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DerechoEconomíaBiografía

Botín Sanz de Sautuola y García de los Ríos, Emilio (1934-2014).

Economista y abogado español, nacido en Santander el 1 de octubre de 1934 y fallecido en Madrid el 10 de septiembre de 2014. Licenciado en Derecho y Economía por la Universidad de Deusto, fue hijo, nieto y bisnieto de banqueros, de los que heredó una extraordinaria capacidad de trabajo y la ambición necesaria para colocar el negocio familiar a la cabeza del sistema bancario español. Profesionalmente, hizo gala de emprendedor e inteligente estratega, tomó decisiones arriesgadas y agresivas y logró convertir el Banco Santander en la primera entidad financiera nacional.

Ingresó con veinticuatro años en el banco y recorrió diferentes niveles de la estructura de la entidad. Desempeñó, en primer lugar, los cargos de apoderado de los servicios centrales y subdirector general; en 1960 fue consejero; director general, en 1964; vicepresidente del consejo de administración, en 1971; consejero delegado, en 1977 y presidente del Banco Santander y consejero delegado, en 1986. En 1989 asumió también la vicepresidencia del Instituto Bancario Italiano. El 10 de junio de 1991 fue galardonado con el premio Futuro al mejor empresario europeo y a la mejor gestión española, siendo el primer español que obtuvo este galardón en el ámbito europeo.

Durante algunos años, el Santander mantuvo la segunda posición en el ránking financiero español, por detrás del BBV, pero la adquisición del Banco Español de Crédito (Banesto), tras la intervención del Banco de España en la entidad presidida en 1993 por Mario Conde, convirtió a Botín en líder de la banca nacional. Algunos años después, el 15 de enero de 1999, Emilio Botín capitaneó una de las grandes operaciones de concentración bancaria en España con el anuncio de fusión del Banco Santander y el Central Hispano, otro de los grandes del sector, presidido por José María Amusátegui. La nueva entidad, el BSCH, copresidida por Botín y Amusátegui, se convertiría en el primer operador bancario de la zona euro por valor en Bolsa.

El protocolo de fusión establecía para marzo de 2002 el momento en el que Emilio Botín asumiría la presidencia única del banco tras la jubilación de José María Amusátegui que cumpliría entonces 70 años de edad. Sin embargo, el periodo de copresidencia finalizó siete meses antes de la fecha prevista. Tensiones y desavenencias en la cúpula de la entidad desataron una situación de inestabilidad que hacía inviable el modelo financiero previsto en el momento de la fusión y, ante la amenaza de estancamiento en el proceso integrador, el BSCH celebró el 16 de agosto de 2001 un congreso extraordinario para cerrar la crisis. Amusátegui presentó su renuncia, recibió 43,75 millones de euros y fue nombrado presidente de honor del banco, mientras Botín asumió el mando único de la entidad con plenos poderes y funciones. Una de sus primeras decisiones fue recuperar el logotipo del antiguo Banco de Santander y renombrar la entidad con la marca "Santander Central Hispano SCH".

La crisis quedó definitivamente superada en febrero de 2002 con una nueva reestructuración de la cúpula directiva en la entidad, que colocaba el SCH bajo control absoluto de la familia Botín. Su hija, Ana Patricia Botín, asumió la presidencia de Banesto, su hijo Emilio ocupó un puesto en el Consejo de Administración, y su hermano, Jaime Botín, presidente de Bankinter (quinto banco nacional creado por los Botín en 1965), fue nombrado vicepresidente 1º del grupo, puesto desde el que certificaba su perfil como sucesor directo del presidente. Un mes más tarde, Jaime Botín renunció a la presidencia de Bankinter en favor de Juan Arena, consejero delegado y hombre de confianza de la familia, para dedicarse más a sus actividades privadas aunque mantuvo la vicepresidencia del SCH.

La salida pactada de Amusátegui de la entidad generó meses después problemas legales al financiero cántabro. En noviembre de 2002, Juan Francisco Franco Otegui, abogado y accionista del banco, presentó una querella contra el presidente por presunto delito societario por considerar que Botín perjudicó a los accionistas del banco al pagar una escandalosa indemnización de 43,75 millones de euros a Amusátegui para que abandonara la entidad antes de la fecha prevista en los acuerdos de fusión. El Consejo de Administración del banco, por su parte, insistió en que el pago formaba parte de los acuerdos de fusión y que todas sus actuaciones se realizaron con estricta legalidad. La querella fue admitida a trámite en la Audiencia Nacional y los dos banqueros fueron citados a declarar en calidad de imputados. Ambos manifestaron en el juzgado que el pago de los casi 44 millones de euros fue un bonus por los servicios prestados y en ningún caso una indemnización como sostenía el querellante. Pese a que el fiscal interpretó que el pago de las bonificaciones millonarias no constituían delito, la juez Teresa Palacios mantuvo abiertas las actuaciones del llamado caso bonus y en abril de 2004 abrió juicio oral contra Botín, Amusátegui y el ex vicepresidente de la entidad Ángel Corcóstegui. Un año después, en la primavera de 2005, la Audiencia Nacional dictó sentencia absolutoria para los banqueros por entender que no hubo apropiación indebida ni administración desleal en el pago de las retribuciones por jubilación.

Las cesiones de crédito; unos activos financieros fiscalmente opacos que el banco comercializó a finales de los años ochenta, también llevaron al financiero ante los tribunales. En el mes de junio de 2003, la Audiencia Nacional imputó al presidente del SCH y a otros directivos, como colaboradores necesarios, treinta delitos contra la Hacienda pública y cuatro delitos de falsedad documental. De nuevo la juez Teresa Palacios abrió juicio oral en octubre de 2004 contra los acusados.

Casado con la aristócrata Paloma O'Shea Artiñano, mecenas cultural y artística, el matrimonio tuvo seis hijos, Carolina, Paloma, Carmen, y Francisco Javier, además de los ya citados Ana Patricia y Emilio.

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  • 0202 (a.ISC).