Barrenechea y Morante de la Madrid, María Rita (¿1750?-1795).
Aristócrata y dramaturga española, condesa del Carpio, nacida en Bilbao hacia el año de 1750 y muerta en Madrid el 23 de noviembre de 1795. Nacida en el seno de una familia ilustre, era hija de don José Fernando de Barrenechea y Novia de Salcedo, marqués del Puerto, y de doña Ana María Morante de la Madrid y Castejón, marquesa de la Solana.
Su formación literaria la adquirió en Valladolid, en el monasterio de Las Huelgas, en donde había ingresado en 1761, después de que falleciera su madre. En dicha ciudad contrajo matrimonio en 1765 con el conde del Carpio, don Juan de Sahagún de la Mata Linares y Vázquez Dávila y Arce. Por razón del cargo que ostentaba su esposo, Alcalde del Crimen en la Real Ciudad de Barcelona, doña María Rita y él se instalaron en la Ciudad Condal, en donde nacieron sus dos hijas, María Martina y Francisca Javiera. Posteriormente, el Conde del Carpio fue ascendido a Ministro del Real Consejo de Órdenes, por lo que se trasladó a la capital de España en compañía de su familia.
Esta llegada a la Corte permitió a doña María Rita Barrenechea tomar contacto con los principales cenáculos de intelectuales ilustrados que comenzaban a bullir por Madrid, a muchos de los cuales prestó protección y mecenazgo desde la alta posición que, merced al cargo de su esposo, ella misma ocupaba. La poetisa y dramaturga malagueña María Rosa Gálvez de Cabrera (1768-1806) ensalzó en sus versos la inteligencia de doña María Rita, y se mostró agradecida por el favor que prestaba a los artistas. De testimonios como el de la Gálvez se deduce que la Condesa del Carpio fue una mujer culta e ilustrada, preocupada por adaptarse a las innumerables reformas de su tiempo, y adornada de un talante filantrópico que le movía de continuo a socorrer a los menos favorecidos.
Su cultivo de las musas escénicas quedó reflejado en, al menos, tres composiciones dramáticas, dos de las cuales sólo se conocen hoy en día a través de la noticia que de ellas han dejado algunos estudiosos del teatro. Se trata de La aya, una comedia en un acto, escrita en prosa, y de otra comedia de la que no se recuerda ni el título. Sin embargo, una tercera comedia suya -también escrita en prosa- sí gozó de más fama, ya que llegó incluso a ser publicada por un editor anónimo en Jaén, en 1783. La obra se titula Catalín, consta de un sólo acto, se ubica por entero en Portugalete (Vizcaya), y refleja las dificultades que se le plantean a la hora de casarse a la joven hija de un caballero arruinado. El mencionado editor asegura en el prólogo que se trata de una obra escrita durante una enfermedad; y, en efecto, tiene mucho de pasatiempo aristocrático, sin duda concebido para ser puesto en escena delante de un reducido grupo de amigos. Por lo demás, es una pieza cercana al cuadro costumbrista, pero complicada con una vertiginosa concatenación de intrigas que a la postre desembocan en un final moralizante.
Bibliografía
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HORMIGÓN, Juan Antonio (dir.) Autoras en la Historia del Teatro Español (1500-1994). (Madrid: Publicaciones de la Asociación de Directores de Escena de España, 1996).
