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HistoriaPolíticaBiografía

Basco y Vargas, José (ca. 1730-1805).

Marino y gobernador español de las islas Filipinas, nacido en Ronda (Andalucía) hacia 1730 y fallecido en Málaga en 1805, que ejerció su mandato entre 1778 y 1787. Durante su etapa de gobierno se introdujeron en el archipiélago importantes reformas económicas en el contexto de la política española de la Ilustración, de la que Basco está considerado su mejor representante en las Filipinas.

Nacido en el seno de una prominente familia granadina, José Basco realizó una fulgurante carrera militar en la Armada Real, alcanzando sucesivamente los empleos de alférez de fragata (marzo de 1754), alférez de navío (diciembre de 1757), teniente de fragata (abril de 1762), y teniente de navío (septiembre de 1767). Participó en la contienda contra Inglaterra (1759-1763) a bordo del Aquilón, tomando parte además en el sitio y rendición de La Habana (1762), donde fue hecho prisionero. Después obtuvo el mando de un jabeque en la campaña de Tetuán, y ascendido a teniente de fragata (1774), mandó un buque de este tipo que se integró en la flota del Pacífico, con base en Manila.

Nombrado gobernador general de las Filipinas por el monarca Carlos III, tomó posesión del cargo de manos de su antecesor, Pedro Sarrio (julio de 1778). De carácter cordial pero al mismo tiempo enérgico, el nuevo gobernador pronto mostró una decidida determinación en cumplir sin trabas la función que se le había encomendado, para lo cual pidió y obtuvo la máxima jefatura militar de la colonia pese a la oposición de la Audiencia. Sus primeras medidas al frente de la gobernación estuvieron dirigidas a prevenir posibles ataques por parte de los moros del sur del archipiélago. Así, incrementó los efectivos del ejército regular y mandó reforzar las fortificaciones de la capital, pero simultáneamente intensificó las relaciones diplomáticas con los sultanes de Joló y Mindanao.

Siguiendo las instrucciones traídas desde la Península, publicó unos Reglamentos Regios (1778) que establecían varias medidas liberalizadoras de la economía, entre ellas el levantamiento de las tarifas comerciales a la exportación e importación, mientras en mayo de 1779 otra orden eximió del pago de impuestos a la industria textil de las islas. En mayo de 1781 hizo efectivo el decreto real que ordenaba la fundación de una Sociedad Económica de Amigos del País, siguiendo el modelo de las asociaciones surgidas en la Península y las colonias americanas para el fomento de las actividades económicas. Ese mismo año comenzó a aplicar otra reforma fundamental: el establecimiento del monopolio estatal del tabaco, que dotó al gobierno de Filipinas de recursos propios para no depender así del real situado enviado desde México e incluso generó superávit en la Hacienda local. Bajo su mandato también vio la luz la Real Compañía de Filipinas (marzo de 1785), destinada a acaparar el comercio transoceánico con España, y la sucursal del Banco de San Carlos (1783).

En consonancia con su perfil de gobernante ilustrado, algunas otras reformas llevadas a cabo por Basco y Vargas se dirigieron a aumentar el bienestar del pueblo. Así, eximió del pago de tributos y prestación personal a los trabajadores del monopolio de tabaco; creó escuelas en islas donde antes no existían; y expandió los estudios de la Universidad de Santo Tomás. En política exterior, incorporó a la soberanía española las islas Batanes, situadas al norte de Luzón, hecho por el que le fue concedido el título de conde de las mismas. Sin embargo, también tuvo que hacer frente a sendas insurrecciones internas en Ituy y Paniqui. Al parecer, sus continuas discrepancias con la Audiencia, unido a un deterioro de la salud, le llevaron a pedir a la Corona su relevo en el gobierno del archipiélago, lo que se produjo en noviembre de 1787 -el cargo recayó de nuevo interinamente en su lugarteniente Pedro Sarrio-. En vista de su magnífica gestión, el rey eximió a José Basco de ser sometido al preceptivo juicio de residencia, aunque finalmente renunció a este privilegio.

De regreso en España, en 1789 fue ascendido al grado de comandante de Marina (Jefe de Escuadra) y en abril de 1794 se le concedió el cargo de gobernador militar y civil de la plaza de Cartagena. Posteriormente ejerció la misma función en el Puerto de Santa María y Lérida.
MAH

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  • MAH 0303