A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
MedicinaBiografía

Barrios, Juan de (1562-1645).

Médico español nacido en Colmenar Viejo hacia 1562 y muerto en Madrid hacia 1645.

Tras obtener el título de bachiller en Artes en la Universidad de Alcalá, estudió medicina en la de Salamanca desde 1581 hasta 1583, donde tuvo entre sus profesores a Juan Bravo de Piedrahita, Ambrosio Núñez y Agustín Vázquez. Terminó su formación médica en Alcalá, donde recibió la influencia de Pedro García Carrero, a quien consideró su maestro. Completó después su preparación quirúrgica tras asistir en Valencia a las lecciones de Juan Calvo durante 1586 y trabajar junto a Juan Fragoso en el Hospital General de Madrid hasta 1588. Los profesores que tuvo Barrios explican su mentalidad médica, ya que, con la excepción de Fragoso, todos fueron destacadas figuras del escolasticismo médico contrarreformista que se impuso como corriente hegemónica en el mundo académico español a finales del siglo XVI.

En 1589, Barrios emprendió viaje a Nueva España. En uno de sus libros expuso casos clínicos que vio en Tenerife y Cuba durante dicho año y en Veracruz en el siguiente. Instalado en la ciudad de México, desarrolló una intensa actividad como médico y cirujano, y entabló amistad con Juan de la Fuente, primer catedrático de medicina de su Universidad. Cuando llevaba tres lustros en la capital novohispana publicó en la imprenta de Fernando Balli la obra Verdadera medicina, cirugía y astrología, en tres libros dividida (1607), el tratado de mayor extensión y amplitud temática aparecido hasta entonces en América. Es un volumen en folio de casi seiscientas páginas impresas a doble columna; sus tres “libros” comprenden nueve partes, la mayoría de las cuales corresponden a géneros bien delimitados de la literatura médica de la época.

Como seguidor del escolasticismo contrarreformista, Barrios tenía buena información de las novedades, aunque rechazaba las que comprometían el sistema galénico tradicional. Esta es la clave que permite entender su obra, llena de aparentes contradicciones que han desconcertado incluso a algunos de los mejores estudiosos que se han ocupado de ella.

Su obra Libro de anatomía está dividida en ocho partes:

-En la primera de ellas, Barrios demuestra conocer el tratado de Charles Estienne, cuyos grabados elogia, y también los de Vesalio, Realdo Colombo y Valverde, así como tener una amplia experiencia disectiva. Para desmentir la afirmación de Plinio de que “en medio de los sesos se hallan unos huesecillos pequeños”, dice, por ejemplo: “en hombres, perros, puercos, conejos, gallinas y otros animales yo nunca los he visto en cuanto los he anatomizado”. Sin embargo, el Libro es un texto anatómico típico del galenismo contrarreformista, en la misma línea del que Luis Mercado había publicado en 1594, que no solamente se opone a hechos y doctrinas nuevos, sino que vuelve intencionadamente al estilo expositivo tradicional, el cual asocia las descripciones anatómicas a las interpretaciones funcionales.
-La segunda parte es un estudio de las heridas en cuatro capítulos, los cuales se ocupan sucesivamente de las de la cabeza, los nervios, el tórax y el abdomen. En cirugía craneal, Barrios defiende el uso del trépano y las legras, de forma parecida a lo que habían hecho sus maestros Juan Calvo y Juan Fragoso.
-Tras una tercera parte relativa a las “complexiones”, uno de los temas básicos del sistema galénico, Barrios dedica la cuarta a “la astrología que han de menester los médicos”. Frente a lo que pudiera hacer pensar el título de su obra, consiste en una refutación terminante del uso de la astrología en medicina. Niega las influencias astrales y los llamados “días electivos” para sangrar y purgar en función de las “conjunciones astrológicas”. Más significativo todavía es que interprete los factores supuestamente astrológicos desde un punto de vista climático, de acuerdo con el ambientalismo de origen hipocrático (véase Hipócrates).
-La quinta parte, la más extensa de la obra, comprende veintisiete capítulos que ocupan más de cuatrocientas páginas. Corresponde al género denominado en la época “praxis médica”, es decir, al diagnóstico, pronóstico y tratamiento de las enfermedades, ordenadas “desde la cabeça hasta acabar en los pies”, más un “tratado de calenturas” y otro sobre las “bubas” o sífilis, la erisipela y las viruelas. Su enfoque galenista no impide la inclusión de numerosas observaciones clínicas propias.
-A continuación de esta “praxis” figura un capítulo titulado “De qué agua es la mejor”, que constituye una de las aportaciones más tempranas publicadas en América a los estudios en torno a la salud pública. Tras exponer las características del agua potable, estudia las fuentes que surtían de agua a la ciudad de México y la “traça que ha de menester” para conducirla y distribuirla a fin de que llegue limpia a todas las “pilas y plaças públicas” y para eliminar los residuos. Fue un informe de trascendencia práctica que Barrios entregó al virrey de Nueva España.
-La séptima parte es un compendio de tocología y enfermedades de los niños que sigue el modelo de la literatura “materno-infantil” clásica. La postura racionalista de Barrios vuelve a manifestarse en la cuestión de “si hay mal de ojo”, que denuncia como mera superstición, tras afirmando “que es burla dedcir que hay mal de ojo”.
-En cambio, la octava parte no corresponde a un género de literatura médica habitual, ya que es una de las primeras monografías impresas sobre medicina estética. Comienza con una amplia exposición titulada “De engordar y enflaquecer y cómo se han de curar los flacos y los gordos” y se ocupa a continuación de la forma de solucionar los problemas que afean la cara y otras partes del cuerpo (“mal olor”, “postillas y ronchas”, “verrugas”, “señales de heridas”, “arrugas”, etc.) y los referentes a los cabellos y al vello, las afecciones de los dientes, “sudar mucho”, “uñas metidas en la carne”, etc.

El volumen termina con el primer texto que llegó a imprimirse de Francisco Hernández, director de la primera expedición científica moderna, quien estudió la historia natural de la Nueva España desde 1571 a 1577: un recetario en el que las plantas medicinales mexicanas, con sus nombres en náhuatl, aparecen agrupadas como remedios de las distintas enfermedades. Por otro lado, en los demás “tratados” y capítulos que integran la obra se incluyen más de trescientas indicaciones terapéuticas de cuarenta y cinco plantas mexicanas.

En 1609, Barrios publicó otra obra, impresa en México por Jerónimo Balli, titulada Libro en el cual se trata del chocolate, que provechos haga, i si sea bebida saludable o no. En la actualidad no hay localizado ningún ejemplar, pero se conoce su contenido porque Antonio de León Pinelo reprodujo en uno de sus libros (1636) la mayor parte de su texto. Desde fechas muy tempranas, diversos autores se habían ocupado del chocolate, pero la obra de Barrios fue la primera monografía impresa sobre el tema desde el punto de vista médico. En ella insistió especialmente en que “el chocolate es una cosa que lleva tantos simples […] que su templanza y efectos serán varios conforme los simples y cosas que se echaren […] aunque la mayor cantidad que lleva esta bebida del chocolate es cacao”.

Barrios volvió a la metrópoli en una fecha anterior a 1638. La última noticia que se tiene de él es que vivía en Madrid en el año 1644.

Bibliografía

Fuentes

Verdadera medicina, cirugía y astrologia, en tres libros dividida […] (México, por Fernando Balli, 1607).
Libro en el cual se trata del chocolate, que provechos haga, i si sea bebida saludable o no, i en particular de todas las cosas que lleva, i que receta conviene para cada persona […] (México, Gerónimo Balli, 1609).

Estudios

COMAS J. "Influencia de la farmacopea y terapéutica indígena de Nueva España en la obra de Juan de Barrios (1607), en Anales de Antropología. Vol. 8 (1971, pp. 125-150).
COMAS J. et al. El mestizaje cultural y la medicina novohispana del siglo XVI. (Valencia; Instituto de Estudios Documentales e Históricos sobre la Ciencia, 1996, pp. 145-296).
LEÓN, N. "El Dr. Juan de Barrios y sus enciclopedia médica". en Medicina. México. Vol. 1. (1920; pp. 25-27).
LÓPEZ PIÑERO, J. M. y LÓPEZ TERRADA, M.L. "Los primeros libros de medicina impresos en América", en Viejo y Nuevo Continente. La medicina en el encuentro de dos mundos. (Madrid; Saned, 1992, pp. 168-192).
SOMOLINOS D'ARDOIS, G. Los primeros impresos médicos mexicanos. (1553-1618).

Autor

  • José María López Piñero