Benavides Larrea, Óscar Raimundo (1876-1945).
Militar y político peruano nacido en Lima en 1876 y fallecido en la misma ciudad en 1945.
Se enroló desde joven en el ejército de Perú, donde alcanzó el grado de mariscal. Hacia 1910 era uno de los más importantes políticos de su país, lo que llevó a integrarse entre los ejecutores del golpe de estado militar que acabó con el gobierno del presidente Guillermo E. Billinghurst. El 15 de mayo de 1914, Benavides Larrea asumió la presidencia de la Junta de Gobierno formada por los militares golpistas. Desde su presidencia militar, trató de imponer orden a las graves turbulencias sociales que vivía el país, pero la presión política de sus adversarios hizo que la Junta abandonase el poder después de que José Pardo y Barreda fuese elegido presidente por sufragio. Con la segunda toma de poder de Pardo y Barreda, el 18 de agosto de 1915, Benavides Larrea fue comisionado para diversas misiones diplomáticas en Europa, ya que se le creía un hombre peligroso para la estabilidad del nuevo gobierno.
Pese a ello, volvió a participar activamente en la política peruana después del golpe militar que acabó con el largo mandato (1919-1930) del presidente Augusto B. Leguía y Salcedo. Las juntas de gobierno militares fueron sucediéndose, aumentando la inestabilidad del país. El populismo del general Leguía había acabado derivando en una insurrección popular, auspiciada también por las minorías burguesas y ciudadanas que constituían el núcleo votante de la recién fundada APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana), aglutinada por Víctor Raúl Haya de la Torre. Después del golpe militar, Benavides Larrea fue el hombre de confianza del presidente militar, el general Luis M. Sánchez Cerro, sobre todo en la represión de la revuelta del APRA en el norte del país. Tras la muerte de Sánchez Cerro, en 1933, Benavides Larrea y la Junta de Gobierno Militar optaron por ofrecer garantías para unas elecciones libres a cambio de que cesasen las hostilidades. De esta forma, Benavides Larrea se convirtió de nuevo en presidente de Perú, pero esta vez presidente constitucional, al ser elegido por el Congreso Constituyente e investido el 30 de abril de 1933. La inestabilidad social y el estancamiento de las importaciones peruanas, motivado por la grave crisis económica desde el crack de la bolsa norteamericana de 1929, fueron los grandes enemigos del gobierno de Benavides Larrea. El 8 de diciembre de 1939 fue sustituido en la presidencia por Manuel Prado y Ugarteche. Desde esta fecha y hasta su muerte, en 1945, Benavides Larrea se retiró por completo de la vida política peruana.
