Biel, Julián (1870-?).
Tenor español, nacido en Zaragoza en 1870 y fallecido en Barcelona. Está considerado por muchos el mejor tenor dramático de principios de siglo XX y sucesor natural de Julián Gayarre. Dotado de grandes cualidades para el canto de óperas, actuó y triunfó en los mejores escenarios de la época hasta su retirada repentina debida a una enfermedad psicológica.
Julián Biel nació en el seno de una familia humilde, que carecía de posibilidades económicas para pagar estudios a los hijos, por lo que Biel se vio obligado a trabajar hasta que pudo vivir del canto; primero fue aprendiz en una pastelería y, ya en Madrid, trabajó de pintor de brocha gorda. Mientras, no pasó desapercibido en su entorno el gran talento musical que atesoraba: el maestro pastelero le animó a entrar en un orfeón local y el director de éste le puso de tenor solista, además de instarle a estudiar canto. Los difíciles años que pasó en Madrid, con penurias y decepciones, contribuyeron a fortalecer su determinación de triunfar en la música. Su suerte pareció mejorar cuando consiguió un puesto en el coro del Teatro Real y, con el dinero que ganó, pagar las clases de canto. Por fin tuvo la oportunidad de darse a conocer en 1899, en el transcurso de la temporada estival de ópera celebrada en los jardines del Buen Retiro. Inmediatamente fue contratado por la compañía para actuar en el Teatro de la Alhambra, en la representación de La africana, obra con la que obtuvo un resonante éxito.
La fama adquirida le valió para que una importante mecenas, la marquesa de Villamejor, pagara sus estudios de canto en Italia con el prestigioso profesor Antonio Cotogni. En poco tiempo perfeccionó su técnica y aprendió lo necesario para poder conquistar los escenarios europeos. Después de una gira que le llevó por Francia, Italia, Bélgica, Holanda y Rusia, regresó triunfal a los teatros españoles; en el Teatro Real, donde dio sus primeros pasos siendo un desconocido, fue aclamado entonces con Aida y Carmen. En la interpretación de El trovador, Biel se mostraba especialmente brillante; fueron célebres las ocho representaciones consecutivas de esta ópera de Verdi en la Scala de Milán, con dirección de Toscanini, en febrero de 1902. En 1908 actuó en el Teatro Real de Madrid con El profeta, de Meyerbeer, donde encarnaba a un memorable Giovanni de Leida. En el apogeo de su carrera, aún joven para continuar cantando, abandonó las carteleras por una extraña neurastenia que le provocaba pánico a los escenarios. Falleció poco tiempo después en el anonimato.
