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PinturaBiografía

Campofiorito, Hilda (1901-1997).

Pintora brasileña, nacida en Río de Janeiro el 3 de agosto de 1901 y muerta en Niterói el 16 de enero de 1997. Además de la pintura, Hilda E. Eisenlohr -o H.E.C., como solía firmar sus obras- cultivó otras expresiones artísticas, como la decoración de cerámica, la escultura, los mosaicos, la ilustración gráfica, etc. Fue una artista muy conocida en el escenario artístico brasileño desde su primera muestra colectiva en la XXXIII Exposición General de Bellas Artes de Río de Janeiro (1926) hasta su última exposición, a la edad de 93 años, en el Museo Antonio Parreiras, de Niterói.

En 1924 ingresó como alumna libre en la Escuela de Bellas Artes de Río de Janeiro, donde recibió una especial influencia de Georgina de Albuquerque. En 1929 se casó con el pintor y crítico de arte Quirino Campofiorito, quien ese mismo año ganó el Premio de Viaje al Extranjero, de forma que Hilda pudo acompañar a su marido durante su estancia en Europa; Hilda Campofiorito aprovechó los cinco años que duró el viaje para perfeccionar su preparación en Italia y Francia.

A su regreso a Brasil en 1934, junto con su esposo y su hijo Ítalo, que había nacido en París en 1933, Hilda inició su carrera profesional con la participación en exposiciones colectivas, -como la I Bienal de São Paulo (1951)-, y en todos los Salones Nacionales, además de diversas exhibiciones oficiales, como las realizadas en Londres y en Buenos Aires. En 1941 se unió al grupo que fundó la División Moderna del Salón Nacional de Arte, movimiento que trataba de instaurar las tendencias del movimiento modernista, sobre el tradicionalismo y conservatismo academicista.

En 1944 se convirtió en la primera mujer en ganar el Premio de Viaje al Extranjero, que ella realizó al interior del país. Durante ese viaje Hilda se dedicó a plasmar escenas de Ouro Preto, Congonhas, São João del Rei, Parati y Cabo Frío, tratando de captar en sus cuadros aquello que impresiona pero no de forma servil, es decir, el momento trasfigurado por la luz, la memoria del color en un determinado lapso de tiempo. Una de las característica de su obra fue precisamente ese apego a la naturaleza, no con carácter racional o mecánico, sino de connotación expresiva, en comunión con la vida. Es un sentido decorativo que penetra toda su obra, y que le imprime un carácter auténticamente de modernidad.

CCG.

Autor

  • Cipriano Camarero Gil