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MúsicaBiografía

Carlevaro, Abel (s. XX).

Guitarrista, compositor y creador de una nueva escuela de técnica instrumental que marca un hito fundamental en la historia de la guitarra, escuela en la cual se han formado innumerables intérpretes. Nacido en Montevideo (Uruguay), el maestro Carlevaro ha sido galardonado y reconocido en todo el mundo, y se ha granjeado la estima de músicos como Hector Villa-Lobos y Andrés Segovia. Sus actuaciones en Europa, Latinoamérica y Estados Unidos han recibido la máxima aprobación de la crítica.

Carlevaro entró en contacto con la música y la guitarra por influencia directa del medio familiar en la década de los años 20. Y en la segunda mitad de los 30, cuando llegó Andrés Segovia a Montevideo, él ya era, pese a su juventud, un guitarrista destacado.

Durante esa época, Uruguay era un país que acogía a un gran número de poetas y artistas, personalidades que huían de la guerra y la intolerancia en sus países; el Uruguay en el que creció y se hizo músico guitarrista Carlevaro, tenía a la guitarra como forma de expresión de los más variados tipos culturales. En las vertientes más populares, la guitarra era el principal vehículo de la música de raíz campesina; por otra parte, también los músicos de origen africano la adoptaron para interpretar los milongones y candombes, y estaba presente de forma fundamental en el surgimiento y desarrollo del tango como música popular urbana.

Respecto a otras manifestaciones artísticas más académicas, los guitarristas uruguayos, o que vivieron en el país, se vieron directamente influidos por los españoles Francisco Callejas, Antonio J. Manjón y Carlos García Tolsa, y por el paraguayo Agustín Barrios, hasta la llegada de Segovia, que se quedaría diez años en Montevideo; con la llegada del maestro guitarrista se trasladó a Montevideo el centro mundial de la guitarra, durante un momento histórico importantísimo, pues en esos años, y de la mano de Segovia, la guitarra se instalaba de forma definitiva en las grandes salas de todo el mundo; empezaban a tenerla en cuenta algunos grandes compositores internacionales, que escribieron obras para ella, y las casas discográficas comenzaban a incluir guitarristas en sus ediciones.

En esos años, además de haber mantenido un estrecho contacto con Segovia, Carlevaro conoció a Villa-Lobos en Montevideo y luego fue invitado por el maestro brasileño a visitar Río de Janeiro para trabajar con él.

De esas fuentes bebió y en ese ambiente creció Carlevaro. Pero también supo captar los nuevos interrogantes que planteaba la guitarra en tal proceso de desarrollo, captó las carencias de aquello que se tomaba como escuela establecida y que venía desde Europa, y asimiló ciertos elementos desarrollados en los ámbitos populares y no escolásticos.

Se conjugan así los tres componentes decisivos para que surgiera la escuela: el ambiente favorable, el momento histórico de desarrollo del instrumento y la personalidad adecuada. En esa personalidad se unen la música aprendida casi como su propia lengua y un espíritu crítico, abierto e imbuido del instrumental de la lógica más rigurosa. Carlevaro adopta una actitud critica ante lo considerado académico, para poder cuestionar todo lo que se tomaba como verdades establecidas e inmutables. Posee una mentalidad abierta para poder asimilar las buenas soluciones de los guitarristas "no académicos", muchos de los cuales, gracias a que trabajaban un solo instrumento, lo habían desarrollado de un modo óptimo. Y con todos estos datos, elaboró con el fruto de sus años de paciente e infatigable tarea una Teoría Instrumental y creó una verdadera Escuela guitarrística.

Su técnica está basada en el principio de máximos resultados con el mínimo esfuerzo y para ello ha revalorizado el tiempo dedicado a la actividad mental en relación con el que se destina a la ejercitación mecánica. Esta técnica es conocida por su precisión, claridad y amplia utilización de un colorido tonal. Su método se ha publicado en múltiples ediciones e incluye la Escuela de Guitarra, Clases Magistrales de Carlevaro y la Serie Didáctica.

Pero lo que ha propuesto Carlevaro es que la mecánica del instrumento no esté supeditada a las eventuales habilidades innatas de alguien especialmente dotado, y también que no exija largas horas de esfuerzo físico la superación de cada dificultad. Sostiene que el verdadero estudio se da en tiempos cortos de gran concentración mental, y busca ante todo una economía de las energías.

En realidad, Carlevaro ha revolucionado (en el sentido más literal del término) los principios básicos de la ejecución guitarrística y ha dado la vuelta a muchos de los preceptos que existían hasta entonces como verdades aceptadas.

Aquella tan importante doble condición de Abel Carlevaro, de ser síntesis y superación de quienes lo precedieron, así como maestro y guía de los guitarristas de hoy, lo convierte en la figura más representativa de la guitarra uruguaya.

Sus trabajos pedagógicos, así como sus composiciones y arreglos, se han publicado en todo el mundo en la editorial Boosey & Hawkes de Nueva York, Chanterelle Music Publishers de Heidelberg y Publicaciones Barry de Buenos Aires. Carlevaro ofrece todos los años clases magistrales y es invitado con frecuencia a participar como jurado en concursos musicales. Como reconocimiento a sus muchas contribuciones a la mejora de la música, la Organización de los Estados Americanos le concedió el 18 de mayo de 1985 en Washington, D.C., el prestigioso Diploma de Honor.

Intérprete virtuoso, además de un compositor destacado y de ser el creador de una escuela nueva, es uno de los guitarristas internacionales más famosos; investigador incansable, ha establecido una concepción de la guitarra que rompe con los cánones de la construcción tradicional. Como compositor de guitarra, su obra abarca desde sus conocidos Preludios Americanos para solo de guitarra a su Fantasía Concertante para guitarra, cuerda y percusión. Su preludio Campo se ha convertido en una pieza clásica para el repertorio de guitarra, mientras que sus composiciones para orquesta han sido estrenadas por bandas tan prestigiosas como The San Francisco Contemporary Music Players y el Cuarteto Kronos. Su Concierto del Plata para guitarra y orquesta ha sido interpretado por las principales orquestas sinfónicas de Sudamérica.

En el estado de Sajonia, en Alemania, se ha creado una fundación con el propósito de fomentar y divulgar su escuela.

Ha recibido numerosas distinciones, entre ellas: el premio Morosoli de Minas, el Homenaje de la Municipalidad de Montevideo y el Candelabro de Oro de la organización B'nai B'rith en el Uruguay, la Orden de Andrés Bello del gobierno de Venezuela, el diploma de Honor (1985) y el Premio Gabriela Mistral (1995) de la organización de Estados Americanos.

Autor

  • Cecilia Guiter Viader