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PinturaBiografía

Boggio, Emilio (1857-1920).

Artista venezolano, nacido en Caracas el 12 de mayo de 1957 y muerto en Auvers (Francia) en junio de 1920. Hijo de un emigrante italiano, Juan S. Boggio, y de la venezolana María Josefa Zelie Depuy Avila, se trasladó con su padre a Francia en 1862. En ese país pasaría la mayor parte de su vida y se convertiría en un pintor inscrito dentro de la corriente artística impresionista.

Sus contactos con el arte y la vida venezolana fueron muy esporádicos. En 1866 pasó una corta temporada en Caracas y en 1873 fue enviado de nuevo allí por su padre para que terminara de formarse como comerciante en telas y sederías importadas; pero en 1877, tras haber contraído las fiebres tifoideas, fue enviado de nuevo a Francia. No volverá a tener contacto con su país natal hasta 1919.

Contrario a los deseos de su padre, Emilio no se sentía atraído por el comercio. De carácter intimista y muy dado a la lectura y a las exposiciones de pintura, poco a poco el joven se empezó a sentir cerca de la práctica artística. En 1878, cuando residía cerca de París, tuvo conocimiento de la Exposición Mundial y de las actividades artísticas que en relación con ésta magna muestra se estaban realizando. Fue entonces cuando sintió la necesidad de hacer de la pintura su principal actividad. Como otros artistas que comenzaban, eligió la enseñanza privada de la Academia Julian, una de las más renombradas del momento. Allí se encontraban maestros como Jean Paul Laurens y William Bouguereau. Circunstancias del destino le llevaron a conectar en la academia con Emilio Amauri, compatriota suyo que había sido becado por el gobierno venezolano para cursar estudios. Amauri intercedió por él ante sus padres y le ayudó a reafirmar su vocación de artista. En 1883, años después del encuentro con Amauri, Boggio volvió a tener contacto con otro artista venezolano: Cristóbal de Rojas. Posteriormente, conocerá a Arturo Michelena. Entre ellos se establecerá una buena amistad, aunque Boggio, caracterizado por un carácter más especulativo y dado a la experimentación artística, se sentía cada vez más atraído por los movimientos independientes del arte europeo y en especial, por el impresionismo; mientras que tanto Rojas como Michelena atendían exclusivamente a la que era su mayor preocupación: triunfar en los Salones Oficiales y obtener reconocimiento y fama. Michelena lo conseguiría notablemente; Rojas lo intentaría con todas sus fuerzas, sin obtener los resultados deseados.

En 1885, Boggio acompañó al pintor Henry Martin en un viaje por Italia. Este viaje y sus consejos le ayudarán a realizar con notable decisión y dominio técnico una pintura de la que destacan sus preocupaciones por los efectos atmosféricos, sin acercarse a un proceder netamente impresionista. En 1889, participó en el Salón de los Artistas Franceses con su obra Los Jardineros. A su vez, en la Exposición Universal de París, apareció como miembro del Pabellón venezolano junto con Michelena. Recibió por su obra una medalla de bronce.

Hacía 1890 encontramos a Boggio entregado al estudio del paisajismo. Poco a poco, se iba despojando de las encorsetadas recetas aprehendidas en la Academia Julian, y sus pinturas empezaban a proyectarse bajo preceptos más libres y luminosos, a la par que aparecía un cierto encanto místico. Ese mismo año, murió su padre y obtuvo la nacionalidad francesa.

Entre 1893 y 1900, aproximadamente, sus obras alcanzaron una factura simbolista, con una clara influencia del llamado Modern Style. Abundan por aquel entonces los temas alegóricos, en los que realidad y fantasía se combinan y propician obras de colores planos, con una fuerte impronta colorista. De este período destacan: Hacia la gloria, obra enviada al Salón de 1897, y Labor, realizada en 1900, que obtuvo en el Salón de ese año una Medalla de Segunda Clase. Con el inicio del siglo, Boggio proyectó un nuevo giro de sus intereses plásticos. Partiendo de la lección impresionista, sus pinturas alcanzaron mayor perfección. Es la época en la que abundan los paisajes con efectos sobre el agua de los ríos, como en las pinturas de las marinas de Normandía. También aparecen retratos de tipo campestre, en los que las enseñanzas de Monet o de Pissarro, amigos del artista, están muy presentes.

En 1908 viajó nuevamente a Italia, donde realizó algunos imponentes paisajes de las regiones de Génova y Nervi. De regreso a Francia, y después de una serie de obras sobre la ciudad de París, logró exponer por primera vez de manera individual en las Galerias Georges Petit, el 1 de mayo de 1912. Dos años después estalló la Primera Guerra Mundial. Durante el conflicto, Boggio se dedicó intensamente a la pintura. El paisajismo, los retratos y las escenas fueron temas frecuentes en la pintura de esta época.

Como hemos señalado, en 1919 Boggio se reencontró con su país natal. Apremiado por problemas económicos, había regresado a Caracas para vender antiguas posesiones familiares y mostrar algunas de sus obras. Allí coincidió con el rumano Samys Mutzner y contactó con un ambiente artístico muy propicio a los cambios y a las influencias del exterior. Boggio expuso en distintos lugares de Caracas, y obtuvo un éxito inesperado de público y de crítica. La influencia sobre los artistas jóvenes que se reunían en torno al Círculo de Bellas Artes de Caracas fue notable: Brandt, Reverón, Cabré, Castillo, Monsanto, Monasterios, etc. Todos ellos reconocían en el ya anciano pintor un maestro del color y del paisaje que les alejaba de la retraída y academicista enseñanza del arte que imperaba en el país por aquel entonces.

Las obras que realizó Boggio en Venezuela no fueron muchas: algunas vistas de la ciudad de Caracas y paisajes. De regreso a París, en 1920, tan sólo le quedarían unos meses de vida: el 7 de junio de ese año, Emilio Boggio murió en su casa de Auvers-sur-Oise. En 1925, las Galerías Georges Petit realizaron la primera retrospectiva de su obra.

Bibliografía.

  • BOULTON, A.: Historia de la Pintura en Venezuela. Epoca Nacional, vol. II, Caracas: Editorial Arte, (1968).

  • CALZADILLA, J.: El Arte en Venezuela, Caracas: Círculo Musical, (1967).

  • JUNYENT, A.: Emilio Boggio, Caracas: Ediciones de la Comisión del Cuatricentenario de Caracas, (1968).

AEDP.

Autor

  • lu. Antonio E. De Pedro