Bela III. Rey de Hungría (ca. 1155-1196)
Rey de Hungría, nacido hacia 1155 y fallecido en 1196. Su reinado marcó una época por su gran brillo político y cultural.
Perteneciente a la casa de Arpad, fue hijo de Géza II y de la princesa servia Elena. Tras la muerte sin descendencia de Esteban III, los húngaros ofrecieron el trono a su hermano Bela III, educado en Bizancio bajo la tutela de la emperatriz Irene. Aunque en un principio despertó el recelo de algunos húngaros, pues Bizancio había sido enemiga de Hungría hasta hacía poco, pronto consiguió la confianza general gracias a sus excelentes aptitudes personales y su esmerada educación oriental, algo afrancesada. Fue íntimo amigo del emperador bizantino Manuel Commeno, que incluso pensó en casarle con su hija y hacerle así soberano de Hungría unida al Imperio Bizantino. Al abandonar Constantinopla Bela juró fidelidad al emperador y la mantuvo hasta su muerte en 1180, pero después de esto, sintiéndose desligado de todo compromiso hacia Bizancio, reconquistó a los bizantinos Spalato y la isla de Trau. Bela casó en primeras nupcias con Inés de Châtillon, cuñada de Manuel Commeno y en segundas con Margarita de Francia, hija del rey Felipe Augusto.
Hábil político, mantuvo guerras contra los polacos y austriacos. En lo eclesiástico favoreció el rito bizantino y patrocinó algunos conventos de rito griego, pero se mantuvo fiel a la Iglesia de Roma y contribuyó a la extensión de las nuevas corrientes del Cristianismo occidental al llamar a su país a la Orden del Císter. Gastó grandes sumas en nuevas construcciones religiosas, sobre todo a la sede primada de Esztergom. Envió a muchos estudiantes húngaros a formarse en el Estudio General de París y reorganizó la cancillería real. Introdujo en su país el derecho escrito, según los modelos franceses.
Tuvo dos hijos: Emerico (Imre), que casó con Constanza de Aragón, hija de Alfonso II; y Andrés, que se casó con Gertrudis de Andachs y Merania. A su muerte, Bela III fue sucedido por Emerico, mientras que Andrés recibió Croacia y otros ingresos provenientes del realengo. Con motivo de su matrimonio, Bela III hizo la cuenta de sus rentas, que se elevaban a 241.000 marcos de plata, una suma casi equivalente a las del rey de Inglaterra en aquella época.
Bibliografía
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