Bollaín Pérez-Minguer, Icíar (1967-VVVV).
Actriz y directora de cine, nacida en Madrid, el 12 de junio de 1967. Hija de un empresario y de una profesora de música, debutó en el cine a los 16 años de edad, como protagonista, con la película de Víctor Erice El Sur (1983), basada en la novela de Adelaida García Morales.
En 1985 inició estudios de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y, desde entonces, compaginó la carrera, de la que realizó tres cursos, con su trabajo como actriz. Tres años después de su debut cinematográfico, rodó su segunda película, Las dos orillas (1986), bajo las órdenes de su tío Juan Sebastián Bollaín. Más tarde trabajó en Mientras haya luz (1987), de Felipe Vega, y en el verano de 1988 en la serie de siete capítulos de TVE Miguel Servet: sangre y cenizas, de José María Forqué y protagonizada por Juanjo Puigcorbé. Simultáneamente con su anterior trabajo en TVE, coprotagonizó con Miguel Molina la película Malaventura, de Manuel Gutiérrez Aragón y, un año más tarde, protagonizó El mejor de los tiempos, de nuevo con el director Felipe Vega y en la que también intervinieron Jorge de Juan, Rafael Díaz y Rosario Flores.
Posteriormente intervino en la película Doblones de a Ocho, de Andrés Linares y que fue presentada fuera de la sección oficial en el Festival de Cine de Berlín en febrero de 1991. Su primer papel como protagonista absoluta fue en 1991 en la película Sublet (subarriendo), ópera prima de la directora Chus Gutiérrez. Por su trabajo en ésta le concedieron en octubre de 1992 el premio a la mejor actriz en la Semana de Cine de Murcia y en junio de 1993 el mismo galardón del Festival Cinema Jove 93, en Valencia, donde además se inauguró con ella la sección ciclo Un futuro de cine.
Entre agosto y octubre de 1991, coprotagonizó junto con Puigcorbé y Eulalia Ramón la película de Felipe Vega Un paraguas para tres, historia de una pareja que triunfa en el mundo de la moda y las finanzas, pero con problemas de relación entre ellos y donde aparece una amiga que resulta ser la pareja ideal para él. De nuevo bajo la dirección de su tío y coprotagonizada junto a su hermana gemela Marina, en 1992, rodó Dime una mentira, en la que dos personas de un extraordinario parecido intercambian sus papeles, una de ellas es una costurera y la otra aspira a ser actriz. Ambas consiguieron en julio de 1992 el premio a la mejor actriz en el Festival de Cine de Gijón. Ese año de 1992, junto a Marina presentó un espacio de TVE, y con Feodor Atkin protagonizó en el verano la película de Pablo Llorca Jardines colgantes.
En agosto de 1993 finalizó el rodaje Tocando fondo, de José Luis Cuerda, una comedia sobre la crisis económica, que también contó con Jorge Sanz y Antonio Resines.
Sus primeros trabajos detrás de la cámara fueron los cortometrajes ¡Baja corazón! (1993) y Los amigos del muerto (1993), por este último consiguió en diciembre de 1994 el segundo premio en la II Semana de jóvenes realizadores de Granada, así como su trabajo en 1994 como ayudante de dirección de Chus Gutiérrez en Sexo oral.
Tuvo que aprender táctica militar y a desfilar para participar, a mediados de 1994, en el rodaje de Tierra y libertad, del británico Ken Loach. En ella encarna a una miliciana de la guerra civil española y narra los enfrentamientos entre distintas familias del bando republicano.
Un año después, en el mes de mayo de 1995 inició el rodaje de su primer largometraje como directora, Hola, ¿estás sola?, en la que fue coguionista junto a Julio Medem. Fue protagonizada por Candela Peña, Silke Klein y el ruso Arkadi Levin. La cinta se presentó en el Festival de Cine de Valladolid (Seminci) que, el 28 de octubre de 1995, otorgó a Icíar Bollaín el premio al mejor nuevo director. También en octubre de 1995, Icíar Bollaín colaboró en la película de Ernesto Tellería Menos que cero.
En diciembre de 1989 recibió el premio Icaro'89 de cine para nuevos creadores, otorgado por el Grupo 16. En enero de 1994 RNE le concedió el premio Ojo Crítico en su apartado de cine.
Su particular punto de vista sobre la llegada de inmigrantes a España quedó reflejado en Flores de otro mundo (1999), su segundo trabajo tras la cámara. Un año después realizó un mediometraje para Canal +; Amores que matan (2000), cinta que aborda el espinoso asunto de la violencia doméstica y que tuvo continuidad en 2003 con Te doy mis ojos; aplaudido largometraje sobre el maltrato de género. La película obtuvo un premio Ondas y sus dos protagonistas, Laia Marull y Luis Tosar, recogieron las Conchas de Plata de interpretación en el Festival de Cine de San Sebastián. Estos premios se vieron refendados con un rotundo éxito en la XVIII gala de los Goya, en la que se alzó con siete estatuillas, incluyendo los de mejor película, mejor dirección, mejor actor, mejor actriz protagonista, mejor actriz de reparto y mejor guion original .
En septiembre de 2004 obtuvo el premio anual del Observatorio contra la Violencia de Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial por su película Te doy mis ojos, por "su mirada realista, sin concesiones, sin demagogia".
