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LiteraturaBiografía

Behn, Aphra (ca. 1640-1689).

Dramaturga y narradora británica, nacida en Wye (en el condado de Kent) alrededor de 1640, y fallecida en Londres en 1689. Ha pasado a la historia de la literatura inglesa por haber sido la primera mujer que se dedicó profesionalmente al cultivo de las Letras escritas en dicha lengua.

Siendo una niña de corta edad fue llevada a Surinam (Antillas) por una pareja apellidada Amis, que tal vez fueran los progenitores naturales de la futura escritora. Lo cierto es que no se sabe apenas nada de su infancia y adolescencia en Surinam, lugar que abandonó en 1658, a los dieciocho años de edad, cuando dicha colonia inglesa pasó a manos de los holandeses. De regreso a su país natal, Aphra Behn contrajo matrimonio con un rico comerciante que le dio el apellido con el que habría de hacerse célebre como dramaturga y novelista.

Tras el fallecimiento de su esposo, Aphra, agobiada por las deudas, intentó sobrellevar su penosa viudez merced a los servicios de espionaje que prestó al gobierno del rey Carlos II durante la guerra entre ingleses y holandeses (1665-1667); pero, tras un tiempo destacada como espía en Amberes, al retornar a Inglaterra se encontró con que sus misiones secretas no recibían ninguna recompensa en efectivo, lo que le acarreó un breve período de encarcelamiento debido a su imposibilidad de satisfacer las deudas contraídas. Así las cosas, a la salida de la cárcel decidió dedicarse profesionalmente al cultivo de la literatura, determinación que le propició un gran renombre y, al mismo tiempo, numerosas acusaciones de plagio y obscenidad, pues se hacía muy extraño -para la mentalidad conservadora de su tiempo- que una mujer fuera capaz de escribir obras tan originales y tan libertinas. (Muchos años después, la escritora británica Virginia Woolf la elogió en su obra titulada Una habitación propia, defendiéndola de dichas acusaciones).

Pero lo cierto es que Aphra Behn cosechó notable fama entre los lectores de su época, y que sus obras alcanzaron tanto relieve y tanta difusión como las de su amigo John Dryden y las de otros notables escritores ingleses del momento. Respecto a las acusaciones de plagio, sólo cabe señalar que, en efecto, algunas de sus primeras obras acusan marcadas influencias de otras piezas teatrales elaboradas por el tándem formado por los dramaturgos ingleses Francis Beaumont y John Fletcher; sin embargo, estas influencias no dejan de ser las habituales en cualquier escritor novel que intenta emular el legado de sus mentores.

(Véase Beaumont y Fletcher)

Aphra Behn, distinguida muy pronto por su versatilidad y fecundidad, escribió numerosos poemas, pero se dio a conocer sobre todo por sus piezas dramáticas, entre las que sobresalen las tituladas La madeja (1677, con una continuación fechada en 1681); La heredera (1682), una brillante sátira de la vida en la capital inglesa; y Golpe de suerte (1686), obra en la que Aphra Behn se ocupaba de uno de sus temas predilectos: los matrimonios de conveniencia y las nefastas consecuencias que suelen acarrear. En general, durante el período histórico de la restauración de los Estuardo el público de los teatros ingleses tomó gran afición hacia las comedias licenciosas, género en el que Aphra Behn también brilló a gran altura, sobre todo en sus obras El casamiento obligado (1671), El pisaverde de ciudad (1677) y El vagabundo (1677). Además, de su irónica y ácida pluma salió también la farsa titulada El emperador de la luna (1687), obra que, tomando como punto de partida una escena de la commedia dell'arte, difundió por toda la escena inglesa de la segunda mitad del siglo XVII el subgénero dramático de la arlequinada, del que luego habría de evolucionar una modalidad genérica mejor definida: la pantomima.

En su faceta de narradora, sobresalió por una novela extraordinaria, titulada Oroonoko o el esclavo real (ca. 1688), en la que narraba las peripecias de un príncipe africano vendido como esclavo en Surinam. Esta singularísima obra, que contribuyó decisivamente al desarrollo de la novela inglesa, trajo la aportación fundamental de introducir en el ámbito narrativo y filosófico de Occidente la figura del noble salvaje, figura que luego habría de alcanzar su máximo desarrollo en la pluma del pensador suizo Jean-Jacques Rousseau. Por si esto fuera tenido en poco, Aphra Behn se anticipó con Oroonoko a las posteriores novelas centradas en la temática anticolonialista, introdujo por vez primera en la narrativa inglesa la descripción realista de los ambientes, y, en suma, presentó ante sus desconcertados detractores la que puede considerarse como primera novela filosófica de las Letras escritas en lengua inglesa. No es de extrañar, que, dada su importancia, esta obra que pone de manifiesto todos los horrores de la esclavitud sirviera de base al dramaturgo Thomas Southerne para su célebre tragedia homónima, estrenada en 1695.

Autor

  • JR.