Altdorfer, Albercht (1480-1538).
Pintor, grabador y arquitecto alemán, históricamente conocido a partir de 1480, sin que se sepa donde y en que año nació, murió en Ratisbona en 1538. Sí se sabe que fue hijo del miniaturista Ulrich y que en 1505 adquiere la ciudadanía de Ratisbona. En esta ciudad permanece toda su vida, con un gran reconocimiento social que hace que, en diferentes momentos, ocupe importantes cargos públicos. Sus primeras obras revelan contactos con las obras de la región alpino-danubiana, con la que debió mantener importantes contactos, conociéndose un viaje realizado en 1511 a través de una serie de dibujos de paisajes. Fue el mejor representante de la denominada escuela del Danubio, caracterizada por sus particulares visiones de la naturaleza y del paisaje.
En sus obras de pequeño formato el paisaje puro, entendido como la representación de la naturaleza salvaje y misteriosa, se convierte en el protagonista absoluto, como se manifiesta en San Jorge y el dragón, Vista del Danubio cerca de Ratisbona o el Paisaje del puente. En las obras de gran formato, como la Crucifixión de Kassel, se acerca al estilo de Durero, aunque, en general, le atrajo más la complejidad de la estructura espacial de Michael Pacher que le lleva a la representación de fantásticas ambientaciones de arquitectura, tanto en interiores como en exteriores, tal y como se observa en la Natividad de la Virgen o en la Historia de Susana. Sin embargo, a los cuadros que debe su mayor fama son el Políptico de Sant Florián y La batalla de Iso, realizada en 1528 por encargo de Guillermo de Baviera; en ella presenta una extraordinaria visón de una región asolada, poblada de montañas, castillos y miles de guerreros combatiendo, bajo un mistérico cielo que va a dar paso a una tempestad. La naturaleza minimiza el hecho histórico, el choque de las fuerzas naturales, antes de la tormenta, dominan sobre el enfrentamiento humano representado.
Tras 1528 Altdorfer, estuvo siempre al servicio del gobierno de la ciudad de Ratisbona, y desempeñó el cargo de arquitecto de la ciudad. Entre sus últimas obras destaca Lot y sus hijas y los restos de frescos realizados para los baños del obispado de Ratisbona.
San Jorge y el Dragón
Es una de las obras de Altdorfer de pequeño formato, en ella la Naturaleza interpretada desde un punto de vista fantástico se sitúa por encima del hombre que se ve empequeñecido y como una parte casi casual de ella. Esta visión de la naturaleza es la que va a diferenciar el tema paisajístico de la pintura del norte y se opone a la realización del clasicismo italiano, donde el hombre era el elemento dominante de la naturaleza. Al contrario que en la pintura italiana de un Giorgione, donde la naturaleza invade las figuras para trasmitirles serenidad y equilibrio, en Altdorfer se convierte en una naturaleza que parece engullir, mediante un movimiento que aparenta reproducir los ritmos del cosmos, a los personajes que en ella se sitúan.
El paisaje, casi extraordinario de Altdorfer en la que la naturaleza se representa desde una visión real de ambientación atmosférica y luz, pero donde lo que se trata de reflejar son las fuerzas del cosmos, se trasmitirá a la pintura paisajística norteña de todo el siglo XVII, estableciendo un diferencia fundamental entre esta forma de representación y la de los países más mediterráneos, diferenciación que se mantiene hasta el siglo XIX.
Representa a la denominada escuela del Danubio, en él se reúne la más perfecta conjunción entre saber profano, mitología y literatura clásicas, y sagrado. Sin embargo destaca mucho más por sus particulares visiones de la naturaleza y del paisaje.
Bibliografía
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LASSAIGNE, J.: La pintura Flamenca. Barcelona, 1977.
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MALICUA, J.: El Arte flamenco. Barcelona, 1988.
EAC.
