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Argüello Mora, Manuel (1834-1902).

Narrador, cronista, ensayista, periodista, político y abogado costarricense, nacido en 1834 y fallecido en 1902. Autor de una vigorosa producción narrativa que participa plenamente de los rasgos formales y temáticos del Realismo, está considerado como el fundador de la novela costarricense y uno de los grandes impulsores de la Literatura de su nación.

Hombre polifacético donde los haya habido, desarrolló a lo largo de su vida numerosas actividades profesionales y vocacionales, y desplegó una intensa labor política que, durante muchos años, estuvo estrechamente ligada a la figura egregia de su tío Juan Rafael Mora, que fue Presidente de la República de Costa Rica en dos legislaturas consecutivas (1849-1853 y 1853-1859). En sus textos literarios es recurrente la temática histórico-política, plasmada en el relato de ciertos episodios que, presentes con reiteración en diferentes trabajos, revelan la intención del autor de dotar a su nación de una leyenda fundacional vinculada a la implantación de la democracia liberal en el pequeño país centroamericano.

En efecto, Argüello Mora, en su empeño por repasar una y otra vez los acontecimientos de alto calado político que le había tocado vivir -entre ellos, el derrocamiento de su tío, acompañado de su condena a la pena de destierro y su posterior intento de recuperar, por vez tercera, el poder, lo que le llevó ante el pelotón de fusilamiento-, muestra una clara voluntad de establecer, en el espacio mitificador de la literatura, una serie de hitos que jalonan el destino de la joven nación en la que había venido al mundo. Y, aunque en esta proyección mítico-legendaria de la historia no queda excluida la vanidad personal (reflejada en la sutil vinculación de los destinos de la nación a los aciertos y fracasos de la familia Mora), lo cierto es que el primer narrador de las Letras costarricenses, al relatar episodios que él mismo había conocido de primera mano -ya como protagonista directo, ya como testigo presencial de los hechos-, se convierte en uno de los primeros intelectuales que, intencionadamente, procedieron a sintetizar en sus trabajos de creación ciertos rasgos sociales, culturales, políticos, religiosos y etnográficos que subrayan la existencia de una identidad nacional costarricense.

En este sentido, es clara la voluntad de Argüello Mora de plasmar esas señas de identidad autóctonas que singularizan a la nueva nación de Costa Rica respecto al resto de las naciones americanas recientemente emancipadas de España. Como afirma, al respecto, la profesora Valeria Grinberg Pla -una de las mejores conocedoras de la vida y la obra del escritor costarricense-, Manuel Argüello Mora, "más que llenar el vacío producido por el necesario alejamiento de España como marco de referencia histórico, tiende, al tratarse de relatos del pasado reciente relativos a la vida política del país con posterioridad a la fundación de la República de Costa Rica en 1848, a individualizar a Costa Rica respecto de las otras naciones centroamericanas".

A la sombra, pues, de ese gran árbol protector que fue su tío Juan Rafael Mora, Manuel Argüello glosó el proceso de constitución del capitalismo agrario y el estado nacional costarricenses, y acabó convirtiéndose en figura paradigmática del escritor centroamericano de la segunda mitad del siglo XIX. Se trata de un modelo de escritor que, a caballo entre el político y periodista de la generación anterior -que compagina su febril actividad pública con la necesidad esporádica y circunstancial de verter sus vivencias y reflexiones en textos periodísticos y, ocasionalmente, literarios-, y el autor "profesional" del siglo XX, reproduce esa dimensión cívico-cultural del literato de mediados del XIX, aunque ya más pendiente de crear, en sus escritos, un producto eminentemente literario. En este sentido, Argüello Mora es no sólo el padre de la novela costarricense y el principal impulsor de la Literatura de su pueblo, sino también uno de los primeros artistas centroamericanos conscientes de la necesidad de adaptar, a la realidad socio-cultural en la que viven, las tendencias, corrientes y escuelas que triunfan en su época en Europa (en su caso concreto, el Realismo costumbrista, aunque con especial agudeza para captar ciertos rasgos de un incipiente Modernismo).

Su obra se puebla, así, de cuadros costumbristas de intención satírica, herederos en buena medida de la prosa periodística de Mariano José de Larra, tanto en su estilo y su temática como en su modo de difusión: los principales rotativos y revistas del panorama cultural de su tiempo y lugar. Además de estos cuadros costumbristas, Argüello Mora escribió varias crónicas históricas centradas en episodios relacionados con la vida y la dimensión política e histórica de su tío; otras crónicas en las que relata algunos de los viajes que realizó en su juventud por el Viejo Continente; dos narraciones extensas que, catalogadas por el propio autor de "novelas históricas", combinan una urdimbre argumental típicamente romántica con sucesos y personajes reales, muchos ellos coetáneos de Argüello Mora; y diez relatos de menor extensión, a los que el escritor costarricense denomina "novelitas de costumbres", que convierten a Argüello en uno de los mejores representantes, en las Letras centroamericanas del siglo XIX, de ese realismo regionalista heredero del costumbrismo romántico.

Casi todos estos escritos -a excepción de una parte considerable de su obra periodística- aparecieron recogidos en varios volúmenes que dio a la imprenta Manuel Argüello Mora al final de su vida. Se trata de obras como:

- Costa Rica pintoresca (San José: 1899), que no es sino una interesante recopilación miscelánea de novelitas, cuentos, crónicas históricas y descripciones paisajísticas.
- Elisa Delmar (San José, 1899) y La trinchera (San José, 1899), que son sus dos "novelas históricas", editadas por separado.
- La bella heredera. El amor a un leproso (San José, 1900), edición conjunta de dos de sus "novelitas de costumbres costarricenses".
- Un drama en el presidio de San Lucas. Un hombre honrado. Los gemelos del Mojón (San José, 1900).

Transcurridos más de sesenta años desde la muerte de Manuel Argüello Mora, la práctica totalidad de sus escritos creativos fueron reeditados en el volumen Obras literarias e históricas (San José, 1963), a cargo del erudito Abelardo Bonilla.

Bibliografía

  • BONILLA, Abelardo. "Estudio introductorio" a Manuel Argüello Mora, Obras literarias e históricas (San José: Ed. Costa Rica, 1963).

  • PÉREZ YGLESIA, María. "Entre la tradición y la ruptura: Manuel Argüello Mora, un humanista del siglo XIX", en Revista de Filología y Lingüística de la Universidad de Costa Rica, X, nº 2 (1984), págs. 63-87.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.