Álvarez y Pérez de Guzmán, Pedro Pablo (1788-ca. 1860).
Militar y político español, nacido en Burgos el 29 de abril de 1788 y muerto en Madrid hacia 1860.
Procedía de una familia acomodada, así que tuvo oportunidad de estudiar Gramática y Filosofía en Toledo y Alcalá, ciudad esta última donde también se graduó en Artes, cursó Ciencias Exactas y estudió inglés y francés; asimismo, hizo estudios de Leyes en Valladolid y Oñate, aunque no pasó de los dos primeros cursos.
En 1807, contra la voluntad de sus padres, ingresó en el Regimiento de Caballería de la Reina en el cual, a la llegada del ejército francés, actuó de intérprete entre los generales Bessières y Dupont con Horcasitas. Para averiguar cuáles eran los proyectos franceses, sustrajo parte de la correspondencia, así que tuvo que ocultarse, primero en Burgos y luego en las montañas de Pas. En Santander se adhirió al alzamiento nacional, fue hecho sargento y luego comandante. Tras ser derrotado en Cabezón de la Sal y Reinosa, pudo escapar a través de La Rioja y Calatayud y llegar a Zaragoza, donde se incorporó a los Húsares de Palafox, con los cuales combatió en los dos Sitios y en la batalla de Tudela. En 1809 fue nombrado Alférez de Caballería.
Fue hecho prisionero y dejado en la ciudad por enfermo, pero pudo fugarse y presentarse en Asturias, donde combatió, así como en Santander y Navarra, en la columna de Juan Díaz Porlier; el valor demostrado en las batallas de Briviesca y Oviedo le valieron su ascenso a Capitán el año siguiente. Participó en la toma de Castro Urdiales junto a la división Longa, tras lo cual quedó de gobernador de esta plaza hasta que, en 1813, la abandonó junto con toda la guarnición al amparo de la escuadra inglesa. Durante este tiempo también tomó parte en la batalla de Vitoria, ya como teniente coronel.
En 1812 se casó con María Francisca Martínez, matrimonio que fue revalidado en 1838. En 1814 publicó Espíritu militar o principios teóricos y prácticos del arte de la guerra, aplicados al EM general y divisionario de los ejércitos, que dedicó a Carlos María Isidro de Borbón.
En septiembre de ese año se vio envuelto en un largo proceso con los habitantes de Castro Urdiales -que le acusaban de mala conducta en su pasada gestión de gobernador- al que Álvarez contestó con un Manifiesto. El contencioso duró hasta 1821, cuando un Consejo de Guerra de oficiales generales le declaró libre de todo cargo.
Fue autor de los cuadernos periódicos Discursos sobre la necesidad y utilidad de la Constitución (Valladolid, 1820), en cuyos números 6 al 13 inserta un Proyecto de Constitución militar. Fue nombrado comandante de Poza en 1821 y luego teniente coronel.
En 1822, a raíz de su persecución a las partidas de Merino y Villalobos, fue procesado de nuevo, por orden de Carlos O'Donnell, bajo la acusación de haber causado grandes daños a los pueblos en los últimos meses del gobierno constitucional y haber cobrado contribuciones y multas; además se le acusa de haber saqueado el Monasterio de Oña. Tras ser indultado en 1827, quedó en situación de licencia indefinida y estableció su residencia en Valladolid y Medina de Pomar, hasta que en 1832 obtuvo la licencia ilimitada. Sobre esta cuestión presentó una Exposición en Madrid al año siguiente.
Con las Guerras Carlistas volvió al servicio activo, con el grado de coronel, en 1835, para encargarse de la primera división del ejército de operaciones del Norte. En 1836 se le ordenó pasar a la Corte, donde permaneció hasta 1843. Fue ascendido a Coronel efectivo y brigadier, en 1839 y 1847, respectivamente.
Además de las obras ya citadas, escribió un libro titulado Última guerra del Perú, hasta la retirada del ejército al mando del virrey Laserna y del general D. Gerónimo Valdés, que quedó inédita. En 1849 se le nombró Comendador de Carlos III y se encargó de instruir la causa de los carlistas de Burgos, Soria, Santander y Logroño, hasta la amnistía. Fue condecorado con la Gran Cruz de San Hermenegildo en 1853. Sus últimos años los pasó en Burgos .
