Batista, Tomás (1935-VVVV).
Escultor puertorriqueño, nacido en Luquillo en 1935. Cuando trabajaba con el artista español Ángel Botello Barros, en el año 1955, descubrió su habilidad para tallar la madera. Bajo la dirección de este artista conoció los secretos de la restauración, del dorado sobre madera y de las diferentes pátinas. De esta experiencia surgió su primera talla en madera, Crucifixión, en el año 1957.
Fue becado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña en 1958, y comenzó así su aprendizaje artístico formal en el taller de Escultura de ese Instituto, dirigido por el maestro Compostela. En 1960 se trasladó a México para proseguir estudios avanzados en la Escuela la Esmeralda. Sus profesores en esa institución fueron Fidencio Castillo y Benito Messeguer.
En 1962 una beca Guggenheim le permitió realizar nuevos estudios en Nueva York. En 1964 viajó a España becado por el Instituto de Cultura Hispánica. Aprovechó su estancia en dicha institución para llevar a cabo el monumento a Eugenio María de Hostos y visitar las principales capitales de Europa.
En 1965 obtuvo el segundo premio con su obra Caracol en el Concurso de Escultura para Artistas Jóvenes de la América Latina, que auspició la Compañía Esso. En 1966 comenzó a dirigir el Taller de Escultura y Restauración del Instituto de Cultura Puertorriqueña y a ofrecer clases en la recién fundada Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico.
En 1972 recibió una licencia sabática, que aprovechó para residir por un año en Madrid (España). Durante su estancia en la capital de España realizó su sueño de crear cabezas de puertorriqueños ilustres a quienes desde niño había admirado como: Eugenio M. de Hostos, Ramón Emeterio Betances y otros.
En 1980 nuevamente solicitó y le fue concedida una licencia sabática, que utilizó para crear un buen número de obras personales que tenía en mente, entre otras la cabeza de Julia de Burgos. También tuvo la oportunidad de viajar por algunas ciudades de Latinoamérica.
En 1984 instaló su residencia en el Municipio de Bayamón, donde organizó el Museo Francisco Oller, del que después fue director a petición del alcalde. Durante un año trabajó instalando las salas que componen el museo, incluyendo la Sala Tomás Batista. En dicha sala se encuentra en exposición permanente parte de su obra, adquirida por el Municipio de Bayamón.
En 1987 la comisión puertorriqueña creada para la celebración del Quinto Centenario del descubrimiento de América y Puerto Rico le asignó la Medalla de la Orden del Quinto Centenario. En 1990 expuso en el Museo Casa Cautiño, en Guayama. Esta exposición fue auspiciada por la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Guayama, y el Patronato del Museo Casa Cautiño. Don Genaro Cautiño ayudó económicamente a Batista para realizar una serie de tallas en madera basadas en la historia bíblica, en las que desarrolló el tema de la creación de Adán y Eva.
Otras obras suyas son: un busto dedicado a Luis Ferré; el monumento al Cacique de Luquillo para su pueblo natal, Luquillo; el busto en bronce del Padre Eliseo Castaño, en Río Piedras; el de José Gautier Benítez, en Caguas; el de Eugenio María de Hostos, en Mayagüez; el de Nemesio R. Canales, en Jayuya; el de Luis Llorens Torres, en Juana Díaz; el monumento al Cacique de Jayuya; el busto de Rafael Hernández, en Bayamón; el de Chuito el de Cayey, en Cayey; el del Dr. Agustín Stahl para el Recinto Universitario de Cayey; y en 1996 el Municipio de Ponce le encargó la realización de los bustos dedicados a los señores Pachín Vicens, Francisco (Paquito) Montaner, Víctor Vasallo y Roberto Sánchez Vilella.
Ha exhibido su obra en el Ateneo Puertorriqueño, 1957; Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1959; Museo de Arte de Ponce, 1968; en el Convento Santo Domingo del Instituto de Cultura Puertorriqueña, en noviembre de 1973 (retrospectiva) y mayo de 1977; Recinto Universitario de Humacao, septiembre de 1977; Centro de Estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez, marzo de 1978; Municipio de Luquillo, mayo de 1978; en La Fortaleza, septiembre de 1978; en el II Festival Viequense (Fortín), en febrero de 1979; y en el Museo de la Universidad de Puerto Rico, en 1980.
En el campo de la restauración ha trabajado intensamente principalmente en altares, santos de Puerto Rico e imágenes religiosas que se encuentran en diferentes iglesias de la Isla y en los museos del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
Batista es un incansable forjador de ideas en las que predominan los temas puertorriqueños. Ofrece charlas sobre su obra en escuelas públicas y universidades, centros culturales y municipios. Sus obras se encuentran en el Instituto de Cultura Puertorriqueña, en el Museo de Arte de Ponce, Salón de Artistas Jóvenes de la Compañía Esso, en Washington; Colección del Centro Médico Lincoln, en Bronx (Nueva York), en el Museo Francisco Oller, en Bayamón, y en colecciones privadas.
