Angarita Arvelo, Rafael (1898-1971).
Narrador, ensayista, periodista y crítico literario venezolano, nacido en San Cristóbal (en el estado de Táchira) el 4 de abril de 1898, y fallecido en Caracas el 23 de marzo de 1971. Miembro de la denominada Generación del 18 e impulsor, como tal, de la Vanguardia en las Letras venezolanas del primer tercio del siglo XX, contribuyó con su valiosa producción crítica y ensayística al mejor conocimiento de la literatura hispanoamericana contemporánea. En este sentido, está considerado el primer gran historiador de la novela venezolana,
Hombre de vivas inquietudes humanísticas y vasta formación cultural, inició sus estudios primarios en su localidad natal de San Cristóbal. Cursó luego el bachillerato en una las instituciones docentes más prestigiosas de su entorno, el Colegio Federal de Varones del Estado de Táchira, donde dio ya claras muestras de una firme inclinación hacia los estudios literarios.
Pasó luego a Caracas para cursar, en la Universidad Central de Venezuela, la carrera de Ciencias Políticas, en la que obtuvo el grado de doctor en 1930. Pero ya por aquel entonces llevaba muchos años integrado en los principales colectivos artísticos e intelectuales que agrupaban a los jóvenes creadores venezolanos, y en especial a los que abanderaban las inquietudes vanguardistas en la creación literaria.
Fue, en efecto, uno de los principales integrantes de la Generación del 18, en la que figuraban otros autores como Enriqueta Arvelo Larriva, Andrés Eloy Blanco, Jacinto Fombona Pachano, Fernando Paz Castillo, Enrique Planchart Loynaz, Julio Garmendia Murrieta y, entre otros, Enrique Bernardo Núñez. Erigidos en el frente vanguardista de la literatura venezolana del momento, estos jóvenes autores clamaron por una ruptura drástica con la tradición clásica; y, entre ellos, una las voces más audaces y elocuentes en la protesta fue la de Rafael Angarita, quien, a través de proclamas y manifiestos publicados en la prensa local, exaltó la incorporación del universo tecnológico al campo léxico y temático de la poesía -en la línea de las propuestas de los grandes futuristas europeos, como los escritores Apollinaire y Marinetti o el pintor y escultor Boccioni.
Fue, en efecto, Rafael Angarita Arvelo uno de los grandes animadores de la vida cultural venezolana de la segunda y la tercera década del siglo XX. A la precoz edad de dieciséis años comenzó a publicar sus artículos y colaboraciones literarias en la revista Bloque (1914-1916), y poco después, ya plenamente integrado en el círculo de la Generación del 18, pasó a ser colaborador habitual de varios medios de la prensa caraqueña. Su brillante ejecutoria en el campo de periodismo presenta algunos hitos tan notables como la fundación del periódico Patria y Letras (de San Cristóbal).
Ya en plena madurez, consagrado como uno de los principales críticos y ensayistas de las Letras hispanoamericanas, colaboró asiduamente en diferentes periódicos y revistas de Venezuela y de otros países del Cono Sur americano. Su prestigio le encaramó a la presidencia de la Asociación de Escritores Venezolanos en dos etapas diferentes (1948 y 1950), y le condujo, asimismo, a la Academia Venezolana de la Lengua, en la que ingresó el 7 de enero de 1952.
En su etapa de joven creador vanguardista, Rafael Angarita dio a la imprenta una opera prima que, bajo el título de El aparecido (Maracay, 1921), le situaba entre las voces más pujantes y renovadoras de la narrativa venezolana de la época. Sin embargo, el humanista de San Cristóbal no volvió a ocuparse de la creación literaria hasta la última etapa de su vida, cuando, cumplidos ya los setenta años de edad, publicó la narración extensa Novela de la bolsa (Pablo Miranda, un corredor en valores) (Caracas, 1968).
Pero su gran aportación a la historia de la literatura hispanoamericana del siglo XX se enmarca dentro del campo del ensayo y la crítica literaria. En efecto, Rafael Angarita se reveló con un lúcido y penetrante analista de la narrativa contemporánea por medio de su obra Historia y crítica de la novela en Venezuela (Berlín, 1938), saludada con entusiasmo no sólo en su país, sino en todo el ámbito geo-cultural hispanoamericano, en la medida en que representaba el primer acercamiento profundo y riguroso a una de las narrativas hispanas peor conocidas por aquellas fechas. Obra canónica desde el mismo momento de su aparición, la Historia y crítica de la novela en Venezuela no sólo deslumbra por su amplitud de datos y sus sugerentes interpretaciones, sino también por el punto de vista y las opiniones particulares de su autor, quien se permite lanzar retos innovadores a los novelistas de su tiempo (como, por ejemplo, la propuesta de abandonar los viejos clichés temáticos de la narrativa tradicional, para incorporar a la novela situaciones y personajes representativos de la realidad venezolana del momento).
Angarita Arvelo se adentró también, con sus lúcidos estudios críticos, en el terreno de la poesía, al que aportó algunos ensayos tan valiosos como los titulados Poesía popular. Ilustraciones del cancionero y romancero venezolano (Caracas, 1930), Tiempo y poesía del padre Borges (Caracas, 1947) y Tres tiempos de poesía en Venezuela (Caracas, 1962). Otras obras suyas son Discursos leídos en el Paraninfo de las Academias el día 22 de julio de 1954. Recepción del señor Angarita. Contestación del académico don Simón Planas Suárez (Caracas, 1954) y Manuel Díaz Rodríguez (Caracas, 1964).
