A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PolíticaHistoriaBiografía

Carranza Ayarza, Luis (1843-1898).

Médico y político peruano, nacido en Ayacucho el 10 de octubre de 1843 y muerto el 28 de julio de 1898. Fue uno de los directores más importantes de El Comercio, periódico fundamental de la vida política e intelectual peruana y dirigente principal del civilismo. Fundó la Sociedad Geográfica de Lima y escribió sobre la condición indígena y la descentralización.

Era hijo del coronel Francisco Carranza Zavala, huanuqueño de origen que por motivo de servicio vivió en Ayacucho, donde contrajo matrimonio con Manuela Ayarza Carrasco, descendiente de un héroe ayacuchano, el coronel Domingo Ayarza. Luis Carranza fue el mayor de cuatro hermanos, aunque tenía un hermano de padre, nacido antes del matrimonio.

El coronel Francisco Carranza falleció en el campo de batalla de La Palma, en enero de 1855, defendiendo el gobierno de Echenique. Los niños quedaron con la madre y la familia de ésta. Luis Carranza estudió en la Escuela Municipal de Ayacucho y luego en el Colegio San Ramón de la misma ciudad. Terminado el cuarto año de secundaria se trasladó a Lima, y culminó su educación en el colegio Guadalupe, célebre en la época por el liberalismo que le imprimiera Sebastián Lorente, su director.

En Lima, Luis Carranza vivió con su tía materna Dominga, esposa de José Manuel Amunátegui, director fundador de El Comercio. Este matrimonio, que no había tenido descendencia, lo hizo en la práctica su hijo adoptivo. Carranza se inscribió en la facultad de Medicina de Lima, y se licenció como médico cirujano en 1868. Siendo todavía estudiante, marchó al Callao al combate del 2 de mayo de 1866, en donde auxilió a numerosos heridos. Una vez graduado de médico, retornó a Ayacucho a ejercer su profesión. Personas de su educación eran escasas en provincias, por lo que no es extraño que fuera elegido diputado suplente de la provincia de Huamanga para la legislatura de 1870.

Entre 1870 y 1873 vivió en Lima, en donde se convirtió en un activo organizador del Partido Civil, que llevara a Pardo a la presidencia de la república. En 1873 retornó a Ayacucho para combatir una revuelta contra el gobierno. Al año siguiente estuvo en Andahuaylas atendiendo a las víctimas de una epidemia de tifus, lo que le valió ser elegido diputado por la provincia. En la década de los setenta participó en los ásperos debates desarrollados en las cámaras sobre la expropiación de las salitreras. En 1879, ya con la guerra en ciernes, presentó un proyecto de ley por el cual se entregaba la administración del guano y el salitre a los tenedores de los bonos de la deuda externa peruana, lo que tal vez hubiera complicado los planes de Chile. El proyecto, sin embargo, no fue aprobado.

Combatió en la defensa de Lima en San Juan y Miraflores. Herido en una de las batallas, se retiró a Tarma, donde editó el periódico El Perú. Estuvo al lado de su paisano Andrés Cáceres en la guerra contra los chilenos, y éste lo nombró finalmente ministro de Guerra. No era su especialidad, pero había que improvisar hombres para lo que se requería. Peleó en Marcavalle, Concepción y Pucará contra las fuerzas enemigas, y armó con su peculio a las tropas. Fue uno de los delegados de Cáceres para las negociaciones con Iglesias en 1884, que no alcanzaron fruto. Encumbrado Cáceres a la presidencia de la república, fue elegido senador por Ayacucho en 1886 y nuevamente en 1890.

En 1876, Carranza asumió conjuntamente con José Antonio Miró Quesada la administración del diario El Comercio. Debido al viaje de éste a Europa como delegado del gobierno peruano, asumió personalmente la dirección del periódico en los años turbulentos de la guerra con Chile. Enfrentado a Piérola, dictador desde diciembre de 1879, sufrió la censura de imprenta y el periódico dejó de publicarse entre el 16 de enero de 1880 y el 22 de octubre de 1883.

Ya desde esos años, Carranza escribió muchos artículos sobre temas científicos y culturales. Se encargaba también con frecuencia de escribir la columna editorial de El Comercio, donde hizo campaña por la descentralización fiscal y el reordenamiento político del país tras la derrota en la guerra del Pacífico. Carranza representa en tal sentido a los civilistas que rodearon a Cáceres y le sirvieron de asesores, preparando el retorno del partido al control del Estado al final del siglo. No fue ésta, sin embargo, una labor animada por el solo deseo del poder, sino una colaboración espontánea en una época de desconcierto en que hombres como Carranza no podían quedar en silencio.

En 1895, elegido nuevamente al parlamento, libró una gran batalla por la libertad de imprenta contra el nuevo régimen de Piérola. La última década de su vida estuvo consagrada, además de a la política, a la erección de la Sociedad Geográfica de Lima, organismo que fundó en 1888. En ella reunió a un grupo de hombres de ciencias interesados en el conocimiento del país. Sacaron a la luz un Boletín donde se publicaron estudios sobre la economía y la realidad social de las provincias, preparándose varios mapas y estimaciones demográficas. Se encargó del estudio de nuestras fronteras y de la organización del archivo del Ministerio de Hacienda, base del Archivo General de la Nación.

Además de la recopilación de sus artículos científicos La ciencia en el Perú del siglo XIX, pueden consultarse con provecho sus Apuntes de un viajero de 1887, su Informe sobre los límites del Perú y Bolivia, una Biografía de Domingo Ayarza y otra Colección de artículos, con importantes apuntes sobre los indígenas y la realidad social del departamento de Ayacucho. Algunos, sin embargo, encuentran en sus trabajos ecos del darwinismo social en boga en la época, que justificaba la inferioridad de la raza nativa. Cuando contaba con 55 años de edad, un ataque al corazón terminó con su vida, el 28 de julio de 1898. Su fotografía en la edición del día siguiente de El Comercio fue la primera que publicó ese diario.

Autor

  • Carlos Contreras