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PinturaBiografía

Berruguete, Pedro (ca. 1450-1504).

Pintor español del círculo castellano, nacido en Paredes de Nava (Palencia) en 1450 y muerto en 1504. Padre del importante escultor Alonso de Berruguete. Se le considera el principal introductor de las formas renacentistas en la pintura castellana.

Su primer contacto con la pintura tiene lugar en el círculo de Justo de Gante, donde permanece hasta 1477, y donde se forma, sobre todo, dentro de los conceptos de la pintura flamenca. Es probable, aunque no existe una absoluta seguridad, que en 1477 viajara a Italia, para trabajar en el palacio Ducal de Urbino. Allí realiza una serie de retratos para el studiolo, como el de Sixto IV, conservado en el Louvre, y el de Federico de Montefeltro con su hijo Guidobaldo.

Federico de Montefeltro con su hijo Guidobaldo

A partir de este momento su obra artística se desarrolla siempre en Castilla, donde exclusivamente va a utilizar temas religiosos. Entre las primeras obras castellanas se encuentra el retablo de San Cosme y San Damián de la Colegiata de Covarrubias. En 1483 se tienen noticias de él en Toledo, donde decora los muros de la Capilla del Sagrario de la catedral. Tras ésta obra realiza en Paredes de Nava, entre 1485 y 1488, el Retablo de Santa Ana y la Virgen, después del cual vuelve a trabajar en Toledo, sin que se conozca su actividad exacta hasta 1494, año en que inicia la decoración del claustro y capilla de San Pedro de la catedral.

Por encargo de Torquemada, entre 1497 y 1498 va a trabajar en el Retablo Mayor del convento de Santo Tomás de Avila, cuya escena más destacada es un Auto de Fe presidido por Santo Domingo de Guzmán, conservado actualmente en el Prado. De este momento es también el Retablo de la catedral de Avila.

Los últimos años de su vida los pasa en su población natal, Paredes de Nava, donde va a realizar obras que, en la actualidad, se conservan fragmentadas, como el Retablo de Guaza de 1501.

Su pintura se va a caracterizar por la conjugación de las formas italianas con el ambiente ecléctico del momento en Castilla y su formación flamenca. Está marcada por una gran fuerza y una tendencia hacia el realismo expresivo. Su mayor preocupación y su continua búsqueda artística será conseguir introducir las escenas y las figuras en un espacio real y convincente, definido por la perspectiva y por el tratamiento de la luz, lección aprendida de su estancia en Italia. Al mismo tiempo, mostrará una preocupación constante por el tratamiento de la figura humana, tanto en sus rasgos físicos como en sus rasgos expresivos, sin que exista un intento de idealización propio de la pintura italiana. Una vez instalado en Castilla irá evolucionando hacia una síntesis formal, donde también se va a conjugar su interés por la pintura flamenca, introduciendo elementos iconográficos propios de ella.

Santo Domingo presidiendo un auto de Fe. Pedro Berruguete. Museo del Prado. Madrid.

Autorretrato

Es una de las obras más originales de Pedro de Berruguete, ya que en estos momentos en España no hay una escuela retratística que se pueda parangonar con la flamenca o con la italiana. Esta obra, por tanto se liga a su periodo en la Corte de Urbino, aunque está realizada en Castilla. Actualmente se conserva en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid. En el lienzo se muestra una serenidad elegante y un sentido de autoafirmación, como individuo y como artista, aunque en España el reconocimiento de la obra de los artistas como una actividad intelectual no se produce hasta el siglo siguiente.

Es un retrato de busto y en tres cuartos, desligado totalmente de la tradición medieval del donante, y laico, al gusto italiano. Su aprendizaje flamenco se observa en el tratamiento del cabello y en la honda penetración psicológica, al margen de la idealización italiana, con un acercamiento al realismo. Ningún rasgo define la figura, ya que no existe un tratamiento especial de la indumentaria ni detalles accesorios, sólo su sentido de realismo fisionómico.

Predela del Retablo de Paredes de Nava

En ella se representa la colección de Reyes de la Casa de Israel, concebida como una galería de personajes ilustres al gusto italiano. Obra donde se resumen las aportaciones que el arte de Berruguete dio al Renacimiento español. Figuras insertas en un espacio real mediante el juego perspectívico de los escorzos, la luz utilizada para la definición de este mismo espacio y un alto sentido individual de cada figura. Con ella se inicia un acercamiento al tema del retrato, todavía no como un género individual. Frente a este italianismo, la escena del Nacimiento del mismo retablo, participa con una mayor fuerza de las características propias de la pintura flamenca.

La Anunciación de la Cartuja de Miraflores

Obra donde se muestra el eclecticismo de Pedro de Berruguete y su forma de conjugar la influencia italiana con la flamenca. Es un tema propio de la pintura de Van Eyck, con una disposición compositiva propia de este pintor; sin embargo, su preocupación por insertar las figuras en un espacio real y el papel de la luz, utilizada a base de degradaciones sutiles, lo pone en relación con las obras de Colantonio e incluso de Antonello de Messina. Plantea una visión racional del milagro, en clave monumentalista, donde el contenido devocional y emotivo, presente en todas sus obras, no se olvida.

Bibliografía

  • BALLESTEROS ARRANZ, E.: Pintura del siglo XV: Andalucía y Castilla. San Sebastian de los Reyes, Hiares, 1981.

  • CHECA CREMADES, F.: Pintura y escultura del Renacimiento en España, 1450-1600. Madrid, Cátedra, 1983.

  • GARCÍA FELGUERA, M.S.: Pedro de Berruguete, el estado de la cuestión. Madrid, 1985.

  • Genios de la Pintura española. Berruguete. Madrid, 1989.

E. Alegre Carvajal.

Autor

  • Esther Alegre Carvajal.