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Baber, Zahir al-Din Muhammad (1483-1530).

Conquistador turcomogol, escritor y poeta, nacido el 15 de febrero de 1483 en Andizhán, en el principado de Fergana (Uzbekistán), y muerto en Agra (India) el 26 de diciembre de 1530. Fue el fundador del imperio Mogol de la India, el cual gobernó entre 1526 y 1530; expandió sus fronteras a expensas de los rajputas -la otra gran potencia indostánica-, y estableció su capital en Agra. Su verdadero nombre fue el de Zahir al-Din Muhammad, y también fue conocido como Babar o Babur el León.

Sus primeros años

Baber era miembro de la tribu de los Barlas, de origen mongol pero que debido a su larga permanencia entre las tribus turcas habían adoptado su lengua y habían asimilado su cultura. Por este motivo, Baber, pese a ser mongol, tenía un carácter y una formación plenamente turca, y su imperio estuvo más marcado por esta cultura que por la mongola. Su familia pertenecía al clan de los Chagatai, por lo que Baber era el quinto descendiente, por línea paterna, de Timur Lang y el décimo tercero, por línea materna, de Gengis Kan, los grandes conquistadores mongoles.

Los descendientes de Timur Lang se habían repartido los extensos territorios controlados por éste, dando lugar a una serie de pequeños principados más o menos independientes. El padre de Baber, de nombre Umar Shaykh Mirza, era uno de estos príncipes, gobernaba el pequeño principado de Fergana, en Uzbekistán. Umar Shaykh Mirza, fiel a la tradición de los timúridas, empleó su vida en el intento de reconquistar Samarcanda, la vieja capital del imperio de Timur Lang, que se encontraba en poder de los uzbecos.

Para hacerse con el poder de la región era imprescindible lograr controlar a las distintas dinastía principescas y acabar con las guerras civiles que debilitaban a los diferentes estados. Baber no sólo fue capaz de unir a los timúridas, sino que además poseyó un talento militar capaz de llevar a estos a formar un gran imperio. Continuó con la tradición familiar de tratar de hacerse con el control de Samarcanda, de ese modo, cuando en 1494 sucedió a su padre, lo primero que hizo fue atacar a los uzbecos, aunque sin éxito. Logró capturar la ciudad en 1497 y, tras perderla, de nuevo la conquistó en 1501, pero una vez más volvió a ser expulsado de ella por los uzbecos dirigidos por Muhammad Shaibani Kan, otro descendiente de Gengis Kan. Dos años más tarde, presionado por los uzbecos, perdió el principado de Fergana.

En 1504, acompañado sólo por su guardia personal, logró conquistar Kabul (Afganistán), desde donde intentó restablecer su poder en los restos del Imperio timúrida en Turkestán, sin conseguirlo frente a otros rivales turcos. Entre 1511 y 1512 intentó de nuevo conquistar Samarcanda, pero a pesar de contar con la ayuda del shah Ismail Safawi de Persia, no tuvo éxito, por lo que decidió dirigir sus esfuerzos hacia otro lugar. Entabló relaciones comerciales con diversos reinos del sultanato de Delhi.

En 1519 Baber lanzó su primera incursión sobre la India, para ello contó con la colaboración del gobernador de Punjab, Dawlat Kan Lodi, el cual estaba enemistado con el sultán de Delhi, su señor, Ibrahim Lodi. La expedición no consistió más que en el saqueo de algunas de las fabulosas riquezas del Sultanato, pero Baber el ataque sirvió para que Baber se diese cuenta de las importantes consecuencias que le reportaría el control de estas riquezas; lo que unido a su desencanto en cuanto a la conquista de Samarcanda, provocó que el líder mongol centrase desde ese momento su atención en la India. En 1522, fecha en la que Baber ya estaba decidido a expandirse hacia Sind y la India, logró conquistar el estratégico enclave de Kandahar.

En 1524 Baber invadió Punjab en tres ocasiones, pero no pudo consolidar su dominio debido a las complicadas luchas políticas en las que estaba sumida la zona y en las que él no podía encontrar un aliado estable. No obstante, Baber se dio cuenta de que las disensiones internas del sultanato habían convertido a éste en una presa fácil para su ejército, en esos momentos, una ataque de los uzbecos sobre Kabul hizo que Baber retrocediera para defender su reino.

La conquista de la India

En noviembre de 1525, una vez solucionados sus problemas con los uzbecos, partió de Kabul con un ejército de unos 12.000 soldados. El 21 de abril de 1526 el ejército de Baber se encontró con el ejército del sultán de Delhi, Ibrahim Lodi, a 80 kilómetros al norte de Delhi, en Panipat. El ejército de Delhi era muy superior en número, se calcula que estaba compuesto por unos 100.000 soldados y 100 elefantes, pero sus tácticas de combate eran muy anticuadas y carecía de la necesaria unidad interna;, en contraposición, el pequeño ejército de Baber estaba integrado por una poderosa caballería, perfectamente adiestrado para el combate, con una disciplina ejemplar y dominaba la artillería, aprendida de los turcos otomanos.

Baber obtuvo una aplastante victoria en Panipat, donde falleció Ibrahim Lodi. Tras la batalla ocupó la totalidad del territorio controlado por el sultanado, a una velocidad tal que impidió la reacción de los gobernadores locales, tres días después de la batalla había llegado ya hasta Agra. Tras apoderarse de las ciudades de Delhi y Agra, fue investido emperador del Indostán.
El ejército de Baber tuvo que enfrentarse, posteriormente, a un enemigo mucho más peligroso que las tropas de Delhi, el aplastante calor húmedo de la India, al que no estaban acostumbrados en sus territorios de Kabul, mucho más al norte, pero en el que las tropas de los diferentes reinos indios se manejaban con total naturalidad. Al sur del valle del Ganges se encontraban una serie de estados controlados por jefes afganos, muy desorganizados pero con un formidable poder militar. Al sur se encontraban los sultanatos de Malwa y Gujarat, en Rajastán, Rana Sanga de Mewar encabezaba una poderosa confederación que amenazaba las posiciones musulmanas del norte de la India.

El principal problema de Baber eran sus propias tropas, abatidas por las hostiles condiciones mediambientales y deseosas de regresar a Kabul. Para ganar tiempo, Baber trató de negociar con Rana Sanga, pero éste, consciente de que Baber no tenía intención de retirarse, como habían hecho sus antecesores, decidió atacar al desmoralizado ejército invasor. Con un ejército encabezado por los señores de Ajmer, Gwalior, Amber y Marwar, junto a otros 120 jefes, y que estaba compuesto por aproximadamente 100.000 caballos y 500 elefantes, se lanzó sobre los dominios de Baber, éste, completamente aislado se encomendó a Alá, para lo cual prohibió el alcohol en una solemne ceremonia que enardeció a su ejército por la piedad demostrada por su líder.

Los ejércitos se encontraron en Khanua, a 60 kilómetros al oeste de Agra, el 16 de marzo de 1527. Baber situó a su ejército en una arriesgada posición, dispuso un cerco de carros dentro del cual atrincheró su artillería y colocó a la caballería en las alas. Los disparos de la artillería provocaron la desbandada de los elefantes enemigos. Aprovechando el caos causado por los elefantes, la caballería cargó contra los flancos enemigos y tras diez horas de encarnizada lucha, las tropas de Baber lograron una sorprendente victoria. Baber negoció entonces con los desafiantes afganos del este, los cuales capturaron Lucknow mientras sus tropas se enfrentaba a Rana Sanga. Mientras tanto, otro príncipe afgano, Mahmud Lodi, hermano de Ibrahim Lodi, ocupó Bihar. Algunos príncipes aprovecharon la situación para levantarse contra Baber, pero éste logró imponerse en una serie de tres batallas, Panipat, Khanwar y el 6 de mayo de 1529 en Ghaghara, donde derrotó definitivamente a sus enemigos. En ese momento Agra se convirtió en la nueva capital del Imperio.

Sus sucesores, Humayun (1530-1556), Akbar (1556-1605), continuaron la obra de Baber, pero sobre todo consolidaron el imperio Mogol y le dotaron de una administración y una organización efectivas, que hicieron posible su pervivencia en el tiempo.

Las fronteras de los dominios de Baber se extendieron desde Kabul a Kandahar y de allí, hasta Bengala; por el sur hasta el desierto del Thar y las fortalezas de Ranthambhor, Gwalior y Chanderi; y alcanzaba la cordillera del Himalaya hacia el este. Baber había conquistado un imperio, pero éste carecía de una organización y legislación definida. Esta labor, la de organizar el imperio, fue acometida por su sucesor, Humayun, una vez que Baber falleció en 1530.

Existe, como no podía ser de otro modo, una fabulosa leyenda sobre la muerte de Baber; según la cual, su hijo Humayun cayó gravemente enfermo y Baber, desesperado ante la pronta muerte de su vástago rogó a Alá que transmitiera la enfermedad a su propio cuerpo para salvar a su hijo. Alá aceptó y Baber recibió la enfermedad mortal de su hijo, fruto de lo cual falleció el 26 de diciembre de 1530.

El cuerpo de Baber fue enterrado en Agra, pero posteriormente fue llevado a Kabul donde se le enterró en uno de sus jardines favoritos.

Valoración

Baber está considerado como el fundador del Imperio Mogol de la India, sin embargo, la consolidación del imperio se debió a su nieto, Akbar. Baber fue un militar genial, osado y audaz, construyó su imperio gracias a una serie de golpes de mano y acciones, en ocasiones, temerarias. Fue un hombre de una fuerte personalidad, cuya huella pervivió durante generaciones como modelo a seguir. Gran amante de la naturaleza, mandó edificar espléndidos jardines para adornar tanto las ciudades conquistadas como sus lugares de residencia.

Siguiendo la tradición de su linaje, cultivó las aficiones literarias con notables resultados artísticos en la poesía, cuyo ejemplo más representativo es el Diwan, que reúne gran número de composiciones en las lenguas turca y persa y, en prosa, el Baber Nama o Memorias de Baber, su autobiografía, una de las grandes obras de la literatura en turco chagatai.

JACJ

Autor

  • Juan Antonio Castro Jiménez