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LiteraturaBiografía

Assis, Joaquim Maria Machado de (1839-1908).

Considerado el mayor novelista brasileño deI siglo XIX, nació y murió en Río de Janeiro. Iniciador de la estética realista con la novela Memorias póstumas de Brás Cubas, fue también uno de los fundadores y primer presidente de la Academia Brasileña de Letras.

Si se atiende a los primeros datos que dibujan su vida, no cabría esperar que detrás surgiera el afamado escritor que llegó a ser. A su padre, mulato y pintor de brocha gorda, y a su madre, una lavandera azoriana, los perdió a muy temprana edad. Ya desde la infancia, y antes de recalar bajo la tutela de su madrastra, había mostrado los síntomas de la afección nerviosa que le acompañaría hasta el final de sus días. Su epilepsia y su tartamudez le convirtieron en una persona sumamente tímida e introvertida. No obstante, tal vez estos trastornos surtieron el efecto de fortalecer su voluntad. Así, aprendiz de tipógrafo a los dieciseis años en la Imprenta Nacional, consiguió hacerse con una vasta cultura autodidacta, escribir de las mejores páginas decimonónicas brasileñas y llegar a ser presidente de la Academia Brasileña de Letras.

Pasó con los dieciocho cumplidos a la editorial de Paula Brito, donde encontró una oportunidad para publicar sus primeros versos en la revista que allí se editaba, A Marmota. Más seria fue su labor de redactor para el Correo Mercantil; en esa época comenzó a tratar a escritores románticos, como Abreu, Macedo o Bocaiúva, quien consiguió introducirlo en el Diário do Rio de Janeiro, para el que elaboró las crónicas de los debates del Senado.

En la década de 1860 escribió casi todas sus comedias teatrales y los poemas -aún de aires románticos, como no podía ser de otra forma- de Crisálidas (1864). En 1869, con treinta años, era un escritor conocido que acababa de matrimoniar con Carolina Xavier de Novais, mujer culta de origen luso que sería su inseparable compañera y la musa que, a su muerte, inspirara al escritor la figura femenina de Memorial de Aires (1908). Machado de Assis se estableció entonces en diversos cargos burocráticos y administrativos, que le permitieron el sosiego económico suficiente para poder entregarse a la literatura: Contos Fluminenses (1870), Resurreição (1872), Histórias da Media-Noite (1873), A mào e a luva (1874), Helena (1876) y por último Iaiá Garcia. Al decir por último, va referido a su producción más convencional y de leves reminiscencias románticas.

Con Memórias Póstumas de Brás Cubas (1881) arranca la obra más meritoria de Machado de Assis. En plena madurez artística, le seguirán Histórias sem Data (1884), Quincas Borba (1892) y Dom Casmurro (1900), Esaú e Jacó (1904), Relíquias da Casa Velha (1906) y la mencionada de 1908; obra la suya que se completa con libros de ensayo, de crítica literaria y otros que tuvieron publicación póstuma.

Machado de Assis, de claras influencias europeas, renovó la novela brasileña. Trazó irónicos y perspicaces retratos psicológicos, narrados en primera persona los de mayor fortuna artística, de la sociedad urbana de su tiempo.

JL

Autor

  • Juan Lázaro Betancor