Cabrero Torres-Quevedo, Francisco de Asís (1912-2005).
Arquitecto español nacido el 4 de octubre de 1912 en Santander y fallecido el 26 de febrero de 2005 en Madrid. Perteneciente a la primera generación de arquitectos de la posguerra, su obra ha sido una de las más innovadoras e importantes de la segunda mitad del siglo XX en España.
Hacia 1930 estaba ya preparando su ingreso en la Escuela de Arquitectura de Madrid, y en 1932, con tan sólo veinte años, ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid). Tan sólo dos años más tarde ingresó asimismo en la Escuela de Arquitectura de Madrid, donde se graduó en 1942, una vez acabada la Guerra Civil.
En 1941 comenzó a trabajar con José Antonio Coderch, con quien le uniría una gran amistad, en la Obra Sindical del Hogar. Después viajaría a Italia, donde visitó a Giorgio de Chirico y pudo tomar contacto con la arquitectura racionalista. Por otro lado, mantuvo contactos con algunos grandes nombres de la arquitectura italiana del momento, como Adalberto Libera y Giuseppe Terragni, así como otros del resto de Europa, como Le Corbusier, Mies van de Rohe y el finlandés Alvar Aalto.
En 1942 acometió el proyecto para la Cruz de los Caídos, pero su trabajo no fue al final elegido. Ese mismo año fue nombrado arquitecto de la Obra Sindical del Hogar. Por oto lado, y también en ese mismo año, desarrolló su otra faceta artística, la de pintor, pues expuso una serie de óleos en la sala Macarrón de Madrid.
En 1948 fue nombrado arquitecto de la Feria Internacional del Campo. Por esa época trabajó también en otros proyectos con Jaime Ruiz. Al año siguiente consiguió la segunda medalla de la sección "arquitectura" de la Exposición Nacional de Bellas Artes, en colaboración con Rafael Aburto. También lograría con este último el primer premio del concurso Casa Sindical en 1949.
En 1950 visitó a Max Bill en Zúrich. También ese año fue nombrado arquitecto director de la Feria Internacional del Campo (Madrid), y recibió el primer premio Catedral de Madrid. En 1954, por su parte, recibiría el gran premio del Gobierno cubano, en la Bienal de La Habana. En 1956 viajaría a Estados Unidos, donde visitó a Frank Lloyd Wright. También realizó varios estudios para la Internacional de Cooperación y Administración sobre "Política y programación de viviendas". Asimismo, recibió el segundo premio del Concurso Ministerio de Industria y Comercio, y en 1962 fue nombrado arquitecto Asesor de las Universidades Laborales, para en 1966 alcanzar el puesto de director técnico de la Gerencia de Urbanismo del Ministerio de la Vivienda.
Asistente al XXVIII Congreso Mundial de la Federación Internacional y Urbanismo en Tokio, sería nombrado profesor especial para la Cátedra de Proyectos de la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1974.
Ya en 1985 fue nombrado encargado de cátedra en la Escuela de Arquitectura de Navarra, y obtuvo el primer premio en el Concurso del Ayuntamiento de Alcorcón (Madrid). En 1990, por su parte, se le concedió la Medalla de Oro de la Arquitectura, otorgada por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España. Al año siguiente recibió el premio COAM en colaboración José Cabrero y Carlos de Riaño, así como el premio Ateneo de Santander.
En 1992 publicó su obra sobre Arquitectura Cuatro Libros de Arquitectura, y fue nombrado director del Master en Proyectos de Arquitectura en la Fundación Antonio Camuñas, en colaboración de nuevo con Cabrero. Entre 1992 y 1993 realizó una exposición de óleos sobre arquitectura en varias ciudades de España, y obtuvo en 1995 la mención de honor del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha. En 2004, por último, recibió la mención honorífica Juan de Herrera, otorgada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria.
Intuitivo, independiente, Cabrero admiraba la obra de su amigo Coderch. Además, como viajero infatigable que fue, recorrió en solitario los cinco continentes para estudiar la evolución de la arquitectura. Toda esta experiencia está recogida en los citados Cuatro libros de arquitectura, que fueron publicados en 1992 por la Fundación COAM. Su concepción racionalista de la arquitectura puede comprobarse en su labor en la Oficina Técnica de la Obra Sindical del Hogar, en la que aplicó sus avanzadas fórmulas de normalización y estandarización de la vivienda social. En la Casa Sindical del Paseo del Prado de Madrid (hoy sede del Ministerio de Sanidad y Consumo) puede admirarse esta filosofía. También es autor del Pabellón de Cristal de la Casa de Campo en Madrid y el edificio de los juzgados de Santander.
