Alfano, Franco (1876-1954).
Compositor italiano nacido en Posillipo (Nápoles) el 8 de marzo de 1875 y fallecido en San Remo (Italia) el 27 de octubre de 1954. Es uno de los grandes compositores italianos de su generación, junto con Pizzetti, Casella, Malipiero y Respighi.
Tras estudiar piano con Alessandro Longo, armonía con Camillo de Nardis y composición con Paolo Serrao en el Conservatorio de Nápoles, se trasladó a la ciudad alemana de Leipzig en 1895. Allí completó sus estudios de composición con Jadassohn y Sitt. En 1896 viajó a Berlín, donde inició una corta carrera como pianista y compuso su primera ópera, Miranda. En 1899 se instaló en París, ciudad en la que permaneció hasta 1905. Después volvió definitivamente a Italia para instalarse en Milán y posteriormente en San Remo, ciudad en la que fallecería.
Su faceta como pedagogo se inició en 1916, cuando comenzó a impartir clases de composición en el Liceo Musicale de Bolonia, institución que dirigió desde 1918. En 1923 se ocupó de la dirección del Liceo Musicale de Turín, puesto en el que permanecería hasta 1939, y de la del Conservatorio Rossini de Pesaro (1947-1950). Anteriormente, entre 1940 y 1942, Alfano fue también superintendente del Teatro Massimo de Palermo y, después, director de la sección de ópera en la Academia de Santa Cecilia en Roma (1942-1947).
Obra
Alfano fue quien se encargó de escribir el final de Turandot de Puccini, pero además fue un prolífico compositor de óperas. Obtuvo la fama con su ópera Risurrezione. Este drama escénico, escrito en Moscú y basado en una obra de Tolstoi, llegó a las mil representaciones en Italia y es un claro exponente del género llamado Verismo que se desarrolló en Italia y cuyos máximos exponentes fueron Leoncavallo y Mascagni. El verismo pretendía mostrar la realidad sin idealizaciones, presentándola como si se tratara de una crónica de sucesos mediante una técnica vocal caracterizada por la insistencia en el fraseo y, en ocasiones, por una dicción llevada al límite.
Otros éxitos operísticos de Alfano fueron I cavalieri e la bella, Cyrano de Bergerac, Il dottor Antonio o Il principe Zilah. También compuso óperas de estilo más arriesgado y que por tanto obtuvieron peor acogida entre el público, como L´ombra di Don Giovanni, que en su nueva versión retitulada Don Juan de Mañara, fue estrenada por la mezzosoprano Fedora Barbieri. Lo mismo ocurrió con La leggenda di Sakuntala, estrenada en Bolonia el 10 de diciembre de 1921. Esta última ópera está ambientada en la India y posee cierta influencia de la música de Debussy y una estructura melódica compleja pero coherente. Dado que la partitura original fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial, Alfano decidió reconstruirla en 1952 y la retituló solamente Sakuntala. La nueva versión se estrenó en Roma el 9 de enero de 1952 bajo la dirección de G. Gavazzeni. Otras incursiones del compositor italiano en la música escénica fueron los dos ballets escritos para el Folies-Bergère de París: Napoli y Lorenza, estrenados ambos en 1901.
Como compositor de canciones también presenta una profunda influencia del impresionismo francés, aunque con toques personales. En el campo de la música orquestal, Alfano adquirió fama con su Suite Romántica y con su Primera Sinfonía antes de 1914. En la década de los años veinte creó un gran número de obras de cámara, como la Sonata para violín y la Sonata para Violonchelo, ambas procedentes de las raíces creativas de Sakuntala. En los años treinta volvió a componer música orquestal, en la que mostraba cierta tendencia neoclásica. Este aspecto se deja ver con claridad tanto en su Divertimento como en su Segunda Sinfonía.
