Baquero, Gastón (1918-1997).
Poeta y ensayista cubano, nacido en Banes el 4 de mayo de 1918, y muerto en Madrid el 15 de mayo de 1997.
Vida.
Obtuvo, en la Escuela Provincial de Agricultura de su país natal, el título de maestro agrícola, y más tarde ingresó en la Universidad de La Habana para estudiar Agronomía. Su temprana vocación poética afloró durante este periodo universitario, cuando Gastón Baquero comenzó a publicar poemas en las revistas Verbum y Espuela de plata. Fascinado, además, por la literatura europea y norteamericana, pronto se dio a traducir las obras más representativas de autores tan destacados como T. S. Eliot (de quien vertió al castellano su libro Los hombres huecos).
Su dedicación a la prensa periódica se inició en 1943, cuando ingresó en la nómina del diario Información para ocupar el cargo de traductor. Posteriormente, fue redactor-jefe del Diario de la Marina, en el que publicaba tres veces por semana una famosa columna, "Epígrafe". Su papel de animador cultural del mundillo literario cubano quedó patente con la fundación de la revista Clavileño, cuyo título pregonaba la vinculación de Baquero con las Letras españolas.
Consagrado como poeta, por aquellos años recibió numerosos galardones, entre los que destacan el premio "Justo de Lara" y el premio nacional "José Antonio Rivero". En 1947 fue condecorado en España con la Encomienda de la Orden de Alfonso X el Sabio, reconocimiento que le propició la oportunidad de visitar por vez primera la Península Ibérica.
Su actividad intelectual, canalizada entonces en el diario Miami Herald y en el grupo literario que, congregado en torno a la revista Orígenes, encabezaba José Lezama Lima, quedó truncada en su país de origen cuando, tras la revolución castrista, hubo de emprender el exilio en 1959. Instalado en Madrid, reanudó su labor cultural en las revistas Mundo Hispánico y Papeles de Son Armadans, y colaboró frecuentemente en diarios nacionales como ABC. Esta doble y constante dedicación a la prensa y a los asuntos de Ultramar obtuvo su merecido reconocimiento en 1960, año en que Gastón Baquero fue galardonado con el premio periodístico "Fraternidad Hispánica".
Sin abandonar sus colaboraciones en diarios y emisoras de radio, se volcó luego en una labor docente que le llevó a impartir clases de Literatura Hispanoamericana e Historia de América en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid. Posteriormente, ocupó un puesto de asesor en el Gabinete de Vicepresidencia del Instituto de Cultura Hispánica, donde también desempeñó tareas de documentación. En 1992 participó en un homenaje rendido a César Vallejo en la Residencia de Estudiantes, e intervino en Salamanca en el Foro Iberoamericano. Un año después, la Universidad Pontificia de Salamanca fue sede de un homenaje internacional dedicado íntegramente al propio Gastón Baquero.
Entre tanto, la cultura oficial del régimen castrista había preterido por completo al poeta y su obra, hasta el punto de no darles cabida en el Diccionario de la Literatura cubana editado por la Academia de Ciencias en 1984. Sin embargo, diez años después Gastón Baquero recibió un homenaje en la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, y vio publicados ocho poemas inéditos suyos en la revista cubana Credo.
En 1995, la Cátedra Poética "Fray Luis de León", de la Universidad de Pontificia de Salamanca, publicó sus obras completas. Viejo y enfermo, el poeta -que estaba en posesión de la Orden de Isabel la Católica y de la Orden del Mérito Civil- no pudo asistir al último homenaje que se le rindió en España (en el Círculo de Bellas Artes, el día 6 de mayo de 1997), porque ya estaba hospitalizado a consecuencia de un derrame cerebral. El día 15 de mayo de 1997, un nuevo derrame acabó con su vida. Su cuerpo fue incinerado, y sus cenizas conservadas para ser esparcidas en su Cuba natal.
Obra.
La poesía de Baquero -"fruto de la libertad interior, recóndita y absoluta", en palabras de J.M. Armas Marcelo- pasa por encima de modas, corrientes y códigos estéticos al uso, para profundizar en su propio drama interior, el drama de un exiliado. Es la voz de un hombre acorralado por su destino, acosado por la indiferencia de sus paisanos y condenado a la tristeza del desarraigo.
Sus primeras poesías quedaron recogidas en el libro Poemas (1942), al que siguió, en aquel mismo año, Saúl sobre la espada. Muchos años después, reanudó sus publicaciones líricas con Poemas escritos en España (1960), Memorial de un testigo (1966), Magias e invenciones (1984), Poemas invisibles (1991), y las recopilaciones tituladas Autoantología comentada (1992), Poesías completas (1935-1994) (1994) y Gastón Baquero. Poesía (1995).
En el campo del ensayo, publicó Monólogos de don Quijote (1937), Ensayos (1948), Escritores hispanoamericanos de hoy (1961), Darío, Cernuda y otros temas poéticos (1969), Gertrudis Gómez de Avellaneda (1974), Páginas españolas sobre Simón Bolívar (1984), Indios, blancos y negros en el caldero de América (1991), Acercamiento a Dulce María Loynaz (1993) y La fuente inagotable (1995).
En 1998 se acordó constituir una Fundación con su nombre y editar su obra completa.
J.R. Fernández de Cano.
