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Buber, Martin (1878-1965).

Filósofo judío de origen austríaco, nacido en Viena el 8 de febrero de 1878 y muerto en Jerusalén el 13 de junio de 1965. Su "filosofía del encuentro", basada en la tradición mística hasidita, contribuyó a renovar el pensamiento hebreo contemporáneo y la filosofía existencialista religiosa del siglo XX.

Vida

Hijo del agrónomo Carl Buber, a los tres años fue enviado a vivir con sus abuelos en Lemberg (actual Lviv, Ucrania), tras ser abandonado por su madre. Su abuelo, Salomon Buber, era un rico hombre de negocios y un erudito especializado en la literatura judaica midrásica. Su abuela, Adele, pertenecía a la burguesía hebrea ilustrada. Ambos dejaron una impronta indeleble en la formación intelectual de Martin, quien recibió una cuidada educación en literatura y lenguas clásicas y aprendió hebreo de la mano de su abuelo. Durante su adolescencia en Lemberg entró en contacto con los últimos representantes del hasidismo, la tradición mística que floreció en Polonia a mediados del siglo XVIII a partir de la obra de Ba'al Shem Tob (Israel ben Eliezer).

Entre 1896 y 1900 estudió Filosofía e Historia del Arte en las universidades de Viena, Berlín, Leipzig y Zurich. Durante esta época recibió una fuerte influencia de la filosofía heroica de F. Nietzsche, que le indujo a implicarse en el movimiento sionista, por entonces emergente en Alemania. En 1901 contrajo matrimonio con la escritora Paula Winckler, una gentil pro-sionista convertida al judaísmo. Ese mismo año fue invitado por el líder sionista Theodor Herzl a editar el semanario hebreo Die Welt, pero pronto surgieron entre ambos diferencias irreconciliables, que le llevaron a renunciar a su puesto al poco tiempo. Buber era partidario de una renovación espiritual del pueblo judío a través de la educación y el hasidismo y, en lo político, se decantaba por la creación pacífica de comunidades agrarias en Palestina; en cambio, Herzl propugnaba una dura negociación diplomática para conseguir el establecimiento de un Estado judío confesional en Palestina.

Aunque continuó siendo un activo militante de la causa judía, Buber se mantuvo desde entonces apartado del ala mayoritaria del movimiento y, tras la fundación del Estado de Israel, rehusó participar en los nuevos organismos políticos. En 1904 se doctoró en Viena con una tesis sobre los místicos Nicolás de Cusa y Jakob Böhme. Sus primeras obras (Los cuentos del Rabí Nachmann, 1907; y La leyenda de Ba'al Shem, 1908), en las que indagaba en la tradición literaria hasídica, le proporcionaron fama como escritor y el reconocimiento de la comunidad intelectual hebrea de lengua germana.

En 1916 fundó la revista Der Jude, que dirigió hasta 1924. Der Jude se convirtió pronto en la publicación más representativa de la intelectualidad judía en Alemania. Desde sus páginas, Buber defendió la creación en Palestina de un estado binacional que uniera a árabes y judíos. En esta época publicó sus obras más representativas: Ich und Du (Yo y tú) y Reden über das Judentum (Discursos sobre el judaísmo), que le convirtieron en uno de los principales portavoces de la comunidad hebrea germánica. En 1920 fundó un instituto hebreo para la educación de adultos junto a su amigo Franz Rosenzweig, con quien también realizó una famosa traducción al alemán de los textos sagrados judíos (1925-1929). En 1923 comenzó a trabajar como profesor de religión y ética hebreas en la Universidad de Frankfurt. Entre 1926 y 1930 dirigió la revista pluriconfesional Die Kreatur, dedicada a temas de antropología cultural.

Al asumir el poder Adolf Hitler en 1933, los judíos fueron progresivamente excluidos de la enseñanza y la vida pública alemanas. Buber tuvo que abandonar la docencia universitaria en 1933, pero se convirtió en uno de los principales portavoces de la resistencia judía al régimen nacionalsocialista. Los dirigentes de la comunidad hebrea alemana lo nombraron director de la Oficina Central para de Educación de Adultos, que se hizo cargo de la enseñanza de los judíos segregados. Sus actividades le convirtieron pronto en blanco de la persecución nazi y, tras prohibírsele toda actividad pública, Buber tuvo que huir a Palestina en 1938, a la edad de 60 años.

Hasta 1951 enseñó filosofía social en la recién creada Universidad Hebrea de Jerusalén. Desde su emigración a Palestina escribió preferentemente en hebreo. Fue el primer presidente de la Academia Judía de Ciencias y Letras y en 1949, tras la proclamación del Estado de Israel, fundó el Instituto israelí para la Educación de Adultos, que presidió hasta 1953. Esta institución preparaba a los profesores encargados de la educación de los inmigrantes que llegaban en masa a Israel desde todo el mundo.

A pesar de su oposición a muchas de las medidas políticas del nuevo régimen, Buber conservó el reconocimiento de los ortodoxos que coparon el poder. En 1958 se convirtió en editor de la Enciclopedia para la Educación israelí. Frente a la guerra perpetua que produjo la creación de Israel, Buber siguió defendiendo, a través de su asociación Ichud (Unidad), la reconciliación con los árabes y el establecimiento de un estado binacional y pluriconfesional. En 1953 recibió el Premio de la Paz de la Industria Alemana del Libro y, diez años después, el Premio Erasmus de los Países Bajos. Sus últimos años estuvieron dedicados a aconsejar a las comunidades de kibbutzim, las colectividades agrarias israelíes, en las que veía una experiencia prometedora. Murió en Jerusalén a los 87 años. Recibió el homenaje póstumo tanto de la comunidad hebrea como de la árabe.

Pensamiento

La filosofía de Martin Buber recibió dos influencias esenciales: por una parte, la de los pensadores existencialistas cristianos como S. Kierkegaard; por otra, la de la tradición mística del hasidismo hebreo, en la que Buber veía una posibilidad de renacimiento espiritual a través del restablecimiento de las tres relaciones esenciales del ser humano: con lo trascendente (Dios), con lo natural y con lo humano. Su pensamiento, que ha sido descrito como dialógico, se basa en este reencuentro con los tres sujetos de interacción del ser.

Su pensamiento es indefectiblemente religioso, si bien despojado del legalismo hebreo ortodoxo. En él cabe destacar dos temas recurrentes: la fe y la relación. Para Buber, existiría una diferencia entre la fe como confianza y la fe como reconocimiento de la verdad. La primera sería el sentido primario de la verdad y del conocimiento, que permite al ser humano encontrarse a sí mismo. La segunda concierne a la vivencia humana de Dios. Pero, sin duda, el eje axial de su filosofía es la cuestión de las relaciones entre los seres humanos y entre los seres humanos y las cosas. En este sentido, Buber radicaliza el sentido relacional del yo. El yo sería algo dado, pasivo y consciente de su ser y de su no-ser por sí mismo, sino a través de la relación que establece con el mundo.

Las dos relaciones preferentes serían, según Buber, la que se establece entre sujeto y sujeto (relación yo-tú) y la que se establece entre sujeto y objeto (relación yo-ello). La autenticidad de cada ser humano radicaría en su desarrollo de la relación yo-tú, hasta el punto de que el yo se transforma en en su autenticidad. La verdadera vida se manifestaría en el encuentro directo entre sujetos, despojados de toda ideología. Sin embargo, este encuentro no se da de forma automática, ni, por su puesto, natural, ya que cada uno de nosotros lleva a su espalda la tragedia de ser para los otros un ello y de convertir a los otros en ellos. Sería, pues, necesario, que la relación yo-ello (que no es, en sí misma, perversa) nunca se superpusiera a la relación relación yo-tú. A partir de esta idea, Buber desarrolla un pensamiento místico, en el que la relación sujeto-sujeto no se encuentra sometida a una circunstancia espacio-temporal, sino a un contexto trascendente, el del Tú eterno, que nunca puede transformarse en ello. Este Tú eterno se identifica en su pensamiento con Dios. Para Buber, el yo se configuraría siempre en relación al Tú originario. A partir del conocimiento del yo, el ser humano puede captar todo cuanto configura su mundo, que procede del Tú creador. Al mismo tiempo, cada tú singular se concibe como una puerta abierta al conocimiento del Tú eterno, al que no podemos acercarnos a través de un esquema dialógico yo-ello. Éste es el ideal al que deben tender, según Buber, todas las relaciones humanas: la autenticidad a través de la identificación total con el tú.

El pensamiento de Buber es, pues, un intento de aproximación a la metafísica a través de la antropología, que influyó decisivamente en la filosofía de autores cristianos como G. Marcel y, en general, en los llamados "teólogos radicales" protestantes como K. Barth, P. Tillich o R. Niebuhr. Buber aplicó este pensamiento filosófico-antropológico a la educación, la sociología, la psicoterapia y la filosofía social. La plasmación política de su filosofía del encuentro sería una suerte de socialismo "personalista", humanizado, que Buber defendió frente al socialismo científico, deshumanizado, de Marx. Para él, los kibbutzim israelíes podían convertirse en ejemplos de una experiencia pacífica de cooperación y encuentro, aunque desconfiaba seriamente de que el contexto sociopolítico israelí permitiera una evolución favorable en este sentido.

Obras

Confesiones extáticas (1908); Daniel (1913); La palabra, la doctrina y la canción (1917); Yo y tú (1922); Discursos sobre el judaísmo (1923); Los libros de los Jasidim (1928); Religión y filosofía (1931); Conversación. Tratado de la vida del diálogo (1932); La lucha por Israel (1933); Interpretación del jasidismo (1935); El reino de Dios (1936); ¿Qué es el hombre? (1942); Entre el hombre y el hombre (1947; Moisés (1948); Dos formas de la fe (1950); Protodistancia y relación (1951); Imágenes del bien y del mal (1952); Eclipse de Dios (1955); Indicaciones (1953); El hombre y su estructura (1955) y El conocimiento del hombre (1966).

Bibliografía

  • BLUMENFELD, W.: La antropología filosófica de Martin Buber y la filosofía antropológica. 1951.

  • COHEN, A.A.: Martin Buber. 1958.

  • DIAMOND, M.M.: Martin Buber, Jewish Existencialist. 1960.

  • PILOSOF, P.E.: Martin Buber o una filosofía del suceso y la eternidad. 1956.

  • SCHLIPP, P.A. y FRIEDMANN, M.: The Philosophy of Martin Buber. 1967.

VHL

Autor

  • CCG.