A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PeriodismoSociologíaBiografía

Alvarado Rivera, María Jesús (1878-1971).

Las ciencias sociales consideran a María Jesús Alvarado Rivera como la primera feminista peruana. Su conferencia sobre "El Feminismo", leída en el año 1911, anunció el inicio del movimiento de mujeres en el Perú, y en la actualidad aún constituye un enriquecedor testimonio de la temprana concepción del ideario feminista en el Perú. María Jesús no sólo desempeñó un papel clave en el desarrollo del movimiento de mujeres. También estuvo comprometida con la defensa de los derechos de la población indígena y de los obreros. Aunque María Jesús haya publicado tres destacadas novelas, su fama como escritora fue eclipsada por las actividades políticas y sociales que la hicieron conocida. Es por ello que su importancia dentro de la historia peruana está vinculada con su actividad feminista y no con su obra literaria.

María Jesús fue hija de una familia culta y poco adinerada. Nació en 1878 en Chincha, una pequeña ciudad al sur de Lima. Según la biógrafa María Sara L. de Castorino, pasó su niñez en una casona antigua, cuyos ambientes y arquitectura tuvieron una singular influencia sobre el desarrollo personal de la niña: se oían rumores de que los anteriores dueños de la casona habían castigado y torturado a los esclavos negros que laboraban en su hacienda. Estos cuentos impresionaron a María Jesús de tal modo, que desarrolló una susceptibilidad especial para con los oprimidos, cuyos derechos trató de defender durante toda su vida.

En el colegio percibió que los profesores trataban diferenciadamente a los niños según su procedencia social, lo cual la indignaba. Quizás sea esta la razón por la cual sólo estuvo en las aulas hasta terminar el tercer grado de primaria, para luego seguir formándose autodidácticamente, por medio de la lectura de obras clásicas.

De joven se trasladó a Lima para asistir a las clases que se dictaban en el "Liceo Fanning", dirigido por la escritora y pedagoga peruana Elvira García y García. Allí, María Jesús se formó para ser profesora de primaria.

La sobresaliente lucidez de María Jesús la hizo muy conocida en los círculos intelectuales de Lima. A principios del siglo XX, cuando la vida política y social estaba motivada por el futuro de la educación, María Jesús entró en contacto con una delegación norteamericana llegada a Lima para reorganizar el sistema educativo nacional, siendo invitada por su presidente a profundizar sus estudios llevando cursos de ciencias domésticas en una universidad estadounidense. El presidente peruano instó a María Jesús a no aceptar la invitación, y le solicitó que se quedara en Lima para prestar sus capacidades intelectuales a su patria.

En 1910 fue invitada a participar en el "Primer Congreso Femenino Internacional" en Argentina. La falta de dinero le obligó a quedarse en la ciudad de Lima; sin embargo mandó a Buenos Aires un estudio sobre "Educación y Derechos de la Mujer" para que lo presentaran en el congreso.

María Jesús había empezado a preocuparse por la situación de las mujeres desde muy joven. Ya en el colegio había dado una charla sobre "La educación amplia, eficiente y profesional para la mujer". El 28 de febrero de 1911, en un acto público de singular importancia, leyó en la Biblioteca Nacional de Lima una conferencia titulada "El Feminismo", en la cual desarrolló sus principales tesis, así como demandó, entre otros, mejores oportunidades de educación para las mujeres, acceso a los empleos públicos y las profesiones liberales y los mismos derechos civiles y políticos que se los brindaba a los varones. La conferencia fue un éxito para María Jesús, pues diferentes diarios limeños la elogiaron el día siguiente por sus argumentos.

A partir de 1911 empezó a combinar su empeño en la defensa de los derechos de las mujeres con la defensa de los derechos de la población indígena. Publicó en el diario limeño "El Comercio" un artículo, en el cual criticó la explotación de los indios.

Fue miembro del comité directivo de la "Asociación Pro-Indígena", institución fundada en 1909 por Pedro Zulen y Dora Mayer. En 1913 escribió dos artículos para "El Deber Pro-Indígena", el vocero de la Asociación, editado por Dora Mayer. En ellos criticó la situación de los indios y de las mujeres sosteniendo que ambos sectores sociales vivían en condiciones similares a la esclavitud. Demandó, tanto para la población indígena como para las mujeres, mejores oportunidades de educación. En 1914, junto con Dora Mayer, dio una polémica conferencia en el "Centro Unión Hijos de Cajacay" -sociedad que ya había organizado varias charlas públicas de índole indigenista- en la que las dos mujeres abogaron en favor de la abolición del sistema de enganche, el cual se basaba en el hecho de que los hacendados adelantaban dinero a los indios para obligarlos luego a trabajar en las minas o en las haciendas para pagar sus deudas.

En 1915 escribió otro artículo ilustrativo de la situación del indígena en "El Deber Pro-Indígena". Publicó las quejas de un amigo indio, a quien había conocido en 1913, cuando éste había venido a Lima como delegado de la "Asociación Pro-Indígena" para acusar las arbitrariedades de las autoridades locales. María Jesús había recibido una carta de su amigo, en la que declaraba que la violencia y las arbitrariedades de las autoridades habían aumentado en el curso de los dos años pasados.

Por estos años, María Jesús creó en Lima la primera organización feminista del Perú, "Evolución Femenina", con la cual dio inicio al movimiento de mujeres peruano. Los estatutos fueron aprobados el 25 de mayo de 1914, tres meses después de la fundación de la organización. El fin principal de "Evolución Femenina", cuya presidenta fue María Jesús, era la defensa de los derechos de las mujeres de todos los niveles sociales.

Entre 1914 y 1915, mediante peticiones enviadas a la Cámara de Diputados, "Evolución Femenina" se empeñó en la organización de una campaña en favor de la participación de las mujeres en las Sociedades de Beneficencia Pública. La campaña dio resultados en agosto de 1915, cuando la Cámara de Diputados aprobó el proyecto que permitía la participación de las mujeres en dichas sociedades.

Un postulado importante de "Evolución Femenina" era la mejora de la educación femenina. Para poner en práctica este postulado, María Jesús inauguró en 1915 la Escuela "Moral y Trabajo", la cual ofreció a mujeres jóvenes de precarios recursos económicos cursos en tipografía, danza, talabartería, puericultura, nutrición, costurería y economía doméstica, con el objetivo de prepararlas para una profesión que les permitiese un desempeño independiente y el respeto de la sociedad.

Las miembros de "Evolución Femenina" desarrollaron entre los años 1914 y 1923 una ardua campaña en favor de la Reforma del Código Civil de 1851 -vigente aún. Mandaron numerosas peticiones a la Comisión encargada del proyecto de la Reforma del Código Civil, criticando aquellos artículos según los cuales en el matrimonio la mujer se encontraba bajo la tutela y la patria potestad del varón, por ser altamente discriminatorios. No obstante, la Comisión les prestó poca atención y sólo consideró algunas de las demandas feministas para la elaboración del nuevo Código Civil, que entrara en vigencia recién en 1936.

Cuando se fundó en Lima el "Consejo Nacional de Mujeres del Perú", en marzo de 1923, María Jesús se desempeñó como secretaria interina de esta institución. Ya entonces sus preocupaciones habían trascendido reflexivamente. Por esos años, de la defensa de la mujer y el indígena, María Jesús había llevado su causa a una identificación clasista, preocupándose por las demandas de los obreros. Su destacada acción en pro de los obreros data de 1911, en la que los movimientos obreros peruanos habían empezado a cobrar vigor. En junio de 1917, la huelga de los jornaleros de Huacho - una pequeña ciudad rural al norte de Lima - paralizaba durante dieciocho días el comercio y la industria de aquella ciudad. Para reprimir el movimiento huelguista, las autoridades limeñas mandaron fuerzas de orden a Huacho. El 14 de junio surgieron enfrentamientos violentos entre la policía y los huelguistas, entre los cuales se encontraron numerosas mujeres. María Jesús criticó el comportamiento represivo de la policía en dos artículos, publicados en los diarios limeños "La Crónica" y "El Tiempo". Condenó especialmente la violencia cometida contra mujeres.

En 1924, la Escuela "Moral y Trabajo" fue visitada por una comisión de obreros que buscaba el apoyo de María Jesús. Los trabajadores la pidieron que imprimiera un memorial en la imprenta de la Escuela, en el cual acusaron a una empresa de haberles despedido arbitrariamente sin pagarles sus sueldos pendientes. Explicaron a María Jesús que ningún diario limeño había sido dispuesto a imprimir el memorial, pues todos temían la represión política. Desde los tumultos de las huelgas de 1919 y los movimientos estudiantiles de 1921, la represión política bajo el régimen del presidente Augusto B. Leguía había aumentado consecutivamente. Estaba prohibido publicar escritos que pudiesen alterar el orden público. A pesar de ello, María Jesús aceptó brindar su ayuda a la comisión de obreros e imprimir el documento, aceptando las responsabilidades y represalias posteriores.

El 21 de diciembre de 1924, el hogar de María Jesús y el taller de tipografía de la Escuela "Moral y Trabajo" fueron allanados por la policía. A María Jesús se le exigía de dar los nombres de los obreros que le habían pedido apoyo. Ya que ella no denunció a nadie, fue llevada a la Intendencia y la mantuvieron detenida e incomunicada en la cárcel de mujeres Santo Tomás.

Después de tres meses y un día fue liberada bajo la condición de que saliese del país. Vendió todos sus bienes para pagar su viaje al exilio en Argentina. Salió del Perú el 26 de mayo de 1925. En Buenos Aires pudo enseñar en una Escuela Normal, en la que conoció a María Sara L. de Castorino, su futura biógrafa. Cuando María Jesús fue despedida en 1930, empezó a dedicarse a la elaboración de juguetes y a la repostería. También escribió, pero sin éxito. Regresó al Perú en 1936, seis años después de que el dictador Leguía fuera derrocado por el comandante Luis M. Sánchez Cerro.

De regreso en Lima, siguió desempeñándose en actividades sociales. Presentó tres proyectos al gobierno, cuyos fines eran fomentar la Educación Artística, la Alimentación Racional y el Teatro Nacional. Pero solamente el segundo proyecto, dirigido por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, encontró el apoyo favorable. Fue entonces que María Jesús dio conferencias sobre la Alimentación Racional en los Centros Culturales y Obreros.

En septiembre de 1945, María Jesús reactivó "Evolución Femenina", que durante su ausencia había dejado de existir. La organización siguió empeñándose en la defensa de los derechos de las mujeres, sobre todo en la campaña por la consecución de los derechos políticos de este sector social. Pero dos meses después de la reactivación, las huellas de "Evolución Femenina" se pierden.

María Jesús escribió en varias etapas de su vida, como ya fue mencionado, pero nunca tuvo éxito. Su obra literaria se limita a una novela titulada "Nuevas Cumbres" que fue publicada en 1923 y a dos novelas históricas llamadas "La Perricholi" y "Amor y Gloria" -esta última dedicada al tratamiento de la famosa relación entre Manuela Sáenz y el Libertador Simón Bolívar- que fueron publicadas en 1946 y en 1952 respectivamente.

Pasó los últimos años de su vida aislada de la actividad política y social que la caracterizara en años previos. Murió en Lima en 1971.

Bibliografía

  • CASTORINO, María Sara L. de.- Una mujer extraordinaria. Lima 1962.

  • CLERICI, Annina: Die erste Etappe der peruanischen Frauenbewegung. Ein Überblick vom ersten feministischen Grundsatzprogramm im Jahre 1911 bis zur Gewährung des Frauenwahlrechts im Jahre 1955. Tesis. Zürich 1996.

  • FIGUEROA ANAYA, Nelson y MONTOYA ROJAS, Asunta: De voces, sueños y osadías. Mujeres ejemplares del Perú. Lima 1995.

Autor

  • Annina Clerici