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PeriodismoLiteraturaBiografía

Cabrera, Sarandí (1923-2005).

Poeta, traductor, dibujante, periodista y crítico de arte uruguayo, nacido en Rivera (capital de departamento homónimo) el 14 de septiembre de 1923, y fallecido en Montevideo el 5 de abril de 2005. Activo y transgresor animador de la vida cultural uruguaya durante toda la segunda mitad del siglo XX, dejó un valioso y deslumbrante legado poético que parte de la mejor tradición de la Vanguardia europea (concretamente, del Surrealismo) para adentrarse en la poesía de militancia política (comprometida con los valores ideológicos de la izquierda) y acabar recalando en la mejor tradición de la lírica libertina universal.

Humanista fecundo y polifacético, dotado de un acusado sentido del humor y una mordacidad corrosiva que le impulsó a adentrarse en los terrenos más resbaladizos del arte y la literatura, desplegó una intensa labor en los medios periodísticos y editoriales uruguayos, aun a pesar de haber residido en diferentes lugares del extranjero durante largos períodos de su vida.

En efecto, ese viajero infatigable que fue Sarandí Cabrera vivió en Pekín (China) entre 1963 y 1965; en Santiago de Chile durante los años de 1972 y 1973; en Buenos Aires (Argentina) entre 1973 y 1977; en Växjö (Suecia) por espacio de siete años (1977-1984); en la capital austríaca en 1984; y en Ginebra (Suiza) durante casi un decenio (1985-1993). Además de estos períodos de residencia fija en los citados lugares de América, Asia y Europa, Cabrera realizó numerosos viajes de ida y vuelta a diferentes lugares del mundo. Así, en 1952 pasó a Europa para recorrer parte de Austria, Hungría e Italia; cinco años después (1957), su espíritu curioso y aventurero le llevó a Asia, donde visitó Ceylán (la actual Sri Lanka), Pakistán, Malasia y Hong Kong; en 1959 recorrió algunos lugares tan diferentes como China, la URSS y la isla de Mallorca (España); viajó también, ya en la década de los sesenta, a Italia y Francia (1966), y posteriormente recorrió, en un mismo año (1971), diversas partes de China, Italia, Francia y Albania.

Volvió a Europa en 1975, para realizar una prolongada visita que le llevó a Francia, Inglaterra, Italia, Alemania, Suiza y Suecia. Luego, tras un viaje a Yugoslavia (1978), sintió de nuevo la llamada del exotismo asiático y regresó a China (1983), para visitar con posterioridad la India en dos ocasiones (1983 y 1985). También recorrió Argelia y el Sáhara Occidental (en 1989, invitado por el Frente Polisario), y realizó varios viajes a Nairobi (Kenia) en 1991.

Esta agitada vida de un continente a otro no le impidió desplegar una intensa y fecunda actividad intelectual. En su faceta de periodista, colaboró asiduamente, durante un largo período de veinte años (195-1970), con el semanario montevideano Marcha, uno de los principales órganos portavoces de la izquierda independiente (entre 1950 y 1952, fue el principal responsable de su sección literaria). Colaboró también frecuentemente con el diario El Popular hasta 1963, y pasó a continuación a ejercer como corresponsal en Pekín de varias publicaciones uruguayas durante su bienio de residencia en la capital china (1963-1965). Posteriormente fue corresponsal en Europa (1988-1992) del rotativo La República, de Montevideo, en el que continuó colaborando, ya como articulista independiente, a partir de 1994.

Dibujante dotado de una especial capacidad para la sátira, Sarandí Cabrera publicó numerosas caricaturas en el ya citado semanario Marcha; además, dejó estampados muchos poemas originales en diversas publicaciones culturales uruguayas (como Aquí Poesía, Asir, Número, Graffiti, C.E.D.A., etc., y realizó entrevistas a algunas personalidades de la vida política y cultural internacional de la talla de Pablo Neruda, Jean Paul Sartre o Mao Tse-tung. En general, sus colaboraciones periodística abarcaron todos los temas relacionados con las humanidades: arte, literatura hispanoamericana, política internacional, cultura y revolución en China, corrientes artísticas e intelectuales en Europa, el pensamiento contemporáneo, etc.

Fue co-fundador de la revista Removedor (Montevideo, 1945), una publicación del Taller Torres-García, dedicada exclusivamente a las artes plásticas. En ella, Sarandí Cabrera dio muestras de una excelente agudeza para el ejercicio de la crítica de arte, como queda bien patente en sus artículos "Originalidad e invención" (de agosto de 1946) -donde censuraba la irregularidad formal de las obras del Grupo Madí-, y "En defensa de la pintura, de un artista y del arte moderno" (de enero de 1947) -artículo con el que respondía a una crítica publicada en esas mismas páginas por Tomas Maldonado-. Además, Cabrera fue también co-fundador, en 1949), de la revista literaria Número; de la publicación quincenal Cuestión (1971), centrada en temas políticos y culturales; y del semanario político Mini Informes, de Montevideo, que coordinó y dirigió en 1971.

Particularmente fecunda fue, asimismo, su faceta de editor, en la que brilló como socio fundador de CARUMBE, Sociedad Editora de Libros y Discos, cuya dirección asumió entre 1962 y 1965. También fue responsable, entre 1970 y 1971, de la colección "Bandera Roja", lanzada por Editorial Nativa Libros, de Montevideo; jefe de producción (1973-1975) de Schapire Editor, de Buenos Aires; co-fundador del sello editorial Vintén Editor (Växjö-Montevideo); Coordinador y editor, en 1992, de la publicación hispano-francesa 500 AÑOS; y editor, entre 1986 y 1990, de diversas publicaciones de la Organización Meteorológica Mundial (con sede en la localidad suiza de Ginebra).

Sus prolongadas estancias en el extranjero le permitieron dominar a la perfección varios idiomas (en concreto, el inglés, el francés, el italiano, el portugués y el sueco), lo que a su vez propició que se convirtiera en uno de los traductores más solicitados de Hispanoamérica. En su vasta curiosidad intelectual, vertió al castellano obras de todos los géneros (novelas, poesías, piezas teatrales, ensayos, tratados políticos...), con especial interés en los versos del poeta latino Marcial -de quien tradujo ciento sesenta y cuatro epigramas eróticos-, de los italianos Petrarca y Aretino -de quien vertió al español sus famosos sonetos lujuriosos-, del francés Ronsard y del inglés John Donne -cuyas también célebres Elegías fueron versificadas en castellano por Sarandí Cabrera-. Además, ofreció traducciones de textos de Lorenzo Médicis, del norteamericano Edgar Lee Master, del poeta chino Tu Fu-también conocido como Tzu Mei, Kung-Pu o "Tu el Viejo"-, del modernista brasileño Mário de Andrade, etc. Y prestó, asimismo, valiosos servicios como traductor a las publicaciones y editoriales Pekín Informa, Schapire Editor (de Buenos Aires) y Andrómeda (también de la capital argentina).

Sarandí Cabrera fue contratado como traductor por numerosos organismos internacionales de gran proyección, entre ellos la OMS, la OMM y la UNIDO (todos ellos pertenecientes a las Naciones Unidas, organización para la que trabajó como intérprete entre 1977 y 1990). También fue traductor en la Conferencia de Países No Alineados y en el Consejo Mundial de Iglesias.

Obra

Como escritor, el humanista de Rivera destacó fundamentalmente por la calidad de sus versos, plasmados en una de las trayectorias poéticas más variadas y sugerentes de la lírica uruguaya contemporánea. Atento, en sus comienzos, a la seductora transgresión de la Vanguardia, se dio a conocer como poeta por medio unas composiciones visiblemente influidas por los surrealistas europeos de las décadas de los años veinte y treinta, como puede apreciarse fácilmente en el siguiente fragmento de "Ad vincula", poema perteneciente a su opera prima Ónfalo (1947): "Buenas noches abuelo. / ¿Ha guardado usted otra noche los tigres de sepia? / ¿Ha recorrido el camino del melenudo león? / ¿Ha saludado al negro Raúl? / ¿Ha guardado la piedra de amatista, / ha tecleado insistentemente en la jota mayúscula, / en los dos puntos miradores / en el punto y coma que tiene cola?".

Posteriormente -y, de forma muy señalada, en los poemarios que publicó a partir de 1960-, Sarandí Cabrera (que se valió en muchas ocasiones del nombre literario de Pancho Cabrera para firmar sus escritos) quedó plenamente integrado en la poesía social, militante y comprometida, manifiesta en títulos tan reveladores de su intención como Banderas y otros fuegos (1968) o Poeta pistola en mano (1970). En este último poemario pueden leerse versos como éstos, pertenecientes al poema "Primer ráfaga", que pregonan abiertamente la tendencia estética e ideológica adoptada por el escritor de Rivera: "En consecuencia y en verdad el poeta / se propone ser bien inconveniente / para algunos / y poderosamente revulsorio / para otros. // En tal caso se expone a ser negado / censurado encarcelado golpeado / y de ser acusado al mismo tiempo / como compinche de desagradables / veraces contumaces permanentes / proveedores de hierro y exigencia [...]" ("Primera ráfaga").

En una tercera etapa de su trayectoria poética, Sarandí Cabrera, sin llegar a abandonar del todo su tono airado y reivindicativo, adopta una actitud mucho más lúdica y desenfadada, casi siempre orientada hacia la obscenidad, el juego erótico y el libertinaje. Basta citar algunos de los títulos de este período -Camasutrón (1982), Sonetos a don Pijote (1983)- para advertir el carácter ameno y lujurioso -pero siempre provocador- de las colecciones de versos que publicó a partir de 1980.

Cabe, por último, ofrecer siquiera una apresurada enumeración de los principales títulos que conforman su copiosa y variada producción poética. Se trata de Ónfalo (1947), De Nacer y Morir (1948), Conducto (1949), La furia (1958), Poso'60 (1960), Poemas a propósito (1965), Banderas y otros fuegos (1968), Poeta pistola en mano (1970), Gracias y desgracias del santo pedo (1980), Soneroticón (1981), Poeta epístola en mano (1982), Puta cicuta (1982), Oporinos (1982), Camasutrón (1982), Sonetos a Don Pijote (1983), Poemas Zoológicos (1985), Tulejos (1987), Del insurrecto (1988), Nomenclatura y apología de la concha (1989), Papeles de Volusio (1990), Quimerinos (1991) y Puta cicuta e intifada (1996).

Otras obras de Sarandí Cabrera son 37 Poemas de Mao Tse-tung (1974), El Martín Fierro para los Niños (1977), Epigramas eróticos de Marcial (1983), Volver a China (1986), Caricaturas en marcha (1987), Apuntes sobre poesía libertina (1987), China en el colapso mundial del leninismo (1990), Sonetos Lujuriosos del Aretino (1991), Elegías Completas de John Donne (1993) y Oro de la Conquista vs. Dólares Deuda Externa (1994).

Bibliografía

  • FIERRO, Enrique. "Los poetas del 45", en rev. Capítulo Oriental (Montevideo), nº 32 (1968), págs. 500-502.

  • SILVA, Elder. "Con Sarandí Cabrera", en La República (Montevideo), 19 de diciembre de 1991, pág. 49.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.