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HistoriaPolíticaBiografía

Ara y Cáceres, Toribio (1750-1831).

Político peruano. Nació en Tacna en el año 1750. Fueron sus padres el cacique de Tacna Don Carlos Ara y Ticona y Doña Josefa Cáceres. El primero estudió leyes en la Universidad de San Javier de Chuquisaca, donde obtuvo el título de licenciado en derecho; y la madre de Toribio Ara fue hija de Don Pedro Cáceres y de Doña Petrona Montañez, ambos españoles. Los hermanos de Toribio fueron Santiago, María y Cipriano. También tuvo un media hermana, Manuela Ara y Sánchez, hija del segundo matrimonio de su padre, contraído con Pascuala Sánchez y Suárez.

La familia Ara (palabra aymara que significa 'el que habla') formó parte de una larga sucesión de caciques o curacas de la localidad de Tacna y el territorio comprendido entre las localidades de Ilo y Camarones, en el suroeste peruano. El gobierno de los incas permitió y se sirvió de la existencia de las autoridades políticas de las etnias por él conquistadas. La llegada de los conquistadores españoles y el establecimiento del gobierno colonial alteró pero no desapareció la institución curacal. Los curacas pasaron a ser funcionarios indígenas con derecho a heredar el cargo a sus hijos bajo los criterios occidentales de la primogenitura y, preferentemente, la varonía. Se formaron así, en muchos casos, dinastías curacales que empleaban tanto la endogamia como la exogamia para mantener o incrementar su poder. Los Ara constituyeron los últimos eslabones de una larga sucesión de curacazgos tacneños que adquirieron una naturaleza hereditaria en el siglo XVI con la llegada de los españoles. Ya en la segunda mitad del siglo XVI, por ejemplo, Diego Caqui, uno de sus antepasados, llegó a poseer una fortuna consistente en viñas, tierras, plata, solares y tres barcos, la cual ascendió a 260,000 pesos.

A inicios del siglo XVII, el apellido Ara identificaba a los caciques tacneños; pero fueron las generaciones de la segunda mitad del siglo XVIII e inicios del XIX las que adquirieron mayor significación en la historia peruana. Santiago Ara, el hermano mayo, estudió derecho en la Universidad de Chuquisaca y se recibió de abogado en la Real Audiencia de dicha ciudad. Luego contrajo un primer matrimonio con Doña Paula Gómez, natural de Chuquisaca, con quien no tuvo sucesión; y más tarde se casó con Ana Sánchez, natural de Tacna, con quien tampoco tuvo hijos.

Mientras tanto, en el año 1780 se produjo la rebelión del cacique Tupac Amaru II, con apoyo de sectores mestizos y criollos, lo cual planteó la posibilidad de establecer alianzas multiétnicas para protestar o insurreccionar contra el régimen colonial. En este contexto, fallecido Santiago Ara el año 1792, su hermano Toribio le sucedió en el curacazgo de Tacna, el cual comprendía los ayllus y circunscripciones de Olanique, Umo, Aymará, Ayca, Collana, Silpay, Tonchaca, Capanique, Pachía, Calana y Pocollay. Nuestro personaje contrajo nupcias con dona María de la Trinidad Robles, su cuñada, natural de Chuquisaca como su hermana, y con ella tuvo cuatro hijos: José Rosa, Antonia, Manuela y Toribia Juana. El ají y el aguardiente debieron de ser los principales productos del cacicazgo para su comercialización fuera de la región.

Ya a inicios del siglo XIX, con motivo de la invasión de las tropas de Napoleón Bonaparte a España, surgieron en la América española Juntas de Gobierno, las cuales inicialmente manifestaron su fidelidad al Rey depuesto, Fernando VII. Dichas Juntas fueron reprimidas por los gobiernos coloniales; pero la de Buenos Aires, formada en 1810, logró deponer al gobierno virreinal del Río de la Plata y avanzó sobre el Alto Perú (actual Bolivia) para entrar luego en contacto con los patriotas peruanos. El control del eje Tacna-Arica, vital para el comercio del sur peruano, se convirtió en un objetivo de los revolucionarios de Buenos Aires en los años 1811 y 1813. Los patriotas tacneños, a su vez, cifraron sus éxitos en el triunfo de los sureños contra las fuerzas realistas.

En junio de 1811, al mando del limeño Francisco de Zela, estalló la primera rebelión de Tacna, la cual invocó al Rey Fernando VII y a la Junta de Buenos Aires mientras destituía autoridades. Este movimiento contó con el concurso, entre otros líderes, del curaca de Tacna Toribio Ara y el del pueblo de Torata, Ramón Copaja. El día 20 de dicho mes, Toribio Ara, su hijo José Rosa y los principales rebeldes acudieron a una reunión en la casa de Zela y, en la misma noche, el segundo de ellos, al mando de un grupo de indígenas, capturó el cuartel de Caballería de Tacna. Posteriormente, Zela nombró a Toribio Ara coronel del Batallón de Naturales; a la “segunda persona”, o curaca adjunto del anterior, Pascual Quelopana, Teniente Coronel; y a José Rosa Ara, capitán ayudante. La rebelión, finalmente, fue debelada, debido a la falta de un claro programa político de los líderes, y a la derrota en Huaqui (Alto Perú) de las tropas del bonaerense José Castelli. Algunos de los comprometidos padecieron prisión; pero otros alcanzaron el indulto; probablemente ése fue el caso de Ara y de su hijo, quienes poco después participaron en otro movimiento revolucionario.

En el año 1812, en ausencia del Rey y aún en guerra con Francia, las Cortes formadas en Cádiz con la participación de representantes enviados desde América, aprobaron una constitución de corte liberal que estableció la formación de ayuntamientos en los pueblos mayores de 1,000 habitantes. Tacna, que contaba con más de 6,000 habitantes, se organizó para elegir su cabildo. En julio de 1813 se formó el primer ayuntamiento de Tacna, el cual estuvo integrado, entre otros personajes, por Manuel Calderón de la Barca, alcalde de primer voto, y Toribio Ara, regidor; habiendo, además, participado José Rosa Ara como elector de dicha institución. Calderón de la Barca era yerno del cacique de Tacna por matrimonio con su hija Toribia Ara y Robles. De los trece cargos del ayuntamiento, diez estaban en manos de criollos y tres en manos de mestizos-indígenas. Entre éstos, aparte del curaca de Tacna, se hallaban como regidores Sebastián Romero, “principal” del ayllu Umo, y Bonifacio Quelopana, a cargo del ayllu Olanique; autoridades cuyas poblaciones se ubicaban en la circunscripción del mencionado Toribio Ara.

Otra innovación de la Constitución de Cádiz que afectó la vida de Tacna fue la abolición del tributo indígena. El Procurador General de Indios comunicó a Cádiz su beneplácito por la medida, y en Tacna y sus alrededores el curaca Toribio Ara y otras autoridades indígenas de la región manifestaron por escrito su agradecimiento al gobierno español. Los subdelegados, funcionarios nombrados desde 1784, tomaron la noticia con preocupación, porque el 3% del tributo se dirgía a pagar sus sueldos. Otros conflictos alejaron a Ara del Subdelegado del partido de Tacna, Tomás de Menocal. Menocal estaba casado con una dama tacneña, y favorecía a sus parientes políticos protegiéndoles de los robos en sus propiedades, lo cual no ocurría con nuestro personaje.

En este contexto, en octubre de 1813 estalló en Tacna una nueva rebelión. En esta oportunidad el movimiento estuvo dirigido por el flamante ayuntamiento, dominado por comerciantes y hacendados, y tuvo al francés nacionalizado español Enrique Paillardele como el contacto entre los revolucionarios de Tacna y los patriotas bonaerenses.

Empero, las tropas dirigidas por Manuel Belgrano fueron derrotadas por los realistas en Vilcapuquio y Ayohuma; y luego las fuerzas militares de Enrique Paillardelle fueron derrotadas en Camiara al enfrentarse a las del Rey, enviadas desde Arequipa por el Intendente Goyeneche. El Cabildo y los restos de las fuerzas rebeldes huyeron al Alto Perú. Manuel Calderón de la Barca, el ex-alcalde, fue capturado. Su esposa, la hija del cacique Ara, envió cartas al Virrey y dispuso de su fortuna para obtener la libertad del rebelde, el cual fue desterrado a la selva boliviana y luego cumplió prisión en Potosí. Calderón de la Barca renovó su obediencia al rey, pero más tarde la volvió a quebrantar y al llegar la expedición del general patriota Miller, fue trasladado a Lima con su familia. Empobrecido, ya durante el Protectorado de San Martín, solicitó y obtuvo la autorización para retornar a Tacna; pero el barco “Santísimo Sacramento” en que viajaba naufragó y el ex-alcalde murió frente a Chincha con su esposa e hijos.

El 26 de noviembre de 1813 José Rosa Ara fue requisitoriado; pero sea porque él y su padre huyeron de la región por un tiempo prolongado o porque fueron indultados o desterrados, el hecho es que Toribio Ara y su hijo aún vivieron libres después de la declaración de la Independencia hecha por San Martín.

Pasadas las guerras de independencia, Toribio Ara habitó en sus tierras de Para, en las orillas del río Caplina, y falleció el 22 de marzo de 1831, cuando ya el Perú era independiente y el Presidente Bolívar, mediante un decreto, había suprimido los cacicazgos.

Carlos Pardo-Figueroa Thays.

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  • Carlos Pardo-Figueroa Thays.