A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
MedicinaBiografía

Casal Julián, Gaspar (1680-1759).

Médico español, nacido en Gerona en 1680 y muerto en Madrid en 1759.

Vida

Pasó su infancia en la localidad soriana de Utrilla, de donde procedía su madre y a la que se trasladó su familia antes de 1686. Continuó después su residencia, hasta 1713, en la zona del obispado de Sigüenza comprendida entre Utrilla, Atienza y la propia Sigüenza. En el prólogo de su Historia Natural y Médica del Principado de Asturias, Casal destaca que desde 1706 a 1712 trabajó en estrecha colaboración con el boticario Juan Manuel Rodríguez de Luna, quien entonces vivía en Atienza y anteriormente había estado largo tiempo en Roma al servicio del papa Inocencio XI. Lo llama "el más excelente naturalista, botánico y químico de cuantos conocí en mi vida" y lo considera su principal maestro en estas materias, subrayando que "trabajé tanto por adelantar como él trabajó los años que estuvo en Roma... (porque) deseo que ninguno juzgue que me meto a tratar de las cosas físicas, sin noticia ni estudio de ellas". En otros lugares de su libro trata del clima, la historia natural y la sanidad de la zona citada y de la vecina parte del ducado de Medinaceli donde están situados Finilla del Olmo, Barahona y Romanillos. También se ocupa de algunas fábricas que por allí estaban situadas, como la salitrería que el duque del Infantado tenía en Somolinos, junto a Atienza.

Todos estos testimonios han sido aducidos como pruebas de que Casal ejerció ya como médico en la zona en cuestión antes de 1713, cosa que en absoluto permiten afirmar los textos. Quizá trabajó entonces allí como cirujano o como ayudante de boticario, aunque lo único seguro es que, en septiembre de dicho año, recibió el grado de bachiller en artes en la Universidad de Sigüenza y que, poco después, se graduó en medicina en una institución desconocida. Lo más probable es que lo hiciera en la misma Universidad de Sigüenza, donde cuarenta años más tarde obtendría el grado de bachiller de medicina su hijo Benito Ignacio. Al final de su vida, Gaspar Casal se seguía considerando seguntino y cuando dictó testamento manifestó que "era natural de Utrilla, diócesis de Sigüenza". Desde 1713 a 1717, Casal residió en Madrid, y llegó a asistir como médico a personajes de cierto relieve. Sin embargo, "me probó tan mal su seco temperamento (muy frío en invierno y caliente en el verano) -afirmó más tarde- que, conociendo el riesgo con que me amenazaba, me vi precisado a dejarlo y marchar para Asturias el verano de 1717". En Oviedo residió durante treinta y cuatro años. Tras recibir la ayuda del duque del Parque, fue nombrado en 1720 médico de la ciudad, cargo que ocupó hasta ser designado en 1729 médico del cabildo.

A partir de estas fechas tuvo una gran fama profesional, que desbordó la capital y se extendió a todo el Principado, por cuyo territorio realizó varios viajes, efectuando también algunos por Galicia. En Oviedo, Casal cultivó la amistad de Benito Jerónimo Feijó, quien se encontraba entonces en la cumbre de su actividad intelectual y también de su prestigio e influencia. Las veladas en la celda del benedictino desempeñaron el papel de una "tertulia" o "academia" en la que Casal pudo conocer publicaciones nuevas, intercambiar ideas y planificar experiencias. Por otro lado, Feijóo pesó en su adscripción a la mentalidad empirista que procedía de Francis Bacon.

En 1751, Casal volvió a Madrid, tras haber sido nombrado médico de cámara supernumerario de Fernando VI, casi al mismo tiempo que Andrés Piquer. Igual que éste, entró a formar parte del Tribunal del Protomedicato en 1752, año en el que también fue designado miembro de la Real Academia Médico-Matritense. La producción científica de Casal fue recogida después de su muerte en un volumen titulado Historia Natural y Médica del Principado de Asturias, que publicó en 1762 José García Sevillano, otro médico de cámara amigo suyo. Va encabezado por una presentación y un prólogo del editor, otro prólogo del autor -al que antes hemos aludido- y una carta anónima pero que se supone con fundamento escrita por Martín Sarmiento, en la que el famoso benedictino agradece y comenta la "caja de producciones naturales" que Casal le había enviado a Madrid desde Oviedo. Incluye a continuación seis escritos diferentes de Casal que constituyen otras tantas partes de la obra.

La primera de ellas, titulada "Historia physico-médica de el Principado de Asturias", es un estudio médico del ambiente de la región, de acuerdo con las pautas propias del ecologismo hipocrático, seguido de una noticia de las principales "enfermedades endémicas" en ella. Se ocupa de las "situaciones de los pueblos" desde el punto de vista de su salubridad, de las "aguas" y de la "atmósfera", "vientos" y clima, y ofrece apuntes muy breves sobre minerales y vegetales; la exposición está a menudo interrumpida por digresiones y "apéndices", algunos de gran interés, como los dedicados a sus experiencias analíticas de las aguas mineromedicinales de Trillo y Priorio, a la descripción del "visco corylino" o muérdago de roble o a la discusión del concepto de "sal". Estudia las "enfermedades familiares o endémicas de la región" a base de sus propias observaciones; sobre algunas, como las "lombrices" y los "cálculos de los riñones", ofrece una serie de historias clínicas comentadas, y sobre otras, descripciones sintomatológicas, entre las que destaca la relativa al ataque histérico.

La segunda parte refleja, ya desde su título, la orientación del "hipocratismo" de Casal. "Brevissimo tratado, en que con experiencias se declara, que para entender las importantes doctrinas, y sentencias de Hippocrates, valen más las observaciones prácticas, que la lectura, y estudio de los Comentadores de ellas." De acuerdo con dicha orientación, intenta, por ejemplo, justificar el aforismo hipocrático según el cual la fiebre es un buen signo pronóstico en las apoplejías, recurriendo a la experiencia que sobre el tema había reunido durante dos décadas.

La tercera parte está dedicada a las "constituciones epidémicas" observadas en Asturias en años concretos que van, con interrupciones, desde 1719 hasta 1750. En la misma línea que Thomas Sydenham, Casal utilizó el término "constitución epidémica" para designar lo que los hipocráticos llamaron "katástasis", es decir, el perfil meteorológico y clínico de un período determinado. Sobresale en esta parte de su obra el capítulo "Catarros ferinos epidémicos que acontecieron a los niños en el año 1724", que incluye una magistral descripción clínica de la tosferina.

El cuarto escrito, titulado "Historia affectionum quarundam regionis hujus familiarum", se ocupa de las enfermedades que Casal consideraba más propiamente "endémicas" de Asturias: la sarna, la lepra, el "mal de la rosa" y el "asma seco hidropiforme de los pulmones". Es la parte más importante y conocida de su obra, principalmente porque contiene la primera descripción nosográfica del "mal de la rosa" o pelagra y, con ella, el punto de partida del estudio clínico de las enfermedades carenciales. Entre las aportaciones españolas a la medicina universal es una de las de mayor relieve y también una de las que han obtenido un reconocimiento más generalizado. A partir de 1751, empezó a difundirla al resto de Europa François Thiéry, médico de cámara de Luis XIV de Francia, que había conocido a Casal en Madrid.

La quinta parte consiste en la historia de un caso clínico y la correspondencia que, con motivo del mismo, cruzaron Casal y varias celebridades médicas parisinas, entre ellas, Jean Astruc y Jean-Louis Petit. La sexta y última, es una breve monografía sobre el "succino" o ámbar amarillo, que Casal había encontrado en Asturias.

Casal puede ser considerado como el más destacado seguidor de la mentalidad antisistemática entre los médicos españoles de la primera mitad del siglo XVIII. Influido principalmente, como ya se ha dicho, por el pensamiento de Francis Bacon y la obra médica de Thomas Sydenham, defendió una postura fundamentada en el "empirismo racional", es decir, en la observación clínica unida a los saberes básicos, especialmente, en su caso, la química, la anatomía y la descripción histórico-natural del ambiente. Para situar adecuadamente su obra conviene anotar que Casal se lamentó de no poder realizar en Oviedo autopsias anatomoclínicas -entonces habituales en otros lugares de España- y que, entre sus ideas etiológicas, figuraban unos "epidémicos venenos", integrados por "disposiciones de los mínimos átomos... que no pueden registrar los sentidos más perspicaces".

Bibliografía

Fuentes

Historia Natural, y Médica de el Principado de Asturias..., Madrid, Manuel Martín, 1762. Se publicó una reedición en Oviedo, Escuela Tipográfica del Hospicio, 1900, que fue reimpresa también en Oviedo, Diputación Provincial, 1959. Esta reedición lleva traducidas al castellano las partes latinas del origen e incluye notas de A. Buylla y R. Sarandeses de carácter médico y científico sin ninguna perspectiva histórica, así como un estudio biográfico por F. Canella, citado a continuación.

Estudios

CANELLA, Fermín: Noticias biográficas de don Gaspar Casal, pp. XIII-XXXIX de la reedición de 1959, recién citada, de la Historia Natural, y Médica (principal aportación de documentos de archivo).
PEYRI ROCAMORA, Jaime: Mal de la rosa: su historia, causa, casos, curación, Masnou, Laboratorios del Norte de España, 1936, pp. 1-13 (publicación del acta bautismal). (Prólogo a Gaspar Casal).
H. MAJOR, Ralph: "Don Gaspar Casal, François Thiéry and pellagra", Bulletin of the History of Medicine, 16 (l944), 351-361.
SANCHO DE SAN ROMÁN, Rafael: Vida y obra de Gaspar Casal, Salamanca, Seminario de Historia de la Medicina, 1959.
LAÍN ENTRALGO, Pedro: Gaspar Casal y la medicina de su tiempo, Oviedo, Diputación Provincial, 1959.
MARTÍNEZ FERNÁNDEZ, J. "Pediatría en Gaspar Casal (1680-1759)", Acta Pediátrica Española, 19 (1961), 45-54.
ALBARRACÍN, A. "Gaspar Casal y el concepto moderno de especie morbosa", Asclepio, 35 (1983), 189-194.

José María López Piñero

Autor

  • L. P. Piñero