Bonifacio, Procorpio (1873-1897).
Revolucionario filipino, nacido en Manila en 1873 y fallecido en la misma ciudad el 10 de mayo de 1897. Hermano menor del líder katipunero Andrés Bonifacio, Procorpio participó en la revolución de 1896, formó parte del Consejo Magdiwang, y murió asesinado junto a su hermano por la facción rival de Emilio Aguinaldo.
Huérfano desde muy corta edad, Procorpio estuvo al cuidado de su hermano Andrés, diez años mayor, hasta que él mismo pudo ganarse la vida trabajando en el ferrocarril. Cuando aquel fundó la sociedad secreta del Katipunan, Procorpio se unió a sus filas aunque desempeñando un papel muy secundario; no obstante, estuvo presente en algunos de los hitos cruciales que condujeron al desencadenamiento de la Revolución, entre ellos la creación del Consejo de Cavite (abril de 1896) y el Congreso de Balintawak (24 de agosto de 1896), donde se decidió llevar a cabo la insurrección. Una vez desencadenada ésta participó activamente en los combates al frente de una sección de katipuneros del distrito de Dulumbayan (Santa Cruz).
Como miembro destacado de la facción Magdiwang Procorpio participó en el Congreso de los revolucionarios en Imus (diciembre de 1896) y en la Convención de Tejeros (marzo de 1897), reuniones celebradas para limar diferencias con el Consejo Magdalo presidido por Emilio Aguinaldo, el otro líder del movimiento independentista filipino. Sin embargo, la ruptura definitiva entre ambas facciones motivó que los dos hermanos Bonifacio y algunos de sus seguidores fuesen declarados en rebeldía por el Consejo Magdalo. En consecuencia, en abril de 1897 fueron apresados tras una escaramuza con las fuerzas de Aguinaldo y llevados ante un tribunal militar, que los declaró culpables por traición, sedición y actividades contrarrevolucionarias. Aunque en un principio la pena dictada para ambos hermanos fue la muerte, al parecer fue después conmutada por la de destierro. Sin embargo, los militares encargados de su custodia o bien no llegaron a recibir la orden de perdón o más probablemente la ignoraron, asesinando a los Bonifacio en un monte cercano a la prisión.
