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HistoriaPolíticaBiografía

Bernat I Tallaferro, Conde de Besalú (ca. 970-1020).

Conde de Besalú, nacido hacia 970 y muerto en Provenza en 1020. Durante su gobierno el condado de Besalú alcanzó su máxima influencia y Besalú llegó a ser sede episcopal. Fue un enemigo acérrimo de los sarracenos y luchó activamente en la Reconquista.

Hijo de los condes de Cerdaña y Besalú, Oliba Cabreta y doña Ermengarda, comenzó a gobernar junto con su madre y sus hermanos todos los condados de su patrimonio, cuando en 988 su padre se retiró a Montecasino. Cuatro años después casó con Toda, hija de Guillem de Gascuña y de doña Urraca de Pamplona, con quien tuvo cinco hijos: Guillem, que heredó el condado a su muerte; Guifré, que fue el único obispo de Besalú; Enric, Hug y Berenguer. Tuvo además tres hijas: Garsenda, casada con el vizconde de Narbona; Adelaida, que ingresó en un convento; y Constanza. En 994 Bernat Tallaferro heredó el condado de Besalú a la muerte de su madre, mientras que su hermano Guifré recibió los de Cerdaña y Coflent.

Un enérgico y temperamental gobernante, participó en numerosas empresas bélicas, pero también fue un hombre muy piadoso que peregrinó a Roma varias veces, la primera de ellas en el año 998. Dos años después fundó el monasterio de Sant Pere de Fenolleda y el 23 de septiembre de 1002 estuvo presente en la consagración de la iglesia de dicho monasterio por el obispo de Gerona Odó; junto a él se encontraron Arnulfo, obispo de Vic; Guifré de Cerdaña, hermano del conde; y los más destacados obispos y señores de Cataluña.

Tuvo la obsesión de construir un pequeño reino, con su propio obispado y un suntuoso palacio al abrigo del castillo de Besalú, para lo cual propuso a Adalberto, abad del monasterio de Besalú, el cambio de unas tierras que sus antepasados habían concedido al monasterio por algunas fincas del valle de Bianya y diversos lugares de la alta Garrotxa, con sus respectivas parroquias, según consta en permuta del 26 de marzo del año 1000.

Hacia el año 1000 fue capitán de la frontera suroriental y comandó la defensa de una ataque de Abd al-Malik a Albesa en al que murió su hermano, Berenguer, obispo de Elna. En 1003 dirigió la defensa de Torá y en el ejército del Regnum Barchinonense estuvieron bajo sus órdenes el conde de Barcelona Ramón Borrell y su hermano Guifré II de Cerdaña.

En marzo de 1009 el conde de Besalú asistió a una reunión con los demás condes catalanes, en la que también se encontraron los obispos de Barcelona, Girona, Osona, Urgel y Elna. El motivo de la asamblea era decidir si las tropas catalanas debían acudir a la petición de ayuda del califa de Córdoba, Mohamed-ibn Hixen, que se encontraba en guerra contra Suleimar-ibn-Alhaquen, al que ayudaban los ejércitos castellano y bereber. Los congregados decidieron socorrer al califa por las ventajas que por un lado suponía la amistad con el cordobés y por otro la división de los musulmanes, que favorecía la expansión de los estados catalanes. El primer enfrentamiento con las tropas de Alhaquen se saldó con la victoria catalana a principios de mayo de 1010, en la batalla de Acbatalbacar y el ejército derrotado se replegó a Zafra. El 21 de junio, en un segundo encuentro, los cristianos perdieron la tercera parte de su ejército cerca del río Guadaira. Para resarcirse de las pérdidas, los condes catalanes saquearon Córdoba, donde lograron un fabuloso botín.

De regreso a sus estados, Bernat Tallaferro organizó un viaje a Roma en el que le acompañaron sus hermanos Wifredo y Oliba, el obispo de Urgel y Gausebert, abad de Arles. El motivo fue solicitar del papa Sergio IV una bula a favor del monasterio de Sant Pere de Fenolleda. Conseguidos los privilegios, el conde de Besalú donó al papa el templo de Sant Genís y Sant Miquel Arcángel, dentro del castillo de Besalú. Entre 1016 y 1017 Bernat Tallaferro trató de obtener del papa Benedicto VIII la expulsión de las monjas de Sant Joan de les Abadesses, acusadas de vida licenciosa, lo que consiguió por bula papal de 1017. Pero el mayor deseo del conde de Besalú era la fundación de un obispado en sus estados; Benedicto VIII creó el obispado y nombró a Wifredo, hijo del conde, primer obispo de la diócesis. El nuevo obispado dependió directamente de Roma y la cabeza de la diócesis se estableció en la iglesia de Santa María de Besalú, pero su existencia fue efímera. También hizo el conde generosas donaciones a los monasterios de la Grassa y de Ripoll.

En 1017 medió entre la condesa Ermessenda y el conde Huc de Ampurias en la delicada situación planteada tras la muerte de Ramón Borrell de Barcelona. Murió ahogado en las aguas del Roine en 1020, cuando viajaba a Provenza para asistir a la boda de su heredero Guillem I con Adelaida de Provenza. Sus restos mortales fueron trasladados a Ripoll y enterrados en el claustro de su monasterio. En su testamento legó a su viuda el dominio del condado de Vallespir, que habría de volver al patrimonio de Besalú cuando ésta muriese. Bernat Tallaferro fue inmortalizado en el poema Canigó, de Jacinto Verdaguer.

Bibliografía

  • GRABOLOSA, R. Besalú, un País Aspre i Antic. Barcelona, 1973.

  • MONTSALVATGE I FOSSAS, F. Besalú. Noticias históricas. Olot, 1895.

  • MONTSALVATGE I FOSSAS, F. Monasterios del antiguo condado de Besalú. Olot, 1895.

JMMT

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero