Belka, Marek (1952-VVVV).
Político polaco nacido el 7 de mayo de 1952, que fue primer ministro del país entre 2004 y 2005.
Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Lodz, fue profesor de la Facultad de Economía de dicha Universidad. En febrero de 1996 comenzó su andadura política como ministro de Finanzas del Gabinete presidido por Wlodzimierz Cimoszewicz, quien lideraba una coalición de izquierda formada por el la Socialdemocracia y el Partido Campesino.
Tras la derrota de dicha coalición en los comicios del 21 de septiembre de 1997 ante la Acción Electoral de Solidaridad (AWS), Belka pasó a ocupar el puesto de consejero jefe de la presidencia de la República. En septiembre de 2001 la coalición de socialistas consiguió la mayoría, a resultas de lo cual fue investido como nuevo presidente del Gobierno Leszek Miller. Belka tuvo un importante puesto en el nuevo Ejecutivo, pues ocupó el cargo de vicepresidente y ministro de Finanzas. Sin embargo, el 2 de julio de 2002 presentó su renuncia al puesto, alegando que se encontraba falto de las fuerzas necesarias para llevar a cabo las labores de saneamiento de las arcas del Estado. Su puesto como ministro de Finanzas fue ocupado por Grzegorz Kolodko.
Una vez iniciada la Guerra de Irak, el gobierno de Estados Unidos se fijó en él para hacerse cargo, como presidente, del Comité Internacional de Coordinación de la Reconstrucción Económica del país del Golfo Pérsico, toda vez que el país fue uno de los pocos países europeos (al margen de los integrantes de la Cumbre de las Azores) que tuvo una participación activa en el conflicto, al que envió un importante contingente de tropas. Desempeñó también el cargo de director del departamento de Economía de la Administración Provisional de dicho país, con lo que ha sido el responsable de los primeros intentos de recuperación económica de Irak una vez iniciada la Guerra.
Precisamente esta etapa como director en Irak coincidió con una convulsa crisis en su propio país, que llevó al presidente Miller a presentar su dimisión el 26 de marzo de 2004. Veinte diputados de su propio partido socialista habían formado un nuevo partido alternativo, una situación que se había desencadenado por los escándalos de corrupción y los pésimos resultados de las encuestas realizadas en todo el país. La decisión del ex primer ministro, marcada por la inminente entrada de Polonia en la Unión Europea, desequilibró las política del país. Así, el propio Miller anunció que su renuncia no se haría efectiva hasta el día después de la histórica jornada de entrada en la Unión, el 1 de mayo de 2004, para no enturbiar los fastos de esa importantísima fecha para el país.
Belka fue propuesto por el presidente Aleksander Kwasnieski para el cargo de nuevo primer ministro. El Parlamento polaco le negó la confianza en una primera votación celebrada el 14 de mayo de 2004, lo que provocó la dimisión del Gobierno y una agudización de la crisis política en el país. Finalmente, el 24 de junio del mismo año, la Cámara polaca confirmó a Marek Belka en el cargo de primer ministro. En los meses siguientes, su gestión recibió el rechazo permanente de la mayoría de los polacos y en marzo de 2005 anunció su intención de dimitir para poder convocar elecciones anticipadas antes de finalizar el mes de junio. Los comicios se celebraron finalmente el 25 de septiembre y concedieron una amplia victoria a las fuerzas conservadoras y liberales. El electorado concedió un respaldo del 26% al conservador Ley y Justica (PiS) y un apoyo del 24% a los liberales de la Plataforma Cívica (PO) y ambos partidos se comprometieron a constituir un Ejecutivo de coalición. La formación del Gobierno quedó en suspenso hasta la celebración de las presidenciales de octubre que confirmaron el giro político del país hacia la derecha. La victoria fue para Lech Kaczynski, alcalde de Varsovia y líder del PiS. Resuelta la ocupación del sillón presidencial, el nuevo jefe del Estado encargó formar Gobierno a Kazimierz Marcinkiewicz. Pese al compromiso preelectoral, fracasaron las negociaciones con los liberales y el PiS formó un Ejecutivo en minoría.
