A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
DeportesBiografía

Bubka, Sergei (1963-VVVV).

Sergei Bubka, plusmarquista mundial de salto con pértiga.

Pertiguista ucraniano, nacido en Voroshilovgrad en 1963. Está considerado como el mejor saltador de pértiga de todos los tiempos, así como uno de los atletas más destacados de la historia de este deporte. Fue el primer hombre que saltó por encima de los seis metros.

Su llegada a la élite mundial

Practicó el atletismo desde su infancia, y sus condiciones físicas le encaminaron hacia las pruebas de saltos, donde pronto alcanzó marcas de gran nivel. A los once años ya superaba el listón situado a 2,70 m de altura, y durante su etapa junior, en 1980, se proclamó campeón de la Unión Soviética de pruebas combinadas, realizando un salto con pértiga en el que se elevó por encima de 5,10 m, lo cual le hizo decantarse definitivamente por esta especialidad. Pronto se hizo un hueco entre los mejores saltadores del continente, y en 1983 se convirtió en el número uno de la especialidad al ganar el concurso correspondiente al Campeonato del Mundo al aire libre, celebrado en Helsinki. En lo referente a las marcas, tal condición se vio refrendada el 26 de mayo de 1984, en Bratislava, ciudad en la que consiguió su primer récord del mundo, superando en dos centímetros la anterior marca del francés Thierry Vigneron y fijándolo en 5,85 m. Fue la primera de una larga serie de mejoras en el tope universal de la disciplina, que se prolongarían a lo largo de diez años.

Los años de reinado

El boicot efectuado por la Unión Soviética y varios de sus países aliados a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles le impidió optar a su primer título olímpico, aunque pudo resarcirse un año más tarde, en el verano de 1985, al convertirse en el primer hombre que lograba superar la mítica barrera de los seis metros, en un concurso celebrado en París. En los Campeonatos de Europa al aire libre de Stuttgart, en 1986, obtuvo su primer título europeo, y en 1987 fue doble campeón del mundo, tanto indoor, en los campeonatos celebrados en Indianápolis, como al aire libre, en la edición de Roma'87. La temporada siguiente presentaba como gran cita los Juegos Olímpicos de Seúl, para los cuales Bubka fue seleccionado sin necesidad de participar en el Campeonato de la URSS, hecho revelador del enorme prestigio que había alcanzado entre sus compatriotas y de los privilegios con que le rodeaban las autoridades deportivas soviéticas. En la capital surcoreana logró su primera medalla de oro olímpica, con un salto de 5,90 m, triunfo que sería, sin embargo, el último en la máxima competición del deporte mundial, ya que, para sorpresa de especialistas y público, fracasó en los Juegos Olímpicos de Barcelona. El 7 de agosto de 1992, día de la final de pértiga, Bubka decidió reservar fuerzas para los saltos finales y desestimó las alturas más fáciles. Realizó su primer intento sobre 5,70 m, en frío y sin haber franqueado ninguna altura previa, y falló. Su siguiente esfuerzo sobre la misma altura también fue infructuoso. Tampoco pudo salvar el listón en su última oportunidad, que intentó sobre 5,75 m, por lo cual fue eliminado sin un sólo salto válido, resultado que constituyó una de las mayores sorpresas de los Juegos.

Bubka ensaya un salto.

Tras la desintegración de la URSS fijó su residencia en Alemania por motivos fiscales y deportivos, y comenzó a competir por el club berlinés Olympisher Sportclub. En su nuevo país de residencia se celebraron en 1993 los Campeonatos del Mundo al aire libre, que tuvieron por sede la ciudad de Stuttgart y en los cuales el ucraniano volador logró lo que ningún otro atleta había conseguido con anterioridad: proclamarse campeón del mundo por cuarta vez consecutiva (tras los triunfos en Helsinki'83, Roma'87 y Tokio'91). Una vez asegurado el título con un salto de 6,00 m, intentó superar su propio récord mundial de 6,13 m, establecido en septiembre de 1992 en Tokio, aunque fracasó en sus tres intentos sobre 6,14 m. Lograría elevarse por encima de esa altura en el verano de 1994, durante la reunión atlética de Sestrieres, consiguiendo el que fue su decimoséptimo récord mundial al aire libre. Un año antes había logrado en su país (en Donetsk) elevar el de pista cubierta un centímetro más, hasta los 6,15 m. Esos dos récords constituyeron el epílogo de la carrera deportiva del gran campeón ucraniano, que, no obstante, siguió compitiendo con posterioridad, aunque con un rendimiento decreciente. Llegó a competir en los Juegos Olímpicos de Atlanta, si bien se retiró por lesión.

Su extraordinaria carrera deportiva ha sido recompensada con varios galardones internacionales, entre los que destaca el Premio Príncipe de Asturias al Deporte, que le fue concedido en 1991 por "la larga trayectoria en su lucha constante por romper barreras y superarse a sí mismo, y acentuar aquellos valores más sólidos y ejemplares que conlleva la práctica deportiva". Dedicado desde su retirada a diversas tareas de promoción, está casado y tiene dos hijos.

Características técnicas y evolución de sus marcas

Bubka fue el mejor pertiguista de todos los tiempos, no sólo por sus incontestables registros (a lo largo de casi quince años de carrera ha batido más de cincuenta veces el récord del mundo de salto con pértiga, tanto al aire libre como en pista cubierta, llevándolo desde los 5,80 m vigentes en 1983 a los 6,14 al aire libre y 6,15 en pista cubierta) y títulos (una vez campeón olímpico -1992-, cuatro veces campeón del mundo al aire libre -1983, 1987, 1991 y 1993- y tres veces campeón del mundo en pista cubierta -1987, 1991 y 1993-) sino, sobre todo, por su condición de atleta precursor tanto en el estilo de salto como en el empleo de nuevos materiales. Su técnica, consistente en dar 22 zancadas al ritmo de un corredor de velocidad (menos de 11 segundos con la pértiga en la mano) para tomar un impulso medido y potente hacia el cielo, acometiendo después el listón con un depurado mecanismo de giro, le servía para sacar el máximo provecho a su gran potencia. Su portentosa fuerza física le permitía utilizar pértigas de gran rigidez, imposibles de doblar por otros atletas, que le proporcionaban una gran capacidad de ascensión. De hecho, se llegó a comprobar científicamente que sus saltos superaban los 6,35 m. Fue también pionero en la profesionalización del atletismo, ya que durante sus años de esplendor supo rentabilizar económicamente su extraordinaria capacidad, al procurar batir sus propias marcas centímetro a centímetro, para así cobrar los premios en metálico que le otorgaban sus patrocinadores.

La progresión de sus récords al aire libre fue la siguiente: 5,85 m, en Bratislava (26 de mayo de 1984); 5,88, en París (2 de junio de 1984); 5,90, en Londres (13 de julio de 1984); 5,94, en Roma (31 de agosto de 1984); 6,00, en París (13 de julio de 1985); 6,01, en Moscú (8 de julio de 1986); 6,03, en Praga (23 de junio de 1987); 6,05, en Bratislava (9 de junio de 1988); 6,06, en Niza (10 de julio de 1988); 6,07, en Shizouka (6 de mayo de 1991); 6,08, en Moscú (9 de junio de 1991); 6,09, en Formia (8 de julio de 1991); 6,10, en Malmoe (5 de agosto de 1991); 6,11, en Dijon (13 de junio de 1992); 6,12, en Padua (31 de agosto de 1992), 6,13, en Tokio (19 de septiembre de 1992), y 6,14, en Sestrieres (31 de julio de 1994).

En pista cubierta lo fue rebajando de la siguiente forma: 5,81 m, en Vilnius (15 de enero de 1984); 5,82, en Milán (1 de febrero de 1984); 5,83, en Inglewood (10 de febrero de 1984); 5,87, en Osaka (15 de enero de 1985); 5,92, en Moscú (8 de febrero de 1986); 5,94, en Inglewood (21 de febrero de 1986); 5,95, en Nueva York (28 de febrero de 1986); 5,96, en Osaka (1 de enero de 1987); 5,97, en Turín (17 de marzo de 1987); 6,03, en Osaka (11 de febrero de 1989); 6,05, en Donetsk (17 de marzo de 1990); 6,08, en Volgogrado (9 de febrero de 1991); 6,10, en San Sebastián (15 de marzo de 1991); 6,11, en Donetsk (19.03.1991); 6,12, en Grenoble (23 de marzo de 1991); 6,13, en Berlín (21 de febrero de 1992); 6,14, en Lievin (13 de febrero de 1993), y 6,15, ese mismo mes y año, en Donetsk (Ucrania).

Autor

  • José Antonio Casla Hidalgo.