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HistoriaPolíticaBiografía

Atutxa Mendiola, Juan María (1941-VVVV).

Político y presidente del Parlamento vasco [1998-2005], nacido en Areatza-Villaro (Vizcaya) el 18 de mayo de 1941.

Juan Mari Atutxa inició su carrera profesional en el sector bancario donde, durante dos décadas, desempeñó puestos de responsabilidad en entidades financieras como la Caja Rural Vasca y la Caja de Ahorros de Vizcaya. Después derivó sus inquietudes laborales hacia la política como militante del PNV y entre 1983 y 1987 fue apoderado en las Juntas Generales de Vizcaya. Trabajó en el área de Agricultura de la Diputación Foral de esta provincia vasca hasta que el 7 de febrero de 1991, tras las elecciones autonómicas celebradas el 28 de octubre anterior, fue nombrado consejero de Interior del Gobierno vasco, en el gabinete del lehendakari Ardanza. Durante su mandato al frente de la Consejería, acordó con el Gobierno central el repliegue de las Fuerzas de Seguridad del Estado acuarteladas en el País Vasco y reguló los operativos de expansión de la Ertzaintza en el territorio, cuerpo policial autonómico que, desde entonces, se convirtió en referente principal de la seguridad civil en la Comunidad Autónoma.

Celebradas nuevas elecciones al parlamento vasco el 23 de octubre de 1994, José Antonio Ardanza fue investido nuevamente lehendakari gracias al acuerdo tripartito alcanzado por PNV, Partido Socialista Obrero Español (PSOE)-EE y Eusko Alkartasuna (EA) y el presidente del Gobierno autonómico volvió a confiar la Consejería de Interior a Juan Mari Atutxa, que tomó posesión del cargo el 4 de enero de 1995. Su gestión al frente de la Ertzaintza cosechó algunos éxitos sonados como la desarticulación del "comando Vizcaya" de ETA en 1994 y, nuevamente tras su rearticulación, en el verano de 1998, aunque también atravesó situaciones críticas como el largo secuestro del funcionario de prisiones Ortega Lara o el asesinato anunciado del concejal del Partido Popular (PP) en Ermua, Miguel Ángel Blanco, en julio de 1997.

Con la llegada al Gobierno central del Partido Popular, tras las elecciones generales de 1996, Atutxa colaboró de forma activa con el nuevo responsable de Interior, Jaime Mayor Oreja, aunque las relaciones entre la Consejería vasca y el Ministerio comenzaron a deteriorarse desde finales de 1997 por cuestiones relacionadas con la seguridad de los concejales populares en los ayuntamientos vascos. En este último periodo de su gestión también arreciaron las críticas de los partidos no nacionalistas sobre las actuaciones de la Ertzaintza en la represión de la violencia callejera (kale borroka).

Meses antes de finalizar la legislatura anunció su retirada de la política activa aunque, finalmente, su partido consiguió que reconsiderara esta decisión y en enero de 1998 fue propuesto como candidato del PNV a la presidencia del Parlamento vasco. En las elecciones autonómicas celebradas el 25 de octubre de aquel año, Atutxa encabezaba la lista del PNV por la circunscripción de Vizcaya. Consiguió su escaño y su partido reeditó nuevamente la victoria en las urnas para colocar al frente del Ejecutivo al nuevo candidato a lehendakari Juan José Ibarretxe. En la sesión inaugural de la sexta legislatura, celebrada el 25 de noviembre de 1998, fue elegido presidente de la Cámara vasca con el apoyo de 58 de los 73 diputados autonómicos.

Su primer mandato al frente del Parlamento estuvo marcado por una división permanente en la Cámara, reflejo de la crispación política desatada por la nueva ofensiva terrorista iniciada tras el anuncio en diciembre de 1999 de la ruptura de la tregua de ETA. El trabajo legislativo quedó prácticamente paralizado cuando el Gobierno de Ibarretxe, que había sido investido con el apoyo de los escaños de Euskal Herritarrok (EH), quedó en minoría parlamentaria tras la decisión de abandonar la Cámara adoptada por los diputados de la izquierda abertzale en septiembre de 2000. La presión de populares y socialistas, llamados partidos generalistas o constitucionalistas, frente al bloque nacionalista y la imposibilidad de sacar adelante iniciativas legislativas por la ausencia de apoyos en la Cámara vasca forzaron finalmente al lehendakari a disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones autonómicas para el 13 de mayo de 2001.

Tras la celebración de los comicios autonómicos, la coalición nacionalista PNV-EA consiguió reeditar su triunfo y Atutxa conservó su escaño como cabeza de lista por Vizcaya. El 8 de junio de 2001 se celebró la sesión inaugural de la séptima legislatura en el Parlamento vasco y Juan Mari Atutxa fue reelegido, en tercera votación, presidente de la Cámara con el apoyo de los 33 escaños de PNV-EA y los tres de Izquierda Unida (IU) y el voto en blanco de las demás formaciones políticas. El presidente inició su discurso institucional con un recuerdo a las víctimas de ETA, organización terrorista de la que él mismo había sido objetivo directo en varias ocasiones. Por su compromiso permanente en la lucha contra ETA, Atutxa se había convertido en uno de los políticos vascos mejor valorados por la ciudadanía y recibió el reconocimiento de colectivos sociales como el Club Internacional de la Prensa y la Coordinadora "Manos Blancas".

Su gestión al frente de la Cámara vasca en la nueva legislatura estuvo salpicada de decisiones polémicas y fue acusado desde varios frentes políticos y sociales de la crisis institucional que se instauró en el Parlamento autonómico, en los primeros meses de 2003, por la negativa del presidente a cumplir el requerimiento del Tribunal Supremo que ordenaba disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak (SA), heredero de la ilegalizada Batasuna. Atutxa consideraba que el fallo judicial que ordenaba la disolución de las formaciones abertzales en las instituciones vascas invadía competencias del Parlamento y encontró argumentación a su acto de rebeldía en la imposibilidad de ejecutar la sentencia porque la normativa interna de la Cámara no contemplaba la forma de proceder en caso de disolución judicial de un grupo lo que, en consecuencia, exigía una reforma previa del Reglamento interno del Parlamento. La crisis subió de tono en los primeros días del mes de junio cuando el Supremo conminó a la Cámara vasca a disolver de forma inmediata el grupo SA y el Parlamento volvió a exponer razones formales para incumplir el mandato judicial. El desafío de la Asamblea autonómica fue contestado desde la Fiscalía General del Estado con la presentación de una querella contra Atutxa por presunto delito de desobediencia.

Además del pulso con el poder judicial, el presidente tuvo que lidiar durante su mandato con las duras críticas vertidas por la oposición parlamentaria que le acusaban de utilizar personalísimas interpretaciones del Reglamento de la Cámara para favorecer los intereses del PNV. El deterioro que en estos últimos años había sufrido su imagen pública y el anuncio de su intención de abandonar la política al término de la legislatura y reincorporarse al mundo de las finanzas presagiaban para Atutxa un futuro laboral alejado de las responsabilidades políticas pero, tras la celebración de los comicios autonómicos en abril de 2005 y al nueva victoria de la coalición nacionalista PNV-EA, la formación liderada por Juan José Ibarretxe volvió a designar a Atutxa candidato a la presidencia del Parlamento. El veterano político vasco no consiguió en esta ocasión reunir el consenso suficiente para reeditar el cargo y la falta de acuerdos para la elección del presidente mantuvo bloqueado, durante semanas, el inicio de la legislatura. Después de una decena de votaciones sin resultado favorable, la Ejecutiva peneuvista aceptó la renuncia del candidato. Su compañera de partido, Izaskun Bilbao, se convirtió en la primera mujer presidenta del Parlamento vasco.

Atutxa puso fin a su carrera política activa el 4 de octubre de 2005 con la renuncia a su escaño en la Cámara de Vitoria. El ex consejero vasco de Interior y ex presidente del Parlamento autonómico regresó entonces al sector bancario, donde había dado sus primeros pasos profesionales. Asumió además la presidencia de la Fundación Sabino Arana. Sólo algunas semanas después de su retirada, pudo desquitarse de uno de los asuntos más polémicos de los últimos años de su vida pública. El Tribunal Superior de Justiica Vasco absolvió a Atutxa de un delito de desobediencia a la autoridad judicial por su negativa a disolver el grupo heredero de la ilegalizada Batasuna en el Parlamento autonómico.

Enlaces en Internet

http://parlamento.euskadi.net; Página oficial del Parlamento de Euskadi.
http://www.euskadi.net; Página oficial del Gobierno Vasco.
http://www.eaj-pnv.com; Web del Partido Nacionalista Vasco (PNV).

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  • 0106 ISC.