Cabral, José María (1816-1899).
Político y militar dominicano nacido en Ignacio Nuevo (San Cristóbal) en 1819 y fallecido en Santo Domingo en 1899. Fue presidente del país durante la Segunda República instaurada en 1865, tras la revolución restauradora que logró expulsar a las tropas españolas de la isla.
Cabral no participó en el movimiento trinitario de la noche del 27 de febrero de 1844, pero inmediatamente se unió a las tropas del ejército independentista y formó parte en todas las campañas militares dirigidas contra la ocupación haitiana. Su victoria en la batalla de Santomé (1845) le reportó un reconocido prestigio.
Partidario del presidente Báez, tuvo que abandonar el país cuando la revolución de 1857 derrocó al gobierno. Regresó para comandar las columnas militares que se opusieron a la anexión española en 1861 y, nuevamente, fue deportado. El retorno se produjo en 1864, año en el que Cabral formó parte activa de la guerra para restaurar la República. Derrotado el ejército español, Cabral llegó victorioso a la capital al frente de las tropas libertadoras y asumió la dirección del gobierno. Ejerció la presidencia entre el 4 de agosto y el 15 de noviembre de 1865 y, desde su nueva posición, preparó el regreso al poder de su mentor político, Buenaventura Báez que llegó al Palacio Nacional el 8 de diciembre de 1865.
No tardó en abandonar el protectorado del nuevo presidente y, desde el exilio, encabezó una fuerte conspiración contra el gobierno que él mismo había contribuido a instaurar. Apoyó a los líderes de la independencia, Luperón y Pimentel, para derrocar a Báez y, tras el gobierno provisional del triunvirato, fue nombrado presidente el 22 de agosto de 1866. Durante su mandato, que se prolongó hasta el 31 de enero de 1868, gestionó el arrendamiento de la bahía y la península de Samaná a los estadounidenses; decisión que le reportó la pérdida de confianza de sus antiguos aliados. Sin apoyos en las filas independentistas, Báez encontró el camino para derrocar a Cabral y asegurarse nuevamente la presidencia.
Exiliado en Venezuela, mantuvo su oposición al gobierno baecista y, tras el derrocamiento de Báez en 1874, regresó a Dominicana para asumir responsabilidades ministeriales en los nuevos gabinetes. Después se retiró de la vida política y murió en la capital de la República en 1899.
