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CineBiografía

Browning, Tod (1880-1962).

Director de cine y actor estadounidense, nacido en Louisville (Kentucky) el 12 de julio de 1880 y fallecido en Santa Mónica (California) el 6 de octubre de 1962.

Vida

Charles Albert Browning, conocido popularmente como Tod Browning, fue el tercer hijo del matrimonio formado por Charles Leslie Browning y Lydia Jane Fitzgerald. Los Browning componían una familia marcada por el sufrimiento, sobre todo desde que el día 14 de noviembre de 1875 falleciera Octavia, la hija mayor, aquejada por un doloroso proceso paralizante. De otra parte, el pequeño Tod procuró escapar del ambiente familiar dedicándose a las actuaciones de teatro aficionado y a sus cánticos en el coro de la Christ Church Cathedral, uno de los templos más conocidos de Louisville, su ciudad natal. Con su imaginación romántica, alimentada por constantes lecturas, idealizó las caravanas ambulantes de gitanos que acampaban en las afueras de esa localidad. Atraído por el mundo de los cíngaros, procuró acercarse a ellos y a todos los feriantes que organizaban espectáculos por la zona. Sin pensarlo mucho, huyó de casa durante el verano de 1896 y se unió a una compañía de estas características, con bailarinas, cómicos y fenómenos humanos (freaks), aquejados por malformaciones atrayentes para el público de la época.

Browning supo explotar su talento para el canto y el baile, lo cual le permitió ir escalando posiciones en el difícil mundo de las ferias ambulantes. Sin embargo, su gran éxito en ese campo lo consiguió con un número que realizó en la compañía The Deep Sea Divers, de Chicago. Sepultado en vida, es presentado ante los atónitos espectadores como un cadáver viviente, capaz de resistir la prueba de ser enterrado en un ataúd. Lógicamente, en ese contexto tuvieron su caldo de cultivo muchos de los temas que luego desarrolló en el celuloide.

Durante varios años llevó una vida bohemia, como cantante, bailarín e incluso contorsionista. Sin embargo, su actividad vocacional era la interpretación, y así se lo hizo saber al cineasta David Wark Griffith cuando lo conoció en 1913. Griffith, encariñado con Browning, que además era paisano suyo, probó ante la cámara su capacidad de actor y lo admitió como protagonista de un cortometraje Scenting a terrible crime (1913). El recién llegado supo ganarse la confianza de cuantos lo rodeaban, de modo que no sólo consiguió nuevos trabajos como intérprete, sino que también alcanzó el puesto de jefe de producción en la empresa cinematográfica Reliance-Majestic. De cualquier modo, fue a Griffith a quien debió de agradecérselo, pues, aparte de su principal valedor, fue su maestro en todo lo referido al cine.

Aunque frecuentó la compañía de una bella joven, Alice Houghton, no pudo evitar la atracción que sobre él despertaron los locales nocturnos, donde podía beber y disfrutar de un ambiente festivo. Esa diversión desordenada fue la causa de una tragedia que cambió su carácter, volviéndolo hostil y morboso. Los hechos sucedieron el 16 de junio de 1915. Conducía un automóvil en el que, entre otros, viajaba el actor Elmer Booth. Alcoholizado, Browning no dominó la velocidad del vehículo, que se estrelló, pereciendo Booth y quedando él muy malherido. Incluso estuvo a punto de perder la vida, pues tuvo el rostro destrozado, graves lesiones internas y una pierna muy dañada.

La pérdida de movilidad y la dolorosa recuperación, aparte de los profundos remordimientos por la muerte de Booth, amargaron el ánimo de Browning, que se alejó de la actuación y probo suerte como cineasta. Su filmografía fue, en gran medida, un desahogo para esos traumas. La línea temática en torno a la cual estructuró su cine tiene relación con la monstruosidad, que él padecía en propia carne, y esa marginalidad que sentía tan familiar, pues no dejó de frecuentar las ferias y las salas de fiesta menos recomendables.

En 1917, el mismo año que estrenó su primer largometraje, Jim Bludso, celebró su boda con Alice Wilson, que soportó con entereza sus ausencias. Al año siguiente conoció al actor Lon Chaney, quien fue protagonista de varias de sus más importantes películas. Chaney, por su carácter y experiencias, congenió bien con el atormentado espíritu de Browning, autodestructivo hasta el límite de incumplir sus compromisos profesionales. Los productores lo consideraban un alcohólico sin remedio y su nombre fue desechado de diversos proyectos entre 1923 y 1924.

Su esposa no pudo soportar más la situación y se separó, aunque no dejó de quererlo. De hecho, fue Alice quien convenció al productor Irving Thalberg para que éste le concediera una oportunidad para reintegrarse en el mundo del cine. Pero Browning continuó llevando una existencia tormentosa, buscando amoríos entre jóvenes actrices como Anna May Wong. Por suerte para él, su nueva película, El trío fantástico (1925), fue un gran éxito. Protagonizaron el film dos buenos amigos suyos, Lon Chaney y al enano alemán Harry Earles, con quienes volvió a trabajar.

Los nuevos largometrajes de Browning mezclaban el melodrama con elementos inquietantes, derivados de su experiencia vital. Así sucedió en Garras humanas (1927), La casa del horror (1927), Los antros del crimen (1928) y Los pantanos de Zanzíbar (1928). Por estas fechas el cineasta había logrado reunir una fortuna y habitaba una lujosa residencia en Beverly Hills. En los mentideros de Hollywood ya se comentaba que su próximo éxito había de ser la versión cinematográfica de la novela Drácula, de Bram Stoker.

En Broadway se estrenó en 1927 una versión teatral de la obra de Stoker, protagonizada por Bela Lugosi. Pero Browning quería a Lon Chaney encarnando al famoso vampiro y con él planificó el proyecto de la película. Por desgracia, el actor falleció antes de poder iniciar el rodaje, requiriéndose de inmediato un sustituto. Los productores de la compañía Universal barajaron los nombres de Ian Keith y Paul Muni, pero se impuso Lugosi, a pesar de sus dificultades idiomáticas.

El rodaje transcurrió en total desorden, debido en gran medida a las frecuentes ausencias de Browning, que obligaban al operador Karl Freund, que apenas hablaba inglés, a ocupar el puesto del director. Además, en paralelo, se filmó una versión en español de la misma película, dirigida por George Melford, que tampoco hablaba castellano, lo que dificultó en extremo el trabajo de los dos equipos de rodaje. El realizador Friedrich Wilhelm Murnau, amigo de Melford, acudió a los estudios y es probable que algunas de sus sugerencias aparecieran en la versión final del film. Lo cierto es que el montaje completado por Browning desagradó a los productores, quienes lo modificaron, añadiendo nuevas secuencias. Se cumplió así la paradoja de que Drácula (1931), una de sus películas más famosas, escapó por completo de su control.

Harry Earles, el famoso enano, comentó entonces a Browning que la Metro-Goldwyn-Mayer había comprado los derechos del relato Espuelas (1923), de Tod Robbins, que narra una oscura historia de fenómenos de feria. Browning se hizo con el proyecto, para cuyo rodaje fue contratado un grupo de personas afectadas por diversas deformidades, habituales en ese tipo de espectáculos. El actor principal fue el propio Harry Earles, que observó satisfecho cómo su amigo recreó un ambiente que ya conoció en su juventud. Sin embargo, a su estreno, La parada de los monstruos (1932) supuso un escándalo extraordinario, repitiéndose las peticiones de censura.

Todo ello significó un serio descalabro profesional para Browning, que ya nunca se recuperó. Dirigió, desganado, algunas películas de encargo, pero la depresión le fue ensimismando cada vez más. Compró entonces una casa en Malibú y se recluyó allí con su esposa, Alice, que siguió con él, a pesar de todo. El ambiente creado en esa mansión sólo pude ser calificado de enfermizo.

El 12 de mayo de 1944 murió Alice y a Browning, sin amigos ni compañía, no le restó otra cosa que esperar la propia muerte. A su deterioro mental se unió un cáncer de laringe y, en los últimos meses de vida, una apoplejía. Lo dramático de este final poco tiene que ver con el posterior reconocimiento artístico de este director, ensalzado a partir de finales de los años sesenta como un cineasta genial, capaz de poner en imágenes proyectos tan turbadores y sorprendentes como Garras humanas y La parada de los monstruos.

Filmografía

Como actor:
1913: Scenting a terrible crime; A fallen hero.
1914: A race for a bride; The man in the couch; An exciting courtship; The last drink of whiskey; Hubby to the rescue; The deceivers; The white slave catchers; Wrong all around; Leave it to Smiley; The wild girl; Ethel's teacher; A physical culture romance; The mascot; Foiled again; The million dollar bride; Dizzy Joe's career; Casey's vendetta; Out again, in again; A corner in hats; The housebreakers; The record breakers.
1915: Ethel gets consent.
1916: Intolerancia.

Como director:
1915: The lucky trasfer; The slave girl; The highbinders; The living death; The burned hand; The woman from Warren's; Little Marie; The story of a story; The spell of the poppy; The electric alarm.
1916: Puppets; Everybody's doing it; The deadly glass of beer.
1917: Jim Bludso; Peggy, the will o'the wisp; The jury of fate; A love sublime; Hands up!
1918: The eyes of mistery; The legion of death; Revenge; Which woman?; El beso decisivo; The brazen beauty; Set free.
1919: La rosa del arroyo; The exquisite thief; The unpainted woman; Pétalo en la corriente; La joven de Escocia.
1920: La virgen de Estambul.
1921: Fuera de la ley; No woman knows.
1922: La niña prodigio; El hombre encubierto; Bajo dos banderas.
1923: Con la corriente; The day of faith; El tigre blanco.
1924: The dangerous flirt; Silk stocking sal.
1925: Dollar down; El trío fantástico; Zara, la mística.
1926: Maldad encubierta; La sangra manda.
1927: El palacio de las maravillas; Garras humanas; La casa del horror.
1928: Los antros del crimen; Los pantanos de Zanzíbar.
1929: Oriente; The thirteenth chair.
1930: Fuera de la ley.
1931: Drácula; The iron man.
1932: La parada de los monstruos.
1933: Perdone, señorita.
1935: La marca del vampiro.
1936: Muñecos infernales.
1939: Miracles for sale.

Bibliografía.

  • LENNING, Arthur. The Count: The life and films of Bela "Dracula" Lugosi. (Nueva York: Putnam, 1974).

  • MARRERO, Robert. Dracula: The vampire legend on film. Key West (Florida: Fantasma Books, 1992).

  • ROSENTHAL, Stuart. Tod Browning. (Nueva York: A.S. Barnes, 1975).

  • SKAL, David J. "Tod Browning's America", en The monster show: A cultural history of horror. (Plexus: Londres, 1993).

  • SKAL, David J. y SAVADA, Elías. El carnaval de las tinieblas: El mundo secreto de Tod Browning, maestro de lo macabro en el cine de Hollywood. (Madrid: Filmoteca Española, 1996).

Autor

  • Guzmán Urrero Peña.