país natal, residió en un convento.

Una vez en Portugal Catalina se instaló en Lisboa, donde fue un personaje destacado y entre 1704 y 1705 ocupó en varias ocasiones, aunque por breves espacios de tiempo, el puesto de regente en nombre de su hermano el rey Pedro II.

Catalina de Braganza murió a la edad de 67 en la ciudad de Lisboa en la madrugada del 31 de diciembre de 1705, por este motivo algunos investigadores opinan que la muerte de ésta se produjo el 1 de enero de 1706.

Bibliografía

  • VICENS VIVES, J. Historia general Moderna. Siglos XV-XVIII. (Barcelona, Vicens Vives, 1997).

CGS

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  • 0211 CGS