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PolíticaDerechoBiografía

Arellano, Cayetano S. (1847-1920).

Jurista y político filipino, nacido en Udiong (provincia de Bataán, Luzón) el 2 de marzo de 1847 y fallecido el 23 de diciembre de 1920, que fue el primer juez supremo de las Filipinas tras el período colonial español y desempeñó una importante labor en los primeros tiempos de la dominación estadounidense como representante de las nuevas instituciones legales de su país.

Hijo de un funcionario español, Cayetano Arellano realizó estudios básicos en el prestigioso colegio de San Juan de Letrán, obteniendo calificaciones excelentes, y a continuación ingresó en la Universidad de Santo Tomás, donde cursó Derecho, Filosofía y Teología. Tras graduarse (1876) ejerció algunos años el puesto de juez en Tarlak, y en 1882 regresó a Manila para hacerse cargo de la cátedra de derecho civil. En sus años de profesor universitario impartió clases a algunos de los futuros dirigentes filipinos, con Manuel Quezón y Sergio Osmeña a la cabeza. Concejal de Manila desde 1877, fue no obstante en 1886 cuando obtuvo el cargo que lanzó su prestigiosa carrera judicial: magistrado adjunto de la Audiencia Territorial de la capital filipina. Hombre de talante muy moderado, se mantuvo al margen del estallido revolucionario de 1896 prefiriendo retirarse temporalmente de la vida pública y retomar el ejercicio particular de la abogacía.

Con la proclamación de la República independiente (junio de 1898) pasó a ostentar la cartera de Asuntos Exteriores del nuevo régimen, si bien su implicación con la causa filipina durante el conflicto filipino-estadounidense estuvo envuelta en la polémica, como demuestra el hecho de que al poco tiempo aceptase servir en la burocracia implantada por los Estados Unidos. En efecto, la administración norteamericana le nombró en primer lugar presidente de la Junta del Servicio Civil y el 29 de mayo de 1899, presidente del recién creado Tribunal Supremo de las Filipinas, convirtiéndose en el primero de sus compatriotas en ostentar tal dignidad; en cambio, declinó ser secretario de Asuntos Exteriores. En 1904 el presidente Theodore Roosevelt le designó su representante. La Universidad de Yale le concedió el doctorado honorífico en Derecho como reconocimiento a sus méritos, una distinción que se concede en escasas ocasiones.

Autor

  • MAH ; 2-2-2003.