Casaseca y Silván, José Luis (1800-1869).
Químico español, nacido en Salamanca el 25 de agosto de 1800 y muerto en Barcelona el 8 de octubre de 1869, que desarrolló su actividad entre los años 1825 y 1855.
Los datos existentes sobre este autor son contradictorios y escasos. Se sabe que estudió en Madrid y en París, en esta última ciudad con Louis Jacques Thenard; está también documentado que en 1821 era ayudante de Andrés Alcón Calduch en la cátedra de química de la Facultad de Filosofía de Madrid y probablemente marchó a Cuba hacia 1825, donde debió de residir, salvo intervalos, al menos hasta 1850.
En 1826, en Francia, estudió el nuevo sistema de ensayo de monedas. En enero de 1827 fue nombrado catedrático de Química del Real Conservatorio de Artes de Madrid, especie de escuela de peritaje industrial, que se hallaba en la Real Fábrica de Cristales. En 1827 tradujo la obra de F. Magendie: Formulario para la preparación de varios medicamentos nuevos, y en 1828 la de Eugène Desmarets: Química. Compendio de esta ciencia y de sus aplicaciones a las artes, en cuyo título están ya resumidas sus propias inclinaciones.
Hizo un viaje por Inglaterra en 1830, en el que recorrió las regiones de Birmingham, Manchester y Liverpool, para estudiar en ellas la Revolución industrial. La rivalidad de Casaseca con Alcón y Calduch le impedía progresar en su carrera. Además, en sus escritos, se queja de la escasa formación científica de sus alumnos, lo que le llevó al convencimiento de que no podría haber ciencia en España, mientras no hubiese en el país un desarrollo tecnológico al estilo inglés. El Ministerio de Fomento lo nombró ensayador de plata y oro por vía húmeda (30 de septiembre de 1830, año en que también fue nombrado corresponsal de la Real Sociedad Patriótica de la Habana y de la Sociedad Zoológica de Londres). Publicó en 1831 El Propagador de los conocimientos útiles (Madrid), con una Nueva serie en 1832 y otra en 1838. Allí insertó numerosos artículos de Química y Farmacia, pero también de ferrocarriles, tecnología, dominio de los ingleses en la India, etc. En 1832 dejó la cátedra, al ser nombrado oficial tercero en la clase de quintos de la Secretaría de Estado. Se le confió la instalación del alumbrado de gas en el Palacio Real, lo que le valió la cruz de comendador de la Orden de Isabel la Católica, y a finales de 1833 fue nombrado director de la Compañía del Gas. Tradujo el Tratado de los medios de averiguar las falsificaciones de las drogas simples y compuestas y de comprobar su grado de pureza, de A. Bussy y A.F. Boutron-Charlard (Madrid, 1835). Desde el 23 de mayo de 1835 hasta el 21 junio 1836 fue vocal de la Junta de Protección del Museo de Ciencias Naturales. Su relación científica con Ramón de la Sagra le valió el nombramiento de catedrático de Química en La Habana (21 de junio de 1836, se incorporó en 1837), pero no pudo trabajar conjuntamente con La Sagra, que volvió a España en 1835. En Cuba trabajó especialmente en los diferentes métodos de elaboración del azúcar. Se le deben algunas contribuciones a las Memorias de la Sociedad Patriótica de la Habana (1840 y 1848), Discurso inaugural que al instalarse en la Habana la Cátedra especial de Aplicación de la Física y de la Química a la Industria y a la Agricultura (Habana, 1845). Fue director del Instituto de Investigaciones químicas de la Habana (1848), del que fue fundador, corresponsal de la Academia de Ciencias de Baviera, y colaborador del Boletín oficial del Ministerio de Comercio, 1849. Sus Cartas a Álvaro Reynoso se publicaron en la Habana en 1985.
Es autor de algunos análisis de aguas minerales, terreno en el que propuso ciertas técnicas analíticas de su invención. Por último, otras investigaciones suyas están relacionadas con sustancias naturales, como la suberona extraída del corcho, minas, etc.
Bibliografía
Fuentes.
Sus primeras actividades fueron como traductor del Formulario de Abagendi (1822) y de la obra de Bautrón Charland, Medios de reconocer las adulteraciones de las drogas (1833).
MAFFEI, E, RÚA FIGUEROA, R. Apuntes para una Biblioteca Española de libros, folletos y artículos, impresos y manuscritos relativos al conocimiento y explotación de las riquezas minerales y a las ciencias auxiliares. Madrid, J.M Lapuente, 1871-1872. Vol. I, pp. 136-137 y vol. II. pp. 566-567.
ROLDÁN GUERRERO, R. Diccinario biográfico y bibliográfico de autores farmacéuticos españoles. Madrid, 1958-1976.vol. I, pp. 624-625. Contiene un inventario de sus publicaciones.
PALAU DULCET, A. Manual del librero hispano-americano. Barcelona-Madrid, J. M. Viader. 1948-1977. Figura en ellas el periódico frustrado que dirigió por breve tiempo, El propagador de conocimientos útiles, Madrid, Álvarez, 1831.
Estudios.
ANTÓN RAMÍREZ, B. Diccionario de Bibliografía agronómica, y de toda clase de escritos relacionados con la Agricultura. Madrid, M. Rivadeneyra, 1865. P. 833.
ROLDÁN GUERRERO, R. Un siglo de enseñanza de la Química en la Universidad de Madrid. Anales de la Real Academia de Farmacia, 23 (1957), 337-362.
