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BiografíaFotografía

Catalá Roca, Francesc (1922-1998).

Fotógrafo español nacido en Valls (Tarragona) el 19 de marzo de 1922 y muerto el 5 de marzo de 1998 en Cataluña.

Vida.

Se introdujo en la fotografía a los trece años en un taller paterno donde realizaban retratos fotográficos. Francesc trabajó con su padre Pere Catalá Pic hasta los 25 años, primero en su tierra natal (Valls) y después en Barcelona. Conoció los diferentes movimientos de la vanguardia artística catalana como el GATCPAC y el Grupo R, esta última agrupación creada en Barcelona y formada por grandes arquitectos renovadores.

La evolución de la obra de Catalá Roca pasa por un comienzo como retratista y una serie de fases posteriores que le hicieron consumarse como un gran fotógrafo de la vanguardia de preguerra y documentalista. Posteriormente, y tras haber realizado siempre sus fotografías en blanco y negro, venció su reticencia al color llegando a reconocer que “...se sentía feliz de haber conocido los dos lenguajes...”.

Catalá Roca cultivó gran variedad de géneros como la foto publicitaria, la fotografía turística, reportajes, etc, aunque seguramente es más conocido por sus imágenes documentales de la España de los años cincuenta y sesenta y los retratos realizados a grandes artistas e intelectuales contemporáneos. Su amistad con Joan Miró, a quién no le gustaba que le fotografiasen, le permitió hacer muchas fotos del gran pintor mientras trabajaba en su taller. También fue un gran amigo del escultor vasco Eduardo Chillida, al que llegó a retratar sus esculturas, y nos legó retratos de otros artistas como Dalí, Duchamp o Hemingway y de una serie de personajes anónimos captados siempre por una mirada llena de humanismo.

Fue en el taller de su padre donde realizó una de sus primeras colaboraciones con motivo del estreno de la película Sueño d´una nuit d´estiu en el vestíbulo del Cinema Maryland. También junto a su padre realizó un reportaje de la estancia en Barcelona del poeta Paul Eluard. La influencia de Pere, su padre, le facilitó sin duda el acercamiento a los círculos de vanguardia.

En 1948 abrió su propio estudio dedicándose en un primer momento a la fotografía industrial y a la publicitaria. Poco después, publicaciones como Destino y Revista, se interesaron por el trabajo de Catalá Roca y fue contratado para realizar reportajes a personajes como Dalí, Fujita o Cocteau. En esos mismos años, también se dedicó a colaborar con escritores como Luis Romero, con libros sobre Barcelona y la Costa Brava, y con Josep Pla, con la Guía de Cataluña.

En el archivo de Catalá Roca figuran más de 300.000 negativos que dan fe de la diversidad, complejidad y riqueza de sus numerosísimos trabajos. La Ciudad Condal en otoño es el nombre de la primera película documental que realizó Catalá Roca en el año 1951. El documental fue un género que continuó trabajando -a veces en forma de reportaje-, hasta los últimos años en los que mostró a artistas como Miró y Chillida en sus talleres. La gran mayoría de las imágenes de Catalá Roca son en blanco y negro. Empezó a hacer fotos en color en los años sesenta, aunque al fotógrafo le gustaba decir que pertenecía a una generación que “...sólo ha visto las cosas en blanco y negro, una generación acromática...”.

Una de las imágenes tomada por el autor a principios de los años 50, merece especial detenimiento. Se trata de “Monumento a Colón”, obra representativa de los trabajos de Catalá sobre la ciudad de Barcelona. En ella se observa a partir de una toma cenital la gran columna que compone el monumento. La gruesa columna aparece en la parte izquierda de la imagen proyectando una gigante sombra en el suelo. Según el propio autor, tuvo que servirse de un palo y un disparador a distancia para realizar esta toma, habiendo observado primero la imagen que quería retratar pero, “...sin la presencia del ojo del artista tras la cámara en el momento del disparo”.

En 1983, Francesc Catalá Roca recibe el Premio Nacional de las Artes Plásticas. Cuatro años más tarde, el Spanish Institute de Nueva York, le dedicó una gran retrospectiva. Catalá Roca vivió fascinado y encantado por la ciudad de Manhattan y trabajó en los últimos años de su vida en un libro sobre la Gran Manzana; un libro que sólo iba a contener fotografías y que desgraciadamente no tuvo tiempo de concluir. La figura de Francesc Catalá Roca pasará a la historia como la del fotógrafo de blanco y negro de los años cincuenta y sesenta en España, y un gran retratista y documentalista.

Francesc Catalá Roca, murió el 5 de marzo de 1998 a causa de un infarto tras haber superado otras tres paradas cardiacas, enfermo de diabetes y con una pierna amputada, pero hasta el día de su muerte nunca perdió la lucidez y la curiosidad que le llevaron a ser uno de los mejores artistas y documentalistas de la España de esta segunda mitad de siglo.

Autor

  • Enciclonet