Juan de Cartagena (¿-1520): El Navegante Que Se Rebeló ContraMagallanes
Orígenes y Formación de Juan de Cartagena
El origen de Juan de Cartagena
Juan de Cartagena fue un marinero y capitán español cuya biografía permanece rodeada de misterio, especialmente en lo que respecta a su lugar y fecha de nacimiento. Aunque los detalles precisos son inciertos, se cree que pudo haber nacido en la ciudad de Burgos, una localidad con una notable tradición marinera en la España de la época. Su nombre aparece en los registros históricos a partir de su participación en la famosa expedición de Fernando de Magallanes a las Islas Molucas, conocida como la primera circunnavegación del globo.
Su formación marinera y sus conexiones familiares
Cartagena parece haber sido un hombre de considerable experiencia en el mar, lo cual le permitió ascender rápidamente dentro de las filas de la marina española. Su ascenso no solo fue producto de su habilidad, sino también de su parentesco con Juan Rodríguez de Fonseca, obispo de Burgos y una de las figuras más influyentes en la política marítima de la época. Fonseca, que ejercía una enorme influencia sobre las decisiones relacionadas con los viajes de exploración, fue clave para el destino de Cartagena, quien se benefició de esta conexión familiar. De hecho, se cree que Fonseca promovió la carrera de Cartagena, guiándolo hacia posiciones de responsabilidad en la expedición de Magallanes.
La influencia de Fonseca en su carrera
Fonseca, como confidente del emperador Carlos V, tenía un papel crucial en la administración de la flota de las Indias. Fue él quien canalizó la xenofobia de los castellanos hacia los portugueses, lo que resultó en la promoción de personas como Cartagena, que compartían la desconfianza hacia los marinos lusos que formaban parte de la tripulación de Magallanes. En este contexto, Cartagena no solo representaba los intereses de la corona española, sino también los de su mentor, Fonseca, quien buscaba equilibrar el poder dentro de la expedición, dado el predominio portugués en la tripulación.
La Expedición a las Molucas: El Ascenso de Cartagena
La expedición a las Islas de la Especiería
En 1519, Magallanes zarpó con su flota desde el puerto de Sanlúcar de Barrameda con el objetivo de encontrar una ruta hacia las Islas Molucas, un archipiélago rico en especias y codiciado tanto por españoles como por portugueses. Fue en esta expedición donde Juan de Cartagena alcanzó el punto culminante de su carrera, al ser designado como uno de los principales oficiales de la armada, específicamente como capitán de la nao San Antonio. Su experiencia y las conexiones políticas de su familia lo hicieron un candidato ideal para este cargo.
El nombramiento como capitán de la nao San Antonio
El 30 de marzo de 1519, Cartagena recibió un importante nombramiento del emperador Carlos V: se le otorgó el título de capitán de la nao San Antonio, una de las naves clave de la expedición. Además, se le otorgaron responsabilidades como «veedor de la Armada», lo que le confería un poder considerable sobre las decisiones operativas del viaje. A esto se le sumó una renta anual de sesenta mil maravedíes, lo que reflejaba la confianza que la corona depositaba en él para asegurar los intereses de España en la expedición.
La rivalidad con los portugueses y su influencia en la expedición
La relación entre Cartagena y los portugueses en la expedición fue tensa desde el inicio. Aunque Magallanes, el líder de la expedición, era portugués, los intereses de los marinos españoles, como Cartagena, estaban en conflicto con los de sus contrapartes lusas. La xenofobia hacia los portugueses estaba en auge en España en este periodo, y Cartagena jugó un papel clave canalizando estos sentimientos. Su actitud se reflejó en sus constantes fricciones con Magallanes, quien, a pesar de ser el líder nominal, tuvo que enfrentarse a la creciente resistencia de los marinos españoles.
La Travesía hacia el Nuevo Mundo
El inicio del viaje en 1519
La expedición de Magallanes partió de Sanlúcar el 10 de agosto de 1519, con rumbo hacia las Islas Canarias, donde la flota hizo una parada para aprovisionarse. Durante la travesía hacia el oeste, Magallanes ordenó un cambio de rumbo, lo que provocó una serie de disputas entre él y Cartagena. Aunque Magallanes justificó el cambio como necesario para evitar la dispersión de la flota, Cartagena se mostró reacio, argumentando que cualquier cambio de ruta debía ser aprobado por los capitanes y oficiales, incluidos él mismo.
Conflictos con Magallanes durante el viaje
Este desacuerdo reflejó las tensiones crecientes entre los dos hombres. Magallanes, acostumbrado a un liderazgo autoritario, no aceptó bien la oposición de Cartagena. Un incidente significativo ocurrió cuando Magallanes cambió de rumbo hacia el sur sin consultar con su equipo. Cartagena se sintió desautorizado y desafió a Magallanes, exigiendo explicaciones por su cambio unilateral de dirección. Esta confrontación marcó el inicio de una relación cada vez más conflictiva entre los dos, que sería decisiva para los eventos posteriores de la expedición.
El incidente en las Islas Canarias
El primer enfrentamiento serio entre Cartagena y Magallanes ocurrió en las Islas Canarias, cuando Magallanes tomó decisiones sin consultar a los demás oficiales de la flota. Cartagena, al ser uno de los líderes de la expedición, sintió que se le había marginado, lo que incrementó las tensiones. Aunque este desacuerdo no tuvo consecuencias inmediatas, estableció un precedente de desconfianza entre los dos, que solo crecería a medida que avanzaba la travesía hacia el Nuevo Mundo.
La Llegada a San Julián: El Motín de la Expedición
El ambiente de tensión en San Julián
En marzo de 1520, la expedición de Magallanes llegó finalmente al puerto de San Julián, en la costa sur de la actual Argentina, con el propósito de invernar y repararse después de una travesía agotadora. En ese momento, las tensiones entre los oficiales españoles y el liderazgo de Magallanes llegaron a su punto máximo. El comportamiento autoritario de Magallanes y su creciente concentración de poder en manos de los portugueses habían alimentado el descontento entre muchos miembros de la tripulación española, incluida la de Cartagena. Fue en este ambiente de hostilidad donde surgió el motín que cambiaría el curso de la expedición.
El motín contra Magallanes
El 1 de abril de 1520, Domingo de Ramos, Magallanes convocó a todos los capitanes y pilotos a una misa en tierra y luego a una comida a bordo de su nave. Sin embargo, tres figuras clave de la expedición—Juan de Cartagena, Gaspar de Quesada y Luis de Mendoza—no asistieron, y esto marcó el inicio de la conspiración. Esa noche, Cartagena, Quesada y un grupo de treinta hombres abordaron la nao San Antonio, donde Cartagena fue proclamado capitán, reemplazando a su anterior comandante. Juntos, exigieron que Magallanes cumpliera con las órdenes reales y que detuviera su rumbo errático, al que culpaban de poner en peligro la vida de la tripulación.
La postura de Cartagena y sus aliados
El motín que los amotinados habían planeado tenía como objetivo destituir a Magallanes y tomar el control de la expedición. Los amotinados creían que el cambio de rumbo de Magallanes hacia el sur era injustificado y peligroso. Además, Cartagena y sus aliados querían que se cumpliera lo que consideraban las órdenes del emperador Carlos V, que no estaban siendo respetadas. El motín contó con el apoyo de varios miembros de la tripulación, incluidos aquellos de la nao Victoria, quienes se unieron al levantamiento, pero no todos los oficiales fueron partidarios de esta acción. En particular, Juan de Elorriaga, maestre de la San Antonio, se opuso al motín, lo que llevó a Quesada a herirlo en un brazo durante un enfrentamiento.
La Represión de Magallanes y la Caída de Cartagena
La respuesta de Magallanes ante el motín
Magallanes, al ser informado del levantamiento, se negó a ceder y convocó una reunión con los amotinados a bordo de su nave. Los conspiradores exigieron una reunión cara a cara, pero Magallanes rechazó la propuesta y, en su lugar, envió al tesorero Luis de Mendoza a recibir las demandas. Sin embargo, lo que parecía ser un intercambio pacífico de quejas rápidamente se convirtió en tragedia. Al comenzar Mendoza a leer las demandas, fue asesinado por orden de Magallanes, quien, furioso por la insubordinación, tomó medidas extremas para restaurar el control.
El juicio sumario y las ejecuciones
Tras el asesinato de Mendoza, Magallanes actuó rápidamente. Apresó a Cartagena, quien aún mantenía su autoridad sobre la Concepción, y a los principales conspiradores. Aunque el general sabía que el castigo debía ser ejemplar, no podía ejecutar a todos los amotinados, ya que se arriesgaría a perder a una gran parte de su tripulación. Sin embargo, en un acto de severidad, ordenó la ejecución de algunos de los cabecillas del motín. Gaspar de Quesada fue decapitado, mientras que Luis de Mendoza fue desmembrado tras su ejecución.
El destino final de Cartagena
Juan de Cartagena, a pesar de haber sido uno de los principales instigadores del motín, no fue ejecutado. Sin embargo, Magallanes decidió que debía ser dejado atrás en tierra, en el puerto de San Julián. Junto a él, fue enviado Pedro Sánchez de la Reina, otro de los amotinados. A diferencia de Quesada y Mendoza, Cartagena fue condenado a una suerte menos violenta, pero igualmente cruel: quedó abandonado en el inhóspito puerto de San Julián, donde probablemente murió poco después, en condiciones extremas.
Reflexión sobre el Legado de Juan de Cartagena
La historia olvidada de un navegante amotinador
El nombre de Juan de Cartagena no es tan conocido como el de otros participantes en la histórica expedición de Magallanes, como el propio Magallanes o el cronista Antonio Pigafetta. Sin embargo, su rol en los eventos que marcaron el destino de la expedición no debe subestimarse. Cartagena encarna las tensiones y las luchas internas que definieron no solo la expedición de Magallanes, sino también el complejo panorama político y social de la época. Su rebelión contra el liderazgo portugués, aunque condenada, pone de manifiesto las profundas divisiones dentro de la armada y las dificultades de gobernar una expedición internacional en tiempos de rivalidades nacionales.
La importancia del conflicto en la expedición de Magallanes
El motín de San Julián, en el que Cartagena jugó un papel crucial, representa uno de los momentos más dramáticos de la historia de la exploración. Aunque Magallanes logró sofocar la rebelión y mantener el control, el conflicto demostró las tensiones inherentes a las expediciones de descubrimiento, en las que los intereses políticos y personales a menudo chocaban. Este motín no solo fue un desafío para Magallanes, sino también un recordatorio de las complejidades de liderar un proyecto de tal envergadura.
En conclusión, Juan de Cartagena puede ser considerado una figura trágica cuya ambición y desobediencia lo llevaron a desafiar a uno de los más grandes navegantes de la historia. A través de su participación en el motín de San Julián, Cartagena dejó una marca en la historia que, aunque breve, es fundamental para entender las dificultades que enfrentaron los navegantes de la época. Su historia, marcada por la traición y la confrontación, resalta los sacrificios y las tensiones internas que acompañaron a una de las expediciones más importantes de la historia de la navegación.
MCN Biografías, 2025. "Juan de Cartagena (¿-1520): El Navegante Que Se Rebeló ContraMagallanes". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/cartagena-juan-de-marino [consulta: 3 de octubre de 2025].