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HistoriaPolíticaBiografía

Belisario (ca. 494-565).

General bizantino. Nació en la localidad de Supareva Banga, en la actual Bulgaria, alrededor de 494 y murió en Constantinopla en marzo de 565. Era de origen tracio. Fue el principal responsable de que las tropas de Justiniano I reconquistaran gran parte del Imperio de Occidente. Arrebató a los vándalos el norte de África en 533, a los ostrogodos Sicilia en 535 e Italia en el 540. Su vida ha sido conocida gracias al historiador Procopio de Cesárea, quien fue su consejero y secretario desde 527 a 540.

Vida.

Comenzó su carrera militar como oficial de la guardia del emperador. Poco a poco se fue convirtiendo en uno de los oficiales más brillantes de caballería durante el reinado de Justino, lo cual llamó la atención del futuro emperador Justiniano, quien lo hizo jefe de su guardia personal. En 526 fue nombrado jefe del ejército romano en Mesopotamia por Justino, con el título de conde, y destacó en la guerra contra los persas en defensa del rey de Iberia. En 527 contrajo matrimonio con Antoniana, amiga íntima de la emperatriz Teodora, hija de un conductor de carros del circo y de una meretriz, y que fue fundamental en su carrera política. En 529, tras la derrota que sufrió el general Hipacio a mano de los persas, Belisario fue ascendido a comandante en jefe (magister militum) de la frontera persa. En su primera acción bélica consiguió derrotar a los persas en la batalla de Daras, y posteriormente pudo conquistar la Persarmenia. Después acudió en defensa de Antioquía, ciudad que estaba siendo atacada por los persas, y allí fue derrotado por el general Callinico. El fracaso de sus últimas operaciones militares hizo que se le retirara el mando y fuera llamado a Constantinopla, donde vivió alejado de la vida política.

Revuelta de Nika y expedición a África.

En enero de 532 tuvo la oportunidad de recuperar su prestigio cuando salvó la vida del emperador durante la revuelta de Nika promovida por los partidos azul y verde del circo. Ambas facciones se sublevaron para derrocar a Justiniano y entregar el poder a Hipacio, sobrino del emperador Anastasio. Belisario ordenó cargar contra la multitud que se había congregado en el hipódromo, acción que resultó con la masacre de más de 30.000 personas. En agradecimiento, Justiniano le entregó al año siguiente el mando de la expedición a África, formada por 15.000 hombres y 50 naves. Para garantizar su seguridad se rodeó de una guardia personal de 7.000 buccellarii. Para evitar que sus barcos se separasen o se perdiesen durante la travesía inventó un sistema de señales para que todos mantuviesen el rumbo. Desembarcó en tierras africanas en junio de 533 sin apenas oposición, tras lo cual se lanzó a tomar Cartago. Después de vencer en Deimum y Tricamarum consiguió conquistar la región en tres meses, lo que le permitió destruir el reino de los vándalos y hacer prisionero a su rey Gelimero.

Recibió el homenaje de los vándalos y de los príncipes mauritanos, y regresó a Constantinopla en 534 para celebrar su triunfo, a pesar de que sus enemigos hicieron correr ciertos rumores que le acusaban de querer nombrarse rey de los vándalos. La celebración fue de las más espectaculares que se recordaban en Constantinopla. Todo el trayecto desde su palacio al Hipódromo fue engalanado con arcos triunfales. Tras la carroza triunfal de Belisario iba todo el tesoro conquistado y el rey vándalo. La ceremonia acabó con su proclamación como cónsul. Durante su ausencia se produjo en África una sublevación de las tropas, por lo que tuvo que regresar para poner fin al motín

Conquista de Italia.

En 535, Belisario fue enviado a Italia, donde se enfrentó a los ostrogodos. Tras ocupar Sicilia sin apenas encontrar oposición, cruzó a la península itálica. Ofreció un acuerdo de paz a Teodato, quien ocupaba el trono tras asesinar a Amalasunta, pero éste lo rechazó y Belisario ordenó el avance hacia el norte. Tras la toma de Nápoles se dirigió contra Roma, que conquistó sin apenas luchar el 10 de diciembre de 536. Por su parte, los ostrogodos depusieron a Teodato y eligieron en su lugar a Vitiges. Belisario, a la espera de refuerzos, defendió Roma en el invierno de 537-538 contra el asedio de los ostrogodos, que trataban de recuperarla. Tras romper el cerco gracias al refuerzo de 6.500 soldados llegados de Constantinopla, avanzó hacia el norte. Ocupó Liguria y saqueó Rimini. La conquista de Milán le permitió expulsar a los ostrogodos mas allá del Po. Las disputas entre Belisario y Narses, el otro general bizantino al mando, perjudicaron la situación de las tropas, lo que permitió a los ostrogodos recuperar Milán. Justiniano puso fin a la crisis al hacer regresar a Narses a Constantinopla. Belisario consiguió conquistar en Rávena, capital del reino ostrogodo, en 540, gracias a una rápida maniobra. Los éxitos de Belisario en Italia fueron representados en un mosaico que se situó en la Puerta de Chalke.

Regreso a Constantinopla y conquista de la Península Ibérica.

Fue llamado de regreso a Constantinopla en 541 ante el temor de un ataque de los persas. A su vuelta se llevó consigo en calidad de preso al rey ostrogodo Vitiges. Recibió por segunda vez en su vida el mando de la frontera este, donde los persas ayudados por los armenios habían conquistado Berea, Hierápolis y Antioquía. Belisario arrasó Asiria, pero una serie de epidemias que estaban diezmando a su ejército provocaron su retirada. Fue derrotado poco tiempo después por Cosroes, lo que hizo que Justiniano tuviera que acordar la paz con los persas. Regresó a Italia en 544 con 4.000 nuevos hombres para iniciar la reconquista de Italia, que el nuevo rey ostrogodo había recuperado casi sin esfuerzo. Allí dirigió una larga campaña que se prolongó durante cuatro años. En 546 recuperó Roma y en 550 ocupó Sicilia. En 554 viajó a la Península Ibérica para luchar contra los visigodos, lo que permitió a los bizantinos ocupar la región sudeste de la península.

Caída en desgracia y fin de su carrera.

Poco a poco, Belisario comenzó a ganarse la desconfianza de Justiniano, quien a pesar de todo le encomendó en 558 la defensa de Constantinopla contra los búlgaros. Al año siguiente tuvo que hacer frente a un ataque huno que devastó Tracia y los alrededores de Constantinopla. Se puso al frente de la guardia imperial y de los ciudadanos, a los que se les había repartido armas. Logró derrotar a los invasores y expulsarlos hasta la otra orilla del Danubio. A pesar de sus servicios al Imperio, las intrigas palaciegas que le acusaban de estar conspirando contra el emperador consiguieron que Justiniano le retirara su confianza en 562 y le confinara en su residencia. Belisario fue privado de su título de comes domesticarum. Fue juzgado y declarado culpable, por lo que se le privó definitivamente de su autoridad, sus honores y sus riquezas. Al demostrarse su fidelidad al emperador, éste le devolvió todos sus honores el 19 de julio de 563. Tras su muerte, acaecida el 23 de marzo de 565, todos sus bienes fueron a parar al fisco, salvo una pequeña parte que recibió su esposa Antoniana, quien se retiró a un convento poco más tarde.

Bibliografía.

  • AUNÓS, E.: Justiniano el Grande, Madrid: Ediciones españolas, 1940.

  • BARKER, J.: Justinian and the later Roman Empire, Madison: University of Wisconsin Press, 1966.

  • BURY, J. B.: History of the later Roman Empire, Nueva York: Dover Publications, 1973.

  • BROWNING, R.: Justinian and Theodora, Londres: Weidenfeld and Nicolson, 1971.

  • CABRERA, E.: Historia de Bizancio, Barcelona: Ariel, 1998.

JLGC

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  • JLGC