Arabi, Ibn o Abenarabi (1164-1240).
Filósofo hispanoárabe, nacido en Murcia en 1164, y fallecido en Damasco en 1240. Cuando todavía era muy joven se trasladó a Sevilla, y desde allí, pasados unos años, viajó a África y vivió en distintos lugares del norte de este continente y del Oriente Próximo, en donde, según cuentan, vivió numerosas experiencias místicas.
A pesar de que fue Aristóteles el filósofo griego de mayor influencia en el pensamiento árabe, la filosofía de Abenarabi se nutre de las fuentes del neoplatonismo, y también estuvo influido por otros autores musulmanes como Abenhazam y Abenalarif, este último adscrito al sufismo. De hecho, Abenarabi fue el primer filósofo musulmán que llevó a cabo una formalización de este movimiento místico religioso cuyo principal fundamento teórico era el Corán. Su teoría destaca el carácter completamente puro de Dios como Ser único y supremo, con lo que se descarta cualquier posible analogía entre el creador y lo creado. De esta forma, el conocimiento de Dios es imposible, aunque Abenarabi no rechaza la posibilidad de una progresiva ascensión mística que permita su vislumbramiento (una cosa es la vía del conocimiento y otra la de la iluminación). Efectivamente, Dios, como realidad absoluta, se manifiesta en distintos niveles en todas las cosas que existen; la vía sufí propone un método que permite interpretar esas manifestaciones para acercarse progresivamente al conocimiento íntimo de Dios.
Desde un punto de vista ontológico, Abenarabi distinguió entre lo que llamó el ser absoluto, el no ser absoluto o nada, y el ser intermediario, que está situado entre los dos primeros. Este último se identifica con el reino de la posibilidad de ser; es decir, por una parte está la nada (lo que no es), por otra lo que es, y por último lo que puede ser. También es importante en su pensamiento la llamada doctrina del amor; según ésta, el amor puede articularse en una serie de grados que van desde la mera simpatía hasta el puro amor a la persona en cuanto persona, independientemente de las circunstancias. Precisamente, esta teoría se relaciona con la que explica la creación de los seres por parte del ser supremo, ya que según Abenarabi la producción de lo creado es consecuencia del Amor divino superabundante.
Abenarabi fue un autor muy prolífico, a quien se atribuyen más de cuatrocientas obras. En ellas se ocupó de filosofía, teología, mística, ascesis, poesía y algunos otros temas. Destacan por su importancia las siguientes: Libro de las Revelaciones de la Meca, Libro comentario a las perlas de la sabiduría, Libro del descenso de los astros, Libro de la Política divina, Libro del regalo del viaje místico, Epístola de las luces, Epístola del precepto taxativo, Libro del tesoro de los amantes.
