Ballivián Coll, Adolfo (1831-1874).
Militar y político boliviano, nacido en La Paz el 15 de noviembre de 1835 y muerto en Sucre el 14 de febrero de 1874, que fue presidente de la República entre el 6 de mayo 1873 y 31 de enero de 1874.
Hijo del presidente José Ballivián, recibió una esmerada educación y conquistó honrosamente todos los grados militares hasta el de teniente coronel. Sin embargo, no se le puede considerar como un militar más de su tiempo, porque al contrario de la mayoría de ese conglomerado social, Ballivián era de gran valor personal, afable y amigo de la música y de la literatura. Fue asiduo colaborador en revistas y periódicos, y fundador de La verdad constitucional. Durante el gobierno de Morales desempeñó una misión financiera en Londres, donde fue enviado por aquel presidente, lo que en realidad no era más que una excusa para mantenerlo lejos, a causa de la influencia que ejercía entre las clases letradas y la juventud universitaria.
Tras la muerte de Morales, Adolfo Ballivián ganó con holgura las elecciones y asumió el poder con gran apoyo del pueblo y con grandes expectativas. Pero tres cosas pusieron dique a sus buenos propósitos: las tendencias demagógicas, los resabios melgarejistas aún existentes y la precaria salud del propio Ballivián, minada ya por el cáncer de estómago que finalmente lo llevaría a la tumba. Asumida la presidencia, Ballivián se rodeó de personalidades de gran valer. Después de informar sobre su gestión financiera en Europa durante el gobierno de Morales, propuso al parlamento, entre otras cosas, la contratación de un empréstito para sanear las finanzas del país y, sobre todo, para adquirir dos blindados con los cuales poder defender el litoral boliviano que ya se vislumbraba en peligro. Pero las pasiones políticas y los intereses partidistas de oposición al gobierno pudieron más que los intereses generales, de forma que el gobierno se vio con las manos atadas y tuvo que dejar a un lado los proyectos financieros. Mientras tanto siguió deteriorándose la salud del presidente, hasta que el 30 de enero de 1874 se vio obligado a entregar el mando, interinamente, a Tomás Frías, presidente del Consejo de Estado. Dos semanas más tarde fallecía en la ciudad de Sucre.
En su breve paso por la presidencia, Adolfo Ballivián demostró grandes condiciones de estadista, honradez, respeto a la constitución y decidido respeto a las libertades públicas. En lo internacional tuvo clara visión de lo que se avecinaba en la región del litoral, pero sus valiosas iniciativas fueron condenadas a la esterilidad por falta de apoyo por parte de los opositores políticos.
CCG
